sábado, agosto 18

El sexo no tiene porque identificar al género.


El sexo no tiene porque identificar al género.

 

 

Esto, intento sea una simple reflexión sobre la postura  que tomo frente a esas dos categorías que son la de sexo y género.

Me parece interesante hablar de lo que se entiende por sexo, y género.
Desde mi punto de vista hombres y mujeres ya no existen, podríamos discutir si somos tod@s hombres o mujeres.
El sexo no se tiene porque identificar al género.
El sexo es lo que en principio nos define a tod@s, tod@s nacemos con un pene o una vagina y a partir de ahí ya estamos definid@s como personas.

Este nombramiento del individuo es muy escaso, muy débil, hay que buscar nuevas actitudes.

Evidentemente ya no existen solo dos sexos, existen l@s intersexuales, que son una nueva categoría sexual en la que los genitales están mezclados o aparecen los dos pudiendo estar uno atrofiado.
Partiendo de esa base esas dos categorías sexuales que nos intentan imponer desde el falo centrismo o desde el heterosexismo no son validas.
En nuestra cultura principalmente existen dos géneros, en otras culturas existen más.
El género es una construcción cultural.

Es la construcción cultural que las sociedades imponen al individuo.
El género es femenino o masculino con una serie de conceptos o ideas que nos definen.

Ser varón tiene unos rasgos muy específicos: ser rudos, valientes, no tener una serie de sentimientos que están asociados a la mujer; y ser mujer lo mismo, es ser sensible, maternal.
Esas dos categorías de género vuelven a quedar escasas y actualmente surgen otras que subvierten un poco ese concepto.
Por una parte esta la cultura LGBTI, en la que surgen géneros.

La sociedad Rosa, clasifica a los gais principalmente, porque no es un estudio de lesbianas.
Los géneros alternativos que surgen principalmente con la cultura LGBTI trastornan ese concepto y hace que la relación binaria entre hombre/mujer desaparezcan.
El hombre ya no es un ser rudo, sino que existen una serie de hombres que tienen comportamientos femeninos.

Existen hombres que amenazan el patriarcado, piensan que ese hombre es más amenazante porque no supone una visibilidad, y pasan desapercibidos, compiten con el propio hombre hetero en la sociedad.
Surgen las trans, que seria un género aparte.
¿Qué ocurre con el género?
El concepto de género no es más que una performance, es una actuación.
Todo el mundo cuando interpreta un rol, que no sirve para identificarnos como personas en ningún momento.

Son simple y llanamente formas de divertimento, son juegos: transforman todos los conceptos incluso del lenguaje para alterarlo todo.
Subvertir todos los géneros, todas las identidades, incluso la sexualidad.
Esto viene todo desde la teoría queer, relaciones de poder que están determinadas por una serie de cosas.

La teoría queer rechaza toda clasificación sexual.

Destruye la identidad gay, lésbica, transexual, travestí, e incluso hetero, para englobarlas en un mundo raro, subversivo y trasgresor, que promueve un cambio social y colectivo desde muy diferentes demandas en contra de toda condena: Ser queer no significa combatir por un derecho a la intimidad, sino por la libertad pública de ser quien eres, cada día, en contra de la opresión: la homofobia, el racismo, la misoginia, la intolerancia de los hipócritas religiosos y de nuestro propio odio , pues nos han enseñado cuidadosamente a odiarnos.

Yo estoy convencida de que el género se tiene que diluir, que no debe de existir un género, que las personas no debemos de responder ni con nuestros actos, ni con nuestra forma de comportarnos desde ningún punto de vista genérico.
Ahí cada un@ puede tener una postura u otra, incluso puede surgir otra serie de posturas.

Que el género se reinvente cada día, porque el género no es una característica nominal importante del individuo, no supone una identificación.

La no identificación con el género no supone ninguna esencia de nuestra persona.

No somos por naturaleza hombre o mujer, existen los intersexuales, los hermafroditas: ¿Qué son? ¿Hombres? ¿Mujeres? o ¿no son nada?

Frente al género, que yo lo veo como un aspecto cultural, no representa una división cerrada, como la representa otra serie de posturas.

A mi me interesa el debate, no me interesa explicar una idea que puede ser totalmente errónea y performativa, en la que todo lo que digo es verdadero, es falso y no hay ninguna manera de demostrarlo, se transforma en una serie de actuaciones.

 

Andrea Guadalupe.


                                             

sábado, agosto 4

Una fotografía mía.



            

Agosto 2012.     Una fotografía mía.

 

A Evangelina Valdez: Mientras más conozco a la raza humana, más amo mi perro.

Una ocasión, renegando, me escuche decir que tenía una sed de perro.

Metí mi 0ocico en el agua clara del arroyo y pude descubrir en su espejo, mis orejas quebradas y disparejas.

Me asuste, salí corriendo y brincando, quise atrapar una mariposa.

Así, llegue hasta un pueblo lleno de gente, encontré miradas duras y desdeñosas.

Sentí hambre y vague en busca de comida, tire botes de basura y por eso, me espantaban de las casas.

El frio de la noche, me llevo hasta un obscuro rincón.

Una mujer ya mayor de edad y voz cariñosa, me abrió las puertas de su hogar y sentí un agradable calor familiar.

Me alimento y cuido hasta que llego el fas6tidio del encierro.

Huyendo a la calle, volví al hambre, sed y frio.

Recibí peñascazos por fornicar en la calle y patadas por aullarle a la luna.  

Las pulgas hicieron de mi cuerpo carretera, vague hasta encontrar en un poste, un cartel con una fotografía mía.

Hablaba de recompensar a quien me encontrara y como milagro, recupere mi dignidad humana.

Desde Tijuana BC, mi rincón existencial.

Andrea Guadalupe.