martes, febrero 25

Volveré, aunque, antes voy a contar hasta el infinito.

Febrero 2014.               Volveré, aunque, antes voy a contar hasta el infinito.
Hoy, después de una noche de sueños inquietos, donde mil melodías resonaban en mi mente, mi cuerpo era recorrido con destrezas curiosas de manera suave y apasionada, y yo, ups, me estremecía.
Mis manos, solo alcanzaban a buscar entre los vacíos que la ilusión creó.
No quiero engañarte, no deseo mentir, me he esperanzado, de una imagen que mis soledades amplifican.
No te conozco, y sueño con caminar a tu lado, con tomarte de la mano, y tal vez, ¡Hasta darte un beso!
Sólo que: no sé nada de ti, y lo más importante para mí, es conocer el tono de tu voz, qué  te hace soñar, qué lugares visitas cuando duermes, qué aromas despiertan tu apetito, qué pasos te llevan a donde gustas caminar, qué rumbo lleva tu vida, qué te motiva a vivir, por qué luchas, cuales son los ideales que te hacen salir de la cama… ups.
Tan sólo sé que, eres una mujer, y te diré, que amo a las mujeres, tanto que me identifico como una de ellas, aunque, jamás me han gustado los hombres en mi cama.
No me pongo etiquetas, tan sólo, me acepto como una situación de la condición humana.
No sé, si al hablarte como lo hago, te ofenda, o te haga sentir mal, o tal vez, me consideres una atrevida.
Como ves, no ofrezco garantías de ser la persona idónea para una relación.
Tengo un hijo, José Ángel, que es rebelde, obstinado, en ocasiones difícil, que muchas veces, deseo que ya busque su pareja y se vaya a formar su propia familia, un hijo que mil veces ha caído y las mismas, he buscado la manera de que se levante para seguir adelante. 
Soy padre, madre, hombre y mujer a la vez, y en ocasiones,  existe quien, por mi condición, piensa que no merezco el título de ser humano.
No quisiera equivocarme, deseo creer que eres libre, sin compromisos, soñar, al imaginar que podría tal vez, algún día, tomarte de la mano y caminar a tu lado.
Amaneció fría la mañana, tal vez como la realidad que vislumbro.
Estornudo y pienso que tal vez, tú piensas en mí, necesito salir a caminar para pensar un poco.
Sé que Dn. José Santana, mi abuelo materno, migrante de las Islas Canarias, refugiado en México por la dictadura de Francisco Franco, en diversas oportunidades, por mil causas, como yo, también se sentía ausente, como un extraño en medio de la gente.
Al traer su imagen a mi actualidad, me vuelvo náufraga de los recuerdos de mis tardes interminables en bicicleta... Fascinada por aquellas nubes de verano, acostumbrada al olor de los geranios rojos que adornaban las paredes blancas, con ganas de dormirme antes que nadie y ser la primero en levantarse, puntual, en las mañanas de domingo en la parroquia.
Sé que a veces regreso hasta mi ayer, con los zapatos sucios de mi infancia.
Pese al silencio, yo seguiré hablando por dentro mientras el tiempo se encargará de arrastrar mis historias al olvido.
Dejaré escapar un hondo y largo suspiro y volveré a respirar en este ambiente, vacío... El sofá me espera, también esa luz tenue encendida y aquel libro.
 Sí, volveré, aunque, antes voy a contar hasta el infinito.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde hoy, amanecí con besos a sabor  de realidad deprimente.

Andrea Guadalupe. 

lunes, febrero 24

Tus ojos han vuelto a reír...

Febrero 2014.        Tus ojos han vuelto a reír...
Tú miras hacia el mar en las playas, yo te miro a ti, como quien observa resignada la luz de un faro que trata de conquistar un cielo nublado.
Te he contemplado, adorado, deseado, he llegado a quererte.
Nos unieron la palabra simbiosis, los paisajes desérticos, los poemas, las ganas de vivir el verano en pleno invierno.
Empezamos a fabricar los momentos sin pretenderlo, improvisándolo todo, partiendo de la paciencia y añadiéndonos suerte y ganas.
Tú me ayudabas poniendo tu mano en la mía en el camino, y  ahora mis ojos tiemblan y resbalan sobre cada uno de tus gestos y, por tu culpa, las palabras nos llevarán más allá de los mapas escuchando, a la vez, a los mismos locutores deRadioarcoiris Tj Tijuana, personas que con su programación y voz seductora, enamoran con historias de la diversidad sexual e identidad  de género, que obligan a reflexionar.
Ahora tú me miras y yo te devuelvo cada uno de los abrazos que me regalas cuando despierto, como si fuera tan fácil.
 Me contemplas, me adoras, me deseas, nos queremos como nunca podríamos haber querido a nadie capaz de volar... y sí, también nos dejamos querer.
Si te busco, me dejas pistas para que te pueda encontrar.
 Si me pierdo, sólo tú sabrás ¿dónde, cómo y cuándo?
Y entiendo por qué tienes esos ojos hermosos y para qué me das esos besos cuando me llevas a los rincones donde te preguntas sobre el sentido del sinsentido.
Yo me voy aprendiendo tu tacto y tu olor, por si me quedo ciega a estas alturas, y camino recorriendo los pasos que me llevan hasta donde tú, me redescubres la vida, como un regalo sorpresa, cruzando los pasillos caóticos, hasta alcanzar una habitación, en la cual, todo signo de tristeza se canjea por una felicidad generosa e infinita.
 Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde esta tarde, tus ojos han vuelto a reír...

