Alas que expanden su deseo.

 Alas que expanden su deseo.
Las manos, trepan muros, descubren creaciones sin nombre, se deslizan por la sombra, invocan una luz mas allá de las miradas.
Ojos que acarician, exprimen, rasguñan, curan.
En las manos queda el recuerdo de lo que han tenido.
Son ellas la memoria, la guía y la cuerda con que se cruza a tientas el mundo.
Todo cuanto existe, lo es en la medida en que la piel lo reconoce, en que las manos pasean por su textura, y le dan forma para siempre en el recuerdo.
A las manos les acompaña el misterio de todo lo que pasa por ellas, se queda en ellas.
Las manos son también herramienta para que todo lo que no existe, cobre vida.
Para hacer del deseo, lo evidente.
las manos están ahí para sostenernos cuando aprendemos a caminar, para decir ...Hola, para cerrar un trato, para transformarse en un puño cerrado, para apuntar al cielo, para implorar, para cerrar los ojos del moribundo, para ser recipiente que recoge el agua, para aplaudir de alegría, para ser nubes que se pasean por el cuerpo amado, para cubrir el rostro de vergüenza.
Están ahí, vivas, para hacernos saber que, en días extraordinarios, con un solo roce, las manos se vuelven alas que expanden su deseo.
Andrea Guadalupe.