T de Sirenas, T de Trans .

T  de Sirenas, T de Trans

La primera imagen que viene a la imaginación cuando se piensa en sirenas, seres trans, es en Ulises, metáfora de la sociedad, atado para impedirse a si mismo acudir al llamado maldito a nuestro canto.
  Somos nosotr@s entes que tenemos el hechizo de llevar al mundo de lo irracional,  el florecer híbrido de los limites de lo natural y entrar a otros señoríos donde se abarca la realidad completa, viva, y se desprenden las experiencias como sueños o ensueños para volverse hábitos necesarios
La ambivalencia que nos permite vivir en la metamorfosis hace que seamos duales, siniestras por que encantamos, la fluctuación de nuestras formas nos vuelve capaces de enlazarnos con la experiencia culminante.

Somos seres a los que la humanidad llega, situadas en una isla del enigma.
Después de nosotr@s, sigue la revelación del secreto, aunque a su alrededor la contradicción esté sembrada.
Entonces hay dos caminos, quedarse como Ulises amarrado al mástil, y darle la razón a la razón, o dejarse llevar por el impulso de lo imposible, y no volver, abandonarse a la inercia, al remanso, al arrebato y poseer el prodigio.
Entregarse a el canto de las sirenas, seres trans, es penetrar el mundo de lo indeterminado, y confuso, de lo inestable e impreciso,
Es hundirse en la memoria , en la posesión del tiempo, volverse inmortal.

Las sirenas, seres trans, con nuestros hechizos prohibidos , conectadas a el cosmos, y a la armonía, somos opuestas a las mujeres musas, mujeres bio favorecidas por los dioses.
Las mujeres musas como Eva, son creadoras de vida, van armónicas con la medida humana , cuentan con la aceptación social y conducen a el éxito. , Mientras que nosotras, como Lilith, somos desmedidas y convocamos a la trans...gresión.

Resultantes de las oscuridades y reveladoras de mundos misteriosos, estamos relacionadas con el anima, termino técnico que utiliza C. Jung, para designar el motivo de la mujer desconocida, desde la Diosa, hasta la prostituta, la joven y la vieja, la madre y la niña.
Las sirenas seres trans, somos sinónimo del mar y el vientre materno, lugares de transformación y nacimiento.

El canto de las sirenas seres trans, es la canción de cuna y es el coito.
Por eso ante nosotras la humanidad siente una mezcla de nostalgia y angustia.
Así como Ulises, la sociedad a tratado de sepultarnos, auto limitándose para reducirnos al silencio.

Por eso nuestra residencia esta en el lado oscuro del mundo, incluso dentro de los excesos de la mitología griega, nunca se nos permitió habitar el Olimpo
Desplumadas por las musas de buenas costumbres, desplazado nuestro canto celestial al mundo de ultra tumba por serafines prudentes, reinas de las sombras, las sirenas, seres trans, habitamos la arena movediza del limite de los mundos y encendemos en los seres humanos, la nostalgia por los cielos.
Andrea Guadalupe