Andrea Guadalupe. 

domingo, febrero 23

Anoche soñé...

Febrero 2014.   Anoche soñé...

Gasté años de mi vida, los primeros tratando de convertirme en algo.
Quería ser buena haciendo cosas, quería ser buena en la escuela y en las calificaciones... Y todo lo veía desde esa perspectiva: No estoy bien de la manera que soy, aunque,  si me vuelvo buena haciendo cosas...
Me di cuenta que no entendía este juego bien porque el juego era descubrir lo que yo ya era.
Yo no nací siendo Andrea Guadalupe, nací siendo un ser humano.
Entonces aprendí esta historia de quién soy, si soy buena o mala, escribiendo… eso se aprende durante el camino.
Cuando era pequeña sólo deseaba una cosa: crecer.
Quería que todo sucediera de prisa, aunque, ahora no sé para qué ha servido todo esto.
No sé para qué, la vida es una historia que te cuentas, y claro hay que inventarse un personaje para vivirla, para que, en lo finito e ínfimo de nuestra vida en el universo, sintamos que no pasamos desapercibidas.
Que existimos, porque alguien más que nosotros ve nuestro transcurrir sobre el tiempo.
Creo que tod@s somos historias, tod@s somos cuentos, cada segundo con sus mil aristas lo es. Y somos al mismo tiempo protagonistas y personajes secundarios o apenas puntos den un renglón de la vida.
Depende del momento.
Creo que una viene a la vida para convertirse en una historia, creo que lo último que hace la conciencia antes de extinguirse es contarnos la historia de nuestra vida.
Estamos hechas de tiempo y todo se evapora como el humo, aunque la esencia de lo perdido permanece en los recuerdos tal y como un perfume queda impregnado en la piel hasta llegar a formar parte de nuestra identidad.
Anoche estuve soñando... frases que caían y se confundían esfumándose en llamas rosadas... con un olor tenue... ¿O era una estrella fugaz?
Sentía que el amanecer me cerraba los ojos dulcemente... me dejé caer... anudé fríos o buscaba estíos pasados, te necesitaba o era poco más que una huida...no sé, no sé.
 Anoche soñé... cómo me gustaría recordarlo.
La memoria, nuestra parte más frágil, sensible y vulnerable a los cambios y a las emociones, es un archivo que conserva en forma de recuerdos las cosas que nos suceden en la vida.
Recordar puede ser sinónimo de revivir, reinventar, reescribir aquello que evocamos mediante complicados procesos inferenciales, entre los cuales hay un extraño mecanismo de síntesis que selecciona y evalúa lo que recordamos y lo que olvidamos.
Porque, eso sí, la memoria existe para recordarnos que todo pasa, que hay un principio y un fin para todo y para tod@s.
Desde Tijuana BC, lugar donde, sé que, decir: Nunca te voy a olvidar, es una frase llena de misterio, expresión alrededor de la cual podría construir un templo.

Andrea Guadalupe. 

sábado, febrero 22

Cuando amanece sin ti.

Febrero 2014.  Cuando amanece sin ti.
Los poemas son duelos a la noche, y al día, que nos dejan a oscuras, construyendo mensajes, que ayudan a seguir, en la senda...
Amor de mis mañanas, lléname ahora, con tu voz de silencios... mar de caricias, lunas de aire para un paisaje desesperado...
¡Qué alegría volver a saber que estás ahí, al otro lado del hilo de Ariadna...¡
Tú, la botella de mis mensajes...al mar.
Es la noche más larga y extraña, porque no estás conmigo...
Tristeza, desamor, desencanto, dolor... de noche, cuando duele el dolor y la nostalgia.
Cuando amanece sin ti, no debiera amanecer, porque temo a la longevidad del día, al enorme hueco más grande, que mi pequeña cama, a los bancos vacíos de la plazuela, a los relojes y la pasividad de sus manecillas, a las escobas  que barren soledades muertas, al moverse de calafias que transportan almas con reuma.
¿Sabes?, Cuando amanece sin ti, no debiera amanecer, pues los amaneceres lucen ojeras.
Desde Tijuana BC, lugar donde, hoy, sólo me quedas tú, para llorar la ausencia, sólo me queda el ocaso, de esta tarde vacía, sin tus besos.

Andrea Guadalupe. 

viernes, febrero 21

Los huecos, que deja tu piel en mis horas...

