jueves, mayo 26

Llamada en espera...

Llamada en espera...

Pude ser el encaje de un sostén barato que a pesar de la oferta, por corriente nadie adquirió.
La pantaleta de delicado diseño, comprada para esa exclusiva noche que termino en el basurero, desgarrada por las ansias de la pasión.
Las sandalias nuevas de una obrera que salió de la maquiladora con la esperanza de llegar a su cuarto, y fue sepultada en el lodo, con una cartera que escondía recuerdos estúpidos , y que eran, lejos donde estaba, el hilo que la mantenía atada a su raíz.
Pude ser huésped de cualquier poste de las luminarias en una de las avenidas de esta ciudad- anfitrión- celda, una copa que se quiebra en el bar que siempre espera, albergue de desterrados,
La maleta vieja que sirvió para muchas huidas, que siempre pienso reemplazar por otra de mejor marca.
Un cachorro de veterinaria que jamás fue amamantado y no llora por su madre, sino por la inseguridad.
Pude ser la etiqueta que se arranca de la blusa nueva, solo por incomoda, algún frasco vació, que se tira por inservible, o la ropa que no te llevaste, por que ya no la usabas.
Aquella mirada que se deslizo hasta tu ombligo, para saber que debajo de esa leve fisura. disimulada entrada a el corazón de un volcán, habita la voz que no deja de llamarme a el encuentro.
Pude ser el recuerdo que te toma por asalto, y no tienes manera de librarte de el.
Y sonríes por las cosas que no se desvanecen en tu memoria.
Pude ser la escoba y barrer la presencia que me has dejado, tu imagen, tu voz, tus gestos, hebras del trapeador atoradas en cada neurona de las pocas que conservo.
Las flores que como los sueños, las risas y las tristezas, en el olvido, vencidas se secan boca abajo en el jarrón.
Pude ser las nubes que enturbian nuestra historia, antes de que la tarde llegue su fin.
La ropa sucia que mal se lava en los bares, y este cielo partido en tres partes para tres Dioses.
El papel picado de fiesta que se va despintando por las finas lloviznas de recuerdos que azotan el tejado de tu patio interior.
Lo mas cercano a el sonido sostenido por horas o la repetición de una misma nota, siempre en los mismos tiempos, siempre en la misma escala, siempre con el mismo instrumento, siempre a la misma hora...lo más cercano a el silencio.
Me parece ahora más que antes que el silencio es la consecuencia de sonidos.
Me parece que gritar una frase mil veces seguidas, como..Te..amo-odio-deseo...
Es también como guardar silencio.
En el proceso, sin embargo...he aprendido que es el silencio lo único que permite a las muertas, seguir recordando.
Pude ser cualquier cosa, solo que ...soy la misma que conociste, la que no cambio, celular sin crédito. Andrea Guadalupe.

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