lunes, marzo 28

Entre todas, hay una…


Marzo 2011.    Entre todas, hay una…

 

Tengo una cantidad infinita de cosas por decir y tan poco tiempo para convertirlas en palabras.

Y aquí sigo, sumergida en un mar de sueños, cada vez más instantáneo, sin una frase de por medio, sin nada que  remedie o la dosifique...

Y aún sigo aquí, escribiendo párrafos que pocas personas saben leer, entender o apreciar...

Muchas imágenes dando vueltas en mi mente, sugerentes, cada una en su estilo muy particular.

Tratando de darle forma a mis sueños, dentro de este carrusel que llamo vida.

Ahora mismo escucho una melodía de Los Fabulosos Cadillacs, pieza que me provoca dejar de escribir y sentarme a saborear la melodía que parece salir con toda naturalidad a través de sus instrumentos.

Decido dejar la música de fondo a esta ambigüedad, y sigo escribiendo.

Recuerdo las imágenes para escoger a cuál de ellas dedicarle mis palabras de esta hora.

Siento que se asoman y contestan entre gritas: "¡Yo!, ¡Yo!, ¡Yo!, ¡Yo!".

No todas gritan con la misma fuerza, ni pelean con igualdad por salir.

Entre todas, hay una que es muy paciente, curiosamente no grita, y se muestra como una niña pequeña, y solo me mira con una mezcla de inocencia y ternura al mismo tiempo.

Es un ser en formación, en crecimiento, que no se apura ni se duerme en el tiempo, que sabe que cada momento, tiene su hora, y ésta, tarde o temprano, llegará.

Le doy preferencia sobre las demás y me inclino para escucharla, ignorando las otras voces. Muy serena, me dice cosas que irán sucediendo y surgiendo en mi vida y a cuales debo hacer frente.

Sé que lo que me dice es verdad, e incluso he pensado y reflexionado sobre algunas de las cosas que me dice en voz baja, más bien susurrante.

El terciopelo de su voz me va exponiendo las cosas que habrán de suceder.

Y me gusta lo que dice.

Le digo que estoy dispuesta, que si quiero, es mi vida, mi nueva vida.

Acaba de llegar.

 

Aunque algunas lágrimas han colaborado en pavimentar el camino que sigo, confieso que es tan bonito que a veces no me lo creo.

 Y ya no digo tanto: yo deseo… como ahora digo :yo quiero…

Es evidente que algo está cambiando en mí, en mi entorno, en mi espacio vital, en mi rincón existencial, y es para bien.

Y cuando busco alrededor, está esa niña ahí, sonriente, serena, lista para recordarme que las cosas son así y me sigue diciendo otras cosas que escucho con mucha atención.

Es bonito…

Desde BC, mi rincón existencial donde mi interior, mi yo, se presenta como una niña pequeña que me despierta y me dice: para que tu realidad cambie lo primero que tienes que hacer es verla.    Andrea Guadalupe.


                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 


domingo, marzo 27

Diferente.


Marzo 2011.    Diferente.

 

Soy igual a todas las mujeres por mi naturaleza, sólo que no me parezco a nadie cuando contigo pierdo el control de ella.

Soy igual a todas las mujeres, porque mi voz se parece a la de muchas, aunque  sólo yo puedo susurrarte palabras que nunca te han dicho ni te dirán.

Soy igual a cualquiera porque como todas, camino, sólo que mis pasos se hacen irrepetibles cuando te tomo del  brazo.

Soy igual a todas, porque disfruto sexo, aunque cada quien tiene un estilo único al hacer el amor.

Soy igual  porque me encanta un rostro sonriente, sólo que ninguna tiene la fortuna de ser la razón de tus más hermosas sonrisas.

Soy igual a muchas porque quieren a su lado un bello amor,  aunque únicamente yo soy capaz de tenerte sin tocarte.

Soy igual a tantas que escriben, sólo que mis palabras son para ti.

Yo soy tan igual, tan común, tan predecible, que entre tantas parecidas es difícil distinguirme.