Febrero 2014.    Los huecos, que deja tu piel en mis horas...
En mis noches vuelan ángeles, pasteles, elefantes, soledades... Al fin y al cabo no estás.
Dejar que el corazón, se deslice por las infinitas esquinas de la tarde, dejar que su latido, me golpee, llenándome de incertidumbre...
Las tardes son soledad, son nostalgia, si miro al poniente y cambian de color las nubes diciéndome  adiós.
Es la espiral del vértigo, de las mariposas en el estómago y de las subidas de las endorfinas, después: Agárrate fuerte que llegan las olas, la sal y los huecos, que deja tu piel en mis horas...
En mi voz se hacen huecos, por besarte...la lluvia llega, moja mis suspiros.
Sólo llena la esperanza de tenerte alguna vez.
Después, lo único que me queda, es el recuerdo, y la palabra escrita.. y lo que duele es el adiós.
Porque mis oídos, están enamorados, y escucho con el corazón.
Tu voz me llena, me calma, a pesar de estar lejos...ese malestar de costumbre, hace que me sienta viva.
El latido llena de incertidumbre y de ilusión, el poder del corazón es inmenso, como es inmenso el poder de la amistad, de la bondad, del amor.
El amor, curioso que desde la máxima cercanía a la lejanía más distante solo es eso, distancia como la que hay entre centímetro y centímetro.
El amor es distancia, lejanía...estar cerca a veces, es estar lejos...y lo único  seguro es el adiós.
Dejar que la razón se empañe del color tibio de la tarde, dejar que se embriague de recuerdos y de anhelos.
Esa nostalgia, también, hace sentirme viva.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde reconozco, los huecos, que deja tu piel en mis horas...

Andrea Guadalupe. 

jueves, febrero 20

Sabes a mar, y a olas de sal...

Febrero 2014.      Sabes a mar, y a olas de sal...
Sí, sí me consumen las palabras, y me llenan de recuerdo, se ocupaba del afán de seducir, mientras yo, miraba el mar oscuro, silencioso...
Y el corazón temblando, sin apenas latido, rompía en llanto.
Vuelve el silencio, la intriga... todo ocurre, cuando llega el ocaso...y el sol se oculta, precipitadamente.
Vuelve el silencio, tan necesitado y tan incomprendido, camino hacia la creación... y son tormentas...
El silencio como espacio personal, la distancia como comunicación con la creatividad y en medio, como siempre, el corazón que ansía el azul en las letras donde los encuentros se descubren sutiles como las caricias, constantes como la sangre.
El tiempo, que se tarda en llegar al final del camino, de los besos, de los versos... más tiempo, más notas.
Noté que me sentías, entre las cortinas, entre la sombra...
Las palabras no respiran, sólo resbalan por el pentagrama del corazón...el llanto, y el canto, que es lamento... la música, que sabemos es, el espacio entre dos notas...
Para continuar, para comenzar, para terminar, para alcanzar lo que parece estar lejos, para garabatear esa palabra que no respira, esa nota que es más tiempo entre otras nuevas notas.
El azul de las palabras, me libera, fluye... encontrar el sentido... la fuerza del silencio...me llena el alma... después, todo es distinto... todo es memoria y olvido.
En las palabras me agoto, como se consumen las brasas tras el fuego vivo, dando a la memoria más leña que arde entre los espacios del olvido, que son recuerdos también azules y rojos, y placeres entre los besos amados, sentidos, queridos, no dados...
Se pierden por ahí, los versos, en busca del recuerdo, se ocultan los deseos de colores,  tiempo que estuve entre caricias y cantos... ahora todo es distante...
El aire se los lleva entre sus brisas, como el agua que arrastra entre las olas para no quedar nada escrito, solo las venteadas palabras, y los tiempos robados al sueño, que son lugares de recreo para el recuerdo, que se atrincheran en la memoria hasta el suave paso de otra ola, de otra brisa de más distancia.
Tanta distancia...llegar al puerto... llenarse de belleza, mecerse con las olas,  borrarlo todo, menos los besos robados al tiempo.
En la distancia, se oculta tu voz, y las olas quietas, me dejan silencios... creando siempre ese vaivén divino.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde al recordarte, pienso que sabes a mar, y a olas de sal...

Andrea Guadalupe. 

miércoles, febrero 19

Besos al mar de tu parte...

