Día de la madre. 

Hoy, como  ayer, también debió ser Día de la Madre. 
Y día de la Madre debería ser también mañana. 
Todos los días han de ser día de la Madre, porque todos los días ella es la madre de sus hijos.
Los hombres no entienden el profundo misterio de la maternidad. 
De ese prodigio sólo son un instante pasajero. 
La vida nace y crece en la mujer. 
Por eso toda mujer es madre, aun las que jamás hemos dado a luz.
En la ciudad de mi infancia, el 10 de mayo sonaban las campanas de las iglesias a las 12 del mediodía, y se oía el silbato de la fabrica de aceites. 
Luego sonaba el trueno de un fuerte cohetón, y a esa señal toda la ciudad enmudecía. 
La gente se detenía en las calles, lo mismo que los automóviles, y se hacía un minuto de silencio por las madres muertas...
La mía, no sólo vive en mí, que soy su carne: vive en mi amor, que es su alma.
Día de la madre... Que todos los días sean para quien es madre.
Desde mi rincón existencial.
Andrea Guadalupe.