Sólo cuando decidas mirar sin tu mente, sabrás que soy, he sido y seré para ti… diferente.  

Desde BC, mi rincón existencial, donde únicamente unos ojos diferentes, me ven…diferente.

Andrea Guadalupe.


                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 


Difícilmente podremos coincidir.


 

Marzo 2011.     Difícilmente podremos coincidir.

Tú, eres de siglos, yo segundos

Tú, de combos y hamburguesas, yo, comidas de casa.

Tú, de agua de tocador, yo, piel y sudor

Tú, agua embotellada, yo, agua de río

Tú, eres seguridad, yo, aventura y peligro

Tú, de aire acondicionado, yo, brisa de mar

Tú, eres de funcionalidad  y confort, yo, de colectivos y caminatas.

Tú, duermes, yo sueño

Tú, eres lunes por la mañana, yo, viernes por la noche

Tú, eres paraguas, yo, lluvia serena.

Tú respiras, yo, suspiro

Tú, eres de soda dietética, yo, de café negro.

Tú, eres el mapa, yo, territorio sin cartografía.

Tú, eres acción, yo, caricia y pasión

Tú, eres matemáticas, física y química, yo, escritura y literatura.

Tú, eres correo electrónico, yo, carta con olor a nostalgia

Tú, eres pasado y futuro, yo, hoy y ahora

Tú, eres quien debería, yo, quien quiere ser.

Desde BC, mi rincón existencial, donde difícilmente podremos coincidir.

Andrea Guadalupe.


                                              Andrea Guadalupe.

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                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 


sábado, marzo 26

Lo que una puede pensar en tres segundos y en una hora….nada.

Marzo 2011.  Lo que una puede pensar en tres segundos y en una hora….nada. 

 No, no eres tú, soy yo, dijo sin ser capaz de mirarme a los ojos, roja, abochornada. Mientras yo me reclinaba en la cama a su lado, me lo dijo.

En los tres segundos siguientes simplemente pude pensar, solo pensar.

Me quedé callada, mirándola, pensando.

No, no eres tú, soy yo me dijo, o sea, hasta hace tres segundos creía que era yo, sólo que ahora resulta que no.

Soy yo, finalizó.

Si, ya se que es ella, es la que está poniendo en duda mi ser.

Aunque, si yo soy esa que suspiraba por un beso suyo, ¿No se acordará?

Soy aquella que se esmero para prepararle la cena a la que le invite, para entrar por primera vez en mi casa, y ya no salir de mi vida.

Soy esa, ¿se acordara?

Seguro que ahora vienen los sermones.

Y yo, callada, tal vez sea por la ropa interior colgada en la regadera, o por mi obsesión a dejar siempre limpia la cocina antes de dormir.

Sólo que claro, seguro que me engaña.

Buscó la solución más fácil.

¡Fácil como ella! Al final terminó, engañándome.

Y me lo ocultó.

Aunque esto no queda así, voy a llamar a la loca esa que dice ser su amiga y me guiñaba el ojo y me pedía mi teléfono.

Qué ciega e idiota fui.

Le voy a pagar con la misma moneda. ¡

¡Mentirosa! además me lo dice en la cama.

Podría habérmelo dicho antes de acostarme, me quiere ver sufrir.

La habíamos pasado bien, comimos entre risas y buen humor, y de repente, me sorprende con esa frase… Dios… ¡No eres tú, soy yo!

¿Por qué no buscó algo original al menos?

Y yo, fiel, abnegada, resignada, acá callada…

Primero todo bien y tras una cena, todo mal.

Que no soy yo, claro, seguro, no se ni qué contestar…

Qué olor que siento… Seguro que es lo que dijo que ahora apesta.

Es insoportable.

Casi no puedo respirar del asco que tengo.

Aunque olfateándolo mejor siento que viene de abajo de la sábana…

La miro, me mira y repite avergonzada: Perdóname, no eres tú, soy yo.

La comida me hizo daño.

Está bien, respondo avergonzada.