Febrero 2014.             Besos al mar de tu parte...
Hoy, encontrar tus palabras, vistió mi sonrisa de domingo para descubrirme a través de tu mirada...
Se disfrazó de luna para besarte, se llenaron de ti, las calles, las nubes, y me quedó un buen sabor de alma después de leerte...
¡Qué extraordinario es que le acaricien a una con tus comentarios!
Me dan escalofríos, sola en la oscuridad, esa inmensidad que me inspira...me da luz para escribir.
Todo va tan deprisa, aunque, es mejor que pasen de prisa en vez de no pasar nunca.
La eternidad es tan leve, que no cabe en un suspiro…
Seguiré las huellas de la tarde, los besos, las miradas... seguiré esperando, soñando, escribiendo...
Tengo el tiempo de una nube, de esa ocurrencia que tienen, de irse con descaro cuando realmente quieres que nunca pasen, e irse despacio cuando desearía que se fueran rápidamente.
Deslizarme por la noche de tus ojos, mi memoria en el paisaje de tu piel, bello paisaje, sobre el que deslizarse, sobre el que hablar, dibujar...
Paisaje de piel dormida, luz escondida,  soñándote en las esquinas... Las imágenes del alma, quedan en la retina...
Si no hablas, llenaré mi corazón de tu silencio, lo tendré conmigo, esperaré quieta, como la noche, en su desvelo estrellado.
Construiré de nuevo, espacios de luz, entre las sombras, retomaré otra vez el tiempo del olvido.
A través de las olas, hay peces escondidos, como versos, de sal y de crepúsculos... para otra vez, despertarme, soñar, ver la cama vacía.
Como siempre, soy víctima de mis sueños... La señal, es la soledad roja del atardecer....
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde… le daré besos al mar de tu parte... gracias por tus buenos deseos.

Andrea Guadalupe. 

martes, febrero 18

Si los vacíos nos unen, ¿son más grandes?

Febrero 2014.    Si los vacíos nos unen, ¿son más grandes?
Nostalgia, soledad serena, hermosa, como la noche que estuve en tus brazos.
Cándidas pasiones, alegrías y desilusiones, que antes huyeron,  vuelven a mi mente después de mucho tiempo ausentes.
Dejo que el corazón, se deslice, por las infinitas esquinas de la tarde, dejo que su latido, me golpee, llenándome de incertidumbre...
Ese desvelo de costumbre, hace que me sienta viva, jugando, el atardecer, se llenó de mis mañanas.
Dulce penumbra, que no me pertenece, ni el suspiro, ni el alba.
...Dulce engaño, dulce memoria... Dulce tu piel al contacto de mis labios.
Es un espacio fronterizo entre lo que de verdad se quiere y quien nunca nos quiso.
Es suspiro que...cuando queremos atraparlo, ya se ha ido.
La belleza del silencio, se saborea con ausencias, y se abona con recuerdos.
Voces intermitentes que dicen: el amor es la sustancia que nos mantiene vivas, y proclaman que los sueños, nos pertenecen… Hablan  de cercanías, no tan lejanas, y piden escribir, para no sucumbir...
Llueve, todo se transforma, la lluvia es silencio húmedo, es bella, melancólica, la luz se torna perla, y a mí, desde tu ventana, me gustaría verla.
Si no fuera por el mar, me sentiría más sola... Marejada de encaje, espumas blancas.
El mar emite espejismos de sirenas y luna... suaves como una caricia de seda.
Me  protejo en la lejanía con versos, y  besos... ...y como la lluvia resbalan por entre mis sueños.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde me pregunto: Si los vacíos nos unen, ¿son más grandes?

Andrea Guadalupe. 

lunes, febrero 17

Versos sin atrapar...

Febrero 2014.     Versos sin atrapar...
Gracias por leer mis palabras, porque la tristeza es más leve, cuando alguien te lee a través de la red...
Besos y versos, dos buenas mundos para navegar y dos buenas excusas para perderse
A veces he pensado que las mariposas son versos sin atrapar...
Flotan, vuelan, a la deriva, así van los poemas-mariposas, flotando al aire.
Tengo las manos llenas, de miradas...que aún no son ausencias.
Sonríen entre besos y adioses.
La madrugada me arrastra de nuevo a la rutina, miedo y cansancio.
Las hojas se retuercen inquietas mostrando calma, desespero
Es tu amor que: se involucra, cede, antecede, acontece, procede, se rinde, inunda, vuela.
Incide, se mece...crece y… atormenta.
Habrá más besos y más noches, y quizás… cierta dosis de arrepentimiento.

Desde Tijuana BC, lugar donde la pasión resurge y se eleva, lucha y perdura hasta perder la cordura. Andrea Guadalupe. 

Lo vi, lo oí, lo escribí.

Febrero.  2014.           Lo vi, lo oí, lo escribí.
Cómo quieres que no sueñe, si no tengo nada mejor que hacer.
Dejo correr, mejor volar...imagino tus manos llegando muy lejos...
Poemas, deseos, miradas, espejos del alma.
Detrás de la puerta, sólo la sombra…La soledad tiene muchos caminos, duelen las lejanías.
Los minutos se pasean como hormigas, lentamente hacia la nada.
Quedan, solo el recuerdo, el perfume, las huellas de sudor entre las sábanas.
No hay olvidos, solo el susurro donde se columpian deseos de mariposas, imagino colores de arcoíris...
Bésame de nuevo amor, cúbreme de placer y esperanza, desparramada en el suelo, suspiro, luego… te sueño.
Vuelve porque sin ti no hallo razón para, despierta, continuar soñando
Vuelve, regresa, deja que sueñe a tu lado.
Acércate a mis manos... Acércate a mis ojos, donde llueven olvidos y sueñan palabras.
Todo lo vivido del recuerdo que llama...
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde la tristeza provoca poesía que libera el dolor...