Hasta mañana, te quiero, dije sin ser capaz de mirarla a los ojos, avergonzada.

Apagó la luz, durante una hora me quedé pensando.

Lo que una puede pensar en tres segundos y en una hora….nada.  

Desde BC, mi rincón existencial, donde descubrí que más vale soportar un mal olor, que perder un amor. Andrea Guadalupe.



                                              Andrea Guadalupe.

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viernes, marzo 25

Wikileak de la masturbación

Marzo 2011.  Wikileak de la masturbación

Esto no es un wikileak….sólo que resulta que antes de que se enteren por otros medios de lo que no deben, mejor yo se los digo.

Sucede que en el mundo corpóreo, existente, tangible, real pues, soy una mujer común.

Nada especial tiene mi existencia, que transcurre la mayor parte del día en el ambiente de trabajo con mis compañeros, mecánicos, soldadores, operadores de maquinaria pesada y choferes de tracto camiones.

Y justo a la hora del almuerzo, es cuando converso con ellos entre risas, bromas y palabras que me dan la oportunidad de conocer la mentalidad masculina sin trabas.

Además, tengo un hijo, varón por cierto, y ante la sugerencia de ser menos mojigata y más abierta mentalmente, decidí, en el ambiente propicio, creo yo, investigar un poco sobre un tema…escabroso para algunas personas, y ohhhhhhhh.

Vaya que aprendí y deseo compartir lo que descubrí de: Masturbación, puñeta, jalar el cuello al ganso, etc.…

Distintos nombres para uno de los actos más importantes en la vida de los hombre.

Hasta ahora, creía que siempre son motivadas por un deseo sexual imposible de satisfacer en pareja.

Sólo que  algunos estudiosos del tema han llegado a diferenciar múltiples diferencias en la motivación de estos actos que tantas satisfacciones les han dado.

Despliego tema…

La masturbación viciosa: Es  por excelencia, la que hasta ahora creía la única.

Es la que ellos se hacen simplemente porque están excitados  y punto.

Tiene una variante conocida como la masturbación dedicada, y es aquella que se hacen cuando ven a una mujer que les pone como cautín, y se jalan el pellejo soñando con ella, antes de que el recuerdo se les evapore de la mente.

La masturbación ociosa: Es aquella que se hacen sin ningún tipo de motivación sexual, simplemente porque se aburres y no tienen nada que hacer.

Es la que practican en esas largas tardes, cuando están de vaquetones y sus amigos no se pueden quedar hasta tarde.  

Si el nivel de aburrimiento es muy alto, puede derivar en la masturbación  experimental, que es cuando les da por pelársela con la mano izquierda, untada en crema o con la mano fría.

La masturbación valeriana: La que se hacen en momentos de estrés buscando no la satisfacción sexual, sino la relajación posterior.

Es lo que suelen hacer el día antes de un examen que llevan prendido con pinzas.

La masturbación valium: Son las cuatro de la mañana, no se quedan dormidos ni a la de tres, y se tienen que levantar a las ocho... Pues, masturbación en caliente y en cinco minutos están roncando.

Existe una variante llamada masturbación aspirina, que se la hacen porque les duele la cabeza, con la intención de calmarlo.

La masturbación higiénica: Por extrañas circunstancias de la vida, llevan una larga temporada de indiferencia sexual y hace tiempo que no vacían las pelotas.

Se hace imprescindible en momentos así darle de jalones al cuello del ganso para evitar las molestas e incómodas explicaciones sobre los derrames nocturnas.

La masturbación de celebración: Han conocido a una bonita chica, y finalmente han triunfado... cuando llegan a casa se jalonean el pellejo para celebrar.

La masturbación  McAulay.: Se la hacen simplemente porque están "Solos en casa".

La masturbación preparatoria: Han quedado con una linda señorita que va a servir para que den rienda suelta a sus más bajas pasiones, sólo que no quieren quedar mal... ¿qué mejor que una buena puñeta para evitar desagradables caídas del sistema de forma precoz?

La masturbación rutinaria: Pues bueno, porque siempre se la pelan los viernes a las siete y media o el sábado después de comer, para no perder las buenas costumbres...

La masturbación  reto: aquella que se hacen simplemente por lo bien que queda conceptualmente habérsela hecho.

La masturbación  innovadora: La primera, tiene un no sé qué de misterio, de no saber qué va a pasar... finalmente se abren las puertas de un mundo nuevo, aunque es una lástima que sólo ocurre una vez en la vida.

Como se puede ver, la masturbación masculina, es algo más complejo de lo que a priori parece.

Para finalizar, me viene a la mente la cita: Adolescencia es la etapa de la vida de un hombre en la que aún cree que la masturbación es algo transitorio.

Desde BC, mi rincón existencial, donde los wikileak de la masturbación, la encueran a una cuando menos lo espera. Andrea Guadalupe.



                                              Andrea Guadalupe.

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                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 


jueves, marzo 24

Una historia que surge de la mar......


Marzo 2011.    Una historia que surge de la mar......

 

 

Camino por la playa que recorro después de mis horas laborales, voy con pasos que marcan la arena, se quedan grabados en ella, donde no llegan los flujos y reflujos, donde solo el viento y el tiempo, la lluvia y otros pasos pueden desdibujar mis huellas.

Otras veces mis huellas son solo acústicas, o se ahogan en el ruido de un viento fuerte, o una manera de llover que suene más que yo.

Todas las tardes, mis pasos me traen de vuelta a la realidad y me despierto aquí, entre sol o nubes, con olor a yodo salobre y caminando junto a mí sombra, que acompaña mis huellas con las suyas.

Hoy las nubes se enredan, sopla un poco de viento de invierno y hace frío, aunque supongo que esta historia se tiene que contar aquí por que si no carecería de sentido y de sentimientos, y su banda sonora son mis propios pasos.

Aquí les conocí, poco a poco.

Nunca los he visto llegar de ningún sitio, no sé de donde vienen ni a donde van, solamente les encuentro paseando por la zona de la playa y sonríen, con sonrisas que parecen olas de mar.

Como ese señor que va por ahí es un tritón, un tritón anciano que pasea acompañado de una bella y joven sirena.

Noto tu desconfianza, sólo que sigamos caminando.

Aquella señora que se acerca, es una concha, preciosa, madura, esta de más decir que la luz se refleja en ella, y que el brillo de su mirada y su risa son incapaces de ocultar que lleva una perla en su interior, y ese señor de bigote, es un viejo lobo marino haciendo ejercicio.

Ahora con malicia sonríes, yo también fui desconfiada, aunque, mira las huellas que hemos dejado hasta ahora mi sombra, tú y yo: borradas.

Con seguridad, recordarás un accidente en el que un barco derramó petróleo al mar y el petróleo llegó a la costa ¿no?

Mira ahora sus huellas: son negras.

Una gota de agua cae en la ventana, mi sombra levanta la vista y mira más allá de las montañas.

La mirada se hace aguda mientras observo un movimiento nada común, a la distancia algo extraño atrae nuestra atención, mi sombra se extraña de la figura que se arrastra como insegura, como herida, avanzando sobre el suelo tristemente; su aproximación a la casa rodante donde nos encontramos será muy pronto, al ritmo de sus pasos, será sólo cuestión de minutos.

El viento que sopla me hace estremecer, me ajusto la bufanda tapándome la nariz y la boca. El café de la mesa continua enfriándose mientras su aroma danza sobre la taza e inunda el espacio.

 Limpio el cristal empañado de la ventana y  recorro la cortinilla, a lo lejos se observan las nubes que continúan su camino trayendo lluvias.

Los sueños caen como rayos sobre el suelo, el día soleado abandona melancólicamente la playa.

Mi sombra continua a mi lado en la ventana, una frecuente neblina cubre los alrededores.

La silueta ha desaparecido.

La figura extraña que se arrastraba frente a la casa, esta en estos momentos parada dentro de la casa rodante, a su espaldas la puerta abierta, no logro explicarme como logro entrar, tome la precaución de asegurar muy bien la entrada.