Andrea Guadalupe. 

sábado, febrero 15

Si regresas, sólo si regresas…

Febrero 2014.      Si regresas, sólo si regresas…
... No sé si en algún momento te habrás dado cuenta de lo que has significado para mí a través de los años.
Conoces mis ideologías, mi vida, mis luchas, y que aún en la distancia, tengo que sentirme feliz en tu presencia.
Nunca te digo adiós, ni tengo que esperar tu llegada, pues nacer y morir es lo mismo si las palabras no se atascan.
Y yo, la que te quiere, cierro los ojos esperando retazos de una semana incierta.
Mientras, transporto el mundo en los brazos y la luz ciega mi búsqueda, apagando la tortura que me causa pensar en ti.
En la nostalgia, llega un invierno vistiendo grises envejecidos y una fuga de vestidos de muñeca.
Invisible abraza los atardeceres con risas y roces; se reafirma sin apatías, por esa razón, nazco y muero en cada línea.
Por eso me cubro de un viento que me enfría el alma, ese en el que la vista se nubla por el cansancio del tiempo.
No puedo ser libre y me despierto soñando que el mar silencioso me acuna.
Ven, vamos a desenterrar el tiempo, he sabido esperar con elegancia, vibrando sola en mi entusiasmo, hasta que nuestros cuerpos se unan en lujurioso deseo.
Si regresas, verás mi boca esperando indecisa.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde te digo: Si regresas, sólo si regresas, sabrás que hay algo que no deseo: una vida sólo de sueños y carecer de ti.

Andrea Guadalupe. 

viernes, febrero 14

En éste 14 de Febrero, pido que levante el dedo quien...

En éste 14 de Febrero, pido que levante el dedo quien...
Juro que no estoy triste, es un poco de hastío lo que curva mis labios con las esquinas hacia abajo.
Un gesto que me hace interesante y bohemia.
Pido que levante el dedo quien no ha recibido una puñalada en el corazón y ha salido al exterior con una sonrisa ensangrentada.
Por favor, no se rían, ocurre que cuando escribo, las emociones parecen tener su escape por los dedos y todas las palabras se ensucian de ellas.
Es como tener los dedos manchados de tinta y pretender no dejar huellas.
No puedo ir con guantes de látex siempre, la asepsia sólo funciona en hospitales y funerarias.
Soy una aficionada a la escritura de metáfora fácil, que si tuviera que morir ahora mismo para ser una autora capaz de hacerla sentir orgullosa de haberme amado, invocaría a Dios, para que me destruya como al Coyote que persigue eternamente al Correcaminos.
Reconozco que me siento un poco deprimida, no voy a quejarme, yo no me quejo y menos delante de un papel en blanco, las escritoras no lloramos, creamos mundos imaginarios,  sólo cuando todo esto de aquí dentro, entre el ombligo y el pecho se hace viscoso y caliente, fuerzan los lacrimales y una llora sin ser necesario, sin estar triste.
Parece un drenaje linfático visto desde mi ignorancia.
Esto escrito en tinta sepia, es una pesadilla, no es tristeza, es este dolor…
Es el espejismo resultante de un golpe doloroso, quiero decir que el espejismo es atrozmente real.
Quiero decir que no pretendo otra puñalada más.
A ver, que alguien me ayude levantando el dedo y reconociendo que duele tanto no tenerla, sólo  quedan ganas para tirarse en el suelo y dejar que caiga encima lo que sea, y que caiga pronto, por el amor de dios.
Siempre buceamos en nuestros dolores con gasas y yodo intentando restañar la hemorragia. Nos metemos en nuestro propio sistema vascular buscando la vena rota, porque algo se rompe cuando se queda una sola.
No es lógico que se doblen así las comisuras de los labios sino hay una fuerte fractura o algo ha reventado.
Lo importante es no sentirse triste, porque el dolor es heroico, la tristeza humilla la vida.
Al menos, los ojos están brillantes y dan un aspecto inteligente.
Están brillantes porque había un exceso de sangre y agua en el cuerpo.
Es lógico que cuando una escribe, se abstraiga y tienda a rascarse aunque la herida sea indolora.
Estoy triste, estoy tan triste que tengo prisa por morir.
Estoy tan triste sin ella, que quisiera olvidar que un día nací, la conocí, la amé y murió sin saber quién era yo.
Sé que si me reencarnara, nacería como una niña triste, de ojos siempre húmedos y de manos nerviosas.
Es imposible que todo este dolor pueda quedar en el limbo y así nacer sin recordar, sin sentirme triturada por dentro.
A ver, pido que levante el dedo quien piense que no me voy a encontrar con ella.
Aunque, no, por favor, no lo levanten por lo que más quieran, por favor, sólo necesito que aguanten su sinceridad unos segundos más.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, donde en éste 14 de Febrero, pido que levante el dedo quien...

Andrea Guadalupe. 

domingo, febrero 9

¿Por qué hará tanto frío cuando estamos tan solas...?


Febrero 2014.           ¿Por qué hará tanto frío cuando estamos tan solas...?
Esta semana, casi entera, estuve en la cama por culpa de una gripe mal curada, y comprendí que las personas que están más lejos son las que tengo más cerca, mientras que otras, se ven cada vez más lejos, desgraciadamente.
Quienes que paseamos bajo la lluvia corremos bajo el peligro de la gripe, un precio bajo si se me pregunta.
Por eso quizá pueda afirmar que los hospitales en invierno se llenan de solitarias melancólicas que se cruzan miradas cómplices, confesando haber perseguido sueños en plazas mojadas o simplemente para ahogar lágrimas sinceras y respetuosas en soledad.
¿Por qué hará tanto frío cuando estamos tan solas...?
Hay cosas que no borran el tiempo ni la distancia, la memoria se aviva sin pretexto, nos envuelve de pasado con demasiada facilidad.  
Si esa vida espectral que se hace real, en el fondo la conciencia hace que esa presencia siga bailando alrededor….
Sentirse en casa, pasear la ciudad envuelta en un cúmulo de sensaciones que siempre estuvieron ahí, aunque parecen nuevas.
El problema en sí, es la existencia de estos…rincones a los que acudimos en las ocasiones en que necesitamos encontrarnos a nosotras mismas… que tengamos esa necesidad de encontrarnos y perdernos y volver a reencontrarnos, aunque a veces ya sin ser las mismas.
Estos rincones no existen, los creamos y en ellos, nos creamos, nos recreamos y volvemos sobre nuestros pasos para volver desde el punto que salimos hace ya mucho tiempo.
Yo tengo uno, en realidad tengo cientos, repartidos por toda la geografía.
Llego, me siento, respiro, me encuentro y me despido hasta la próxima, con la ilusión de que no haya próxima y está sea, por fin, la vez que de verdad me encuentro definitivamente.
Despertar olvidando todo el pasado reciente, las personas que ya no están, las que no volverán a estar, para compartir de nuevo tus sueños con alguien que siempre estuvo a tu lado y tú no te dabas cuenta.
Volver a los sitios de siempre, con la gente de siempre, volver, esa es la eterna disyuntiva de quienes que no tenemos hogar.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde la nostalgia hace más dulce la agonía.

Andrea Guadalupe. 

sábado, febrero 8

Cada Vikingo elije su muerte…

Febrero 2014.   Cada Vikingo elije su muerte… 
Herido, se aferra a su espada sin retroceder cuando llega la muerte, diez hermosas Valkirias lo transportan al salón de los muertos.
Siente el suave tacto de los besos en sus heridas, desnudado entre caricias, limpian su cuerpo las vírgenes del paraíso para después sumergirle en el goce de sus íntimas delicias.
Las vehementes doncellas se entregan una y otra vez al vikingo en un sinfín de orgasmos y gemidos…
Despierta empapado en sudor y relata su sueño a su padre.
Hijo, es hora de encontrarnos con Odín, lucha a mi lado, pronto nos reuniremos en el palacio de los guerreros caídos en el campo de batalla, sólo recuerda: sujeta orgulloso tu espada en la hora final, pues  el destino de los cobardes es el infierno de la sodomía, donde la carne del hombre es deseada por el hombre, sin mujeres ardientes ni batallas.
Ocho fieros enemigos les acorralan.  
Contempla la espada que atraviesa el pecho de su padre y arroja la suya rindiéndose.
Padre, lo siento… Cada Vikingo elije su muerte… 
Desde Tijuana BC, lugar donde hoy, mi mente divaga en el paraíso de los dioses y héroes de la mitología nórdica.

Andrea Guadalupe. 

viernes, febrero 7

Principio y epílogo.

Febrero 2014.   Principio y epílogo.

Esa escritora colecciona historias, al principio fue diversión y oscuro placer sadomasoquista, que no es lo mismo, sólo que es igual.
Al principio fue inercia: un dolor acá, una lagrima allá, hasta que lo sutil pesó, y la costumbre fue obsesión.
Esa escritora, tiene el hábito de perder, porque de cada romance fracasado recoge retazos para guardar, algunos están en su refrigerador: fotografías siempre en blanco y negro o imanes que se rompieron solos de tanta atracción, y en su mesa de trabajo: cartas, recados, dedicatorias, manchas.
Colecciona nombres mentalmente, hace fichas y las recita, como citas bíblicas, en el baño, tiene una pequeña instalación y ahí,  entre los azulejos, guarda los cepillos de dientes de quienes pasaron, y una etiqueta por cada propietario, con una fecha de referencia y un signo de bien o mal.
Ella sabe bien, que acumular no es tener, que las ruinas no son historias, y llena la casa de ornamentos, porque, sabiéndose tan sola, le aterra la indiferencia.
También, colecciona canciones que ha dedicado y juega a nunca dedicar dos veces la misma, su voz, es un cementerio, y sus letras, notas quemantes, en eso, es infalible.
Esa escritora, colecciona ayeres embalsamados, futuros pasados que no transcurrieron, pedazos huérfanos del nunca jamás.
Hay voces, que expresan que no vive, otras, dicen que los ojos sólo le funcionan cuando mira hacia atrás.
Aunque también, hay quien aspira a ser un trozo de papel junto a su pasta dental.
Esa escritora, no confunde recuerdos, aunque, a veces no sabe bajo qué etiqueta extravió la noche, el crepúsculo del amanecer, la risa, y la realidad.
Porque desconoce que escribir no es una salida, es una trampa.
Desde Tijuana BC, lugar donde sobrellevo una maldición literaria: principio y epílogo.

Andrea Guadalupe.

jueves, febrero 6

Escribo con sangre: Fénix.

Febrero 2014. Escribo con sangre: Fénix.
Hoy he decidido cerrar todas las ventanas, por lo menos hasta mañana que, como también dicen, será otro día.
Un mañana en el que da igual si el sol luce o se esconde, para olvidar, o por lo menos para no recordar que la incapacidad se apodera de todo y no queda sino mirar hacia delante, porque el presente estruja un poco más
Mientras tanto, descanso en una esquina del laberinto emocional, pensando lo que fue, lo que es y lo que será, donde los pasajes ya no tienen ni nombre recorro los pasadizos de mi alma  intentando encontrar la salida, la entrada, o cualquiera.
El camino sólo lleva a alguna parte si se le transita, y yo, llevo unos buenos zapatos.
Dónde los senderos no proyectan sombra, busco un refugio que me de fuerzas para atacar de nuevo, para ser lo que era.
Donde los caminos se cruzan busco la rosa de los vientos, de la que dependen los destinos de quienes no creemos en autopistas y soluciones únicas.
Donde los sueños mueren, yo renazco una vez más mirando al vacío.
¿Qué se le va a hacer? Hoy no tengo ganas de levantarme, ni de pelear.
Hoy tocará rendirse, dejar que las letras sigan como lo hacen los minutos, las horas y los días, bailando por las calles como perinolas enloquecidas.
Mientras, yo, sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca por vivir, hablar, con ganas de todo al mismo tiempo.
 Gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fuegos artificiales, explotando igual que arañas entre las estrellas.
A veces el equilibrio es imposible y no soy capaz de encontrar mi lugar entre el cielo y el infierno.
Hoy se me hace difícil escribir hasta lo que parece más simple... aunque no sé si realmente existe algo simple en esta vida.
Desde Tijuana BC, tierra donde los días que no tienen nombre, escribo uno con sangre: Fénix, y aún me quedan muchas vueltas que dar porque estoy loca por vivir.

Andrea Guadalupe. 

Noches en silencio.

Febrero 2014.  Noches en silencio.
Quien mira al exterior, sueña, quien mira al interior, vive.
Era este, un caminante de los rumbos del mar, anciano como perro viejo.
Era un caminante que recorría el puerto mirando al suelo, que durante el día, caminaba sin rumbo entre recuerdos.
Nunca se detenía con nadie, salvo alguna ocasión, con el viento.
Todos los mediodías, se sentaba en una banca de la plaza a tallar figuras de madera con una navaja vieja.
Siempre empezaba una figura, luego, desaparecía hasta la hora de cenar y, cuando pocos podían verle, partía en su vieja barca.
Siempre volvía una hora antes de que saliera el sol.
Una tarde un joven se le acercó amable: ¿Puedo hacer algo por usted? preguntó.
No, no gracias, estoy bien, contesto el viejo caminante de las mareas.
Tal vez, guiado por su buen corazón, el muchacho, cada día, hacia la misma pregunta al encontrarlo, aunque, siempre obtenía la misma respuesta.
En un día, especialmente frio como hoy, el joven llegó junto al viejo y se detuvo.
No dijo nada, ¿para qué?
Esperó y, al ver que el viejo no se movía, se dio la vuelta.
Oye, espera, hoy si puedes hacer algo por mí, por favor, toma estas monedas y anda a comprar un café.
Al principio dudó, luego se volvió hacia el viejo, con una sonrisa en la boca, fue a conseguirle una bebida caliente.
Aquel día no hablaron mucho aunque, con cada sorbo de café, la lengua del mayor se fue soltando y el oído del joven abriendo.
De ahí que conociera la historia del anciano marino, y que se enterara de que, poco a poco, estaba perdiendo la vista.
Empezó pocos años antes y, de un tiempo a esta parte, el pobre hombre ya sólo distinguía luces y bultos.
¿Y por qué sale a navegar? preguntó.
Mira, por la noche, en tierra, todos los gatos son pardos y en la mar, todas las luces son sueños.
Busco un lugar donde llorar y reír... en que mi cuerpo y alma suden felicidad; en ocasiones, le encuentro, aunque otras, otras la brújula se desorienta
¿Son los faros o los sueños lo que hay que perseguir?, en cualquier caso, lo que hay que hacer es navegar, al final no importa ni la vela, ni el viento.
Lo único es sujetar el timón con fuerza para llegar a un puerto seguro, tenga o no tenga faro.
Desde Tijuana BC, lugar donde escribo, haya o no haya sueños, pues mi alma, viaja por un camino por el que ya ha perdido la esperanza de pasar noches en silencio.

Andrea Guadalupe. 

martes, febrero 4

Luego de años de vagar por el planeta

Febrero 2014.           Luego de años de vagar por el planeta
Hoy por la tarde, mientras comienza a perderse el día en una atmósfera con aires de magia de caos, de reflexión, de luz y de oscuridad.
Los espíritus pasean tranquilos por las calles y todo el dolor desaparece, la vida sigue su curso y es como el agua, siempre vuelve.
Me gusta dialogar contigo antes de despedirnos, como queriendo arrancarte del tiempo y hacer la espera menos eterna, quisiera conocer tus deseos más íntimos antes del solitario retorno a casa.
 Con mi mente que no me acompaña, que se queda recordando tus labios, ahora las calles se me hacen más anchas y el mundo demasiado frío e insondable.
 Quisiera arrancarte del tiempo, de todo lo que nos ata, cuando encontremos un lugar, cuando nuestras almas por fin tengan descanso.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar que habitaremos luego de años de vagar por el planeta y te besaré dulcemente.

Andrea Guadalupe. 

lunes, febrero 3

Ritmo del Invierno.

Feb. 2014.   Ritmo del Invierno.
Seguimos con esta temporada de invierno lluvioso, que alterna algunos días fríos con otros de tonos grises.
Nos perdemos desorientados en el tiempo de las largas tardes.
A veces miramos tras los ventanales antes de correr las cortinas, cuando cae la noche y vemos como el atardecer se precipita.
Blanquea el horizonte y enfría a los caminantes.
Noches de café con libros o conversaciones largas y ensoñaciones.
Si hay días con sol, paseos entre los árboles pelados.
Lo demás poco importa, sólo aquellos pasos de niebla al borde de sus sirenas y abismo.
Desde Tijuana BC, lugar donde ahora es el ritmo del invierno quien me clava sus ojos entre las uñas y el cielo.

Andrea Guadalupe. 

Para que puedas recibir el abrazo

Febrero 2014.       Para que puedas recibir el abrazo
Hola, perdón por la tardanza, tanto más cuando no me despedí al irme.
¿Sabes?, acudo a este lugar cada vez que me siento triste, deprimida… y sola.
 ¿Alguna vez te has planteado el significado de la soledad?
Mi opinión es que supone el impulso de unas manos que nos invitan a pelear.
De esa lucha podemos salir triunfantes, aunque  ¿y si perdemos?
Sí, nos hundimos y nos caemos hasta que nos hagamos fuertes.
Me dejo llevar por la espuma hasta escuchar los sonidos de mi silencio.
Dicen que soñar es gratis y yo, si destaco en algo, es en vivir en un constante aturdimiento que intento describir con mayor o menor fortuna.
Con el agua empapándome el rostro, las sirenas esperan que les cante, sólo que me he quedado afónica al verlas y ahora no puedo.
Al final nos sentamos en las rocas tomando un café y esperando que la luna nos contara un cuento.
Como puedes imaginar, he traído conmigo el reproductor para escuchar a Vicentico, cuya voz me transporta, enamora y hace soñar.
La primera impresión cuando llegué es que todo había cambiado, menos yo.
Quienes ya tenemos algo de mundo volvemos a un sitio por segunda vez buscando su esencia, así que no me importó que el paisaje no fuera el mismo mientras quedara su aroma.
Los aromas del recuerdo, que nos hacen prisioneras de un tiempo siempre presente, en el que no existe el ayer ni el mañana y por los que nunca pasan las horas.
Sigo siendo la misma de siempre, enamorada de un mundo que se nos escapa de las manos, aunque que nos permite avanzar en constante evolución caminando a nuestro antojo.
De todas formas, recordar que sigo en pie es lo que me ha empujado a volver sobre mis pasos.  
¿Quién no se ha quedado parada en medio de la nada sin saber qué hacer?
Yo a menudo, así que espero que no me vuelva a pasar… por ahora.

Desde Tijuana BC, lugar donde espero que, cuando recibas la carta, subas al tejado para que puedas recibir el abrazo que te mando desde la distancia.     Andrea Guadalupe.