Una especie de mano sostenida por un cuerpo rígido de olor fuerte se extiende para tomarme el cuello, no puedo mover ni solo músculo, la impresión y el frío me ha congelado, en el interior de la mirada de esa cosa extraña sólo observo una inmensa oscuridad en forma de desvanecimiento, un grito desesperado se ha quedado detenido horrorizado a la mitad de mi garganta.

Sé que estoy acabada, no hay salida, es el fin.

En mi mente escucho un bostezo.

Mi sombra se ha despertado y voltea para verme dormir...

La vida como es el repicar de una campana, dice mi sombra que trae entre manos un vaso térmico enorme, donde toma café cuando desea iniciar una platica extensa y aburrida, sí, continua diciendo, antes de que yo invente cualquier pretexto para largarme.

El repicar de la campana emite sonidos que se presentan ante nosotros, ahí dentro de nosotros, resuenan las vibraciones del pasado, ahí se escucha las ondas sonoras, que transmiten una vibración que avanzan en el cuerpo.

 Resuenan, producen ruido, algunas salen, sin embargo otras permanecen, puedes sentir que llegan algún lugar de tu alma, ahí se depositan los acordes desafinados, el tono, el llanto, un quejido, un sueño tímido.

El sonido resuena vibrando, ahí el sonido y los sonidos toman un descanso para continuar su viaje dentro del cauce ruidoso del cosmos, llevándote a ti en su viaje.

El lugar de su llegada, es el infinito, porqué ahí es donde llegan todos los sonidos para hacerse uno solo, para fusionarse y mezclarse, para cantarse y contarse, para reunirse con todos los sonidos que dentro de nosotros y en los otros, habitan, sonidos que escuchamos y que dejamos escuchar, ahí están, intentando dejarse escuchar entre tanto ruido.

Son esos los sonidos que nacen, y así entre tanto sonido solo se escucha un silencio, sí, sólo un silencio que recuerda a lo eterno, porqué así es el sonido de todos los sonidos que reunidos en un solo lugar producen un silencio sepulcral.  

En los limites del cosmos el más brutal de los ruidos gobierna: el silencio.

Así es el sonido y la campana, así la voz y las palabras, así es el sentir que a veces se apaga entre tantas voces, así son los sentimientos que se ahogan entre tantos estremecimientos y que ya no se escuchan o se escuchan tan débilmente que solo asemejan quejidos de un sonido tan extraño como el de los otros.

Calles, autos, silbidos, tonos mal afinados, voces y susurros, cánticos suaves, declaraciones de amor a destiempo, afinaciones postmodernas y una cuerda rota, como aparentando un reciente suicidio.

Ahí están nuestras palabras limando el tiempo, cada frase que se menciono, suaviza y desgasta el tiempo, es decir lo envejece, las palabras de todos han cansado y envejecido el punto universal en el que nos encontramos en este instante, mira alrededor las cosas han envejecido, mira en el espejo tu rostro envejeciéndose de manera tan rápida, si, tal ves no se note, a veces es difícil asumir algunas realidades.

Las palabras desgastan y pulen no solo las emociones, sino también las cosas materiales y así van los anhelos congelados, los sueños capturados dentro una pesadilla equivocada.

Así es el sueño, el sueño y los sueños que asemejan a una serpiente cuando muda de piel, dejan el pasado llevándose solo ellas en si mismas.

Desde BC, mi rincón existencial, donde escribo palabras olvidadas, que revolotean entre tinieblas y fango, cómo alma que lleva el pincel y decora un cuadro de estrellas en los firmamento, palabras, que adornan una historia que surge de la mar ......

Andrea Guadalupe


                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 


miércoles, marzo 23

Un demonio que lleva nuestro nombre.


Marzo 2011.    Un demonio que lleva nuestro nombre.

 

Dedicado a quienes desde una butaca, esperaron la llegada del Tsunami en las playas de BC.

 

Desde Sigmund Freud y la aparición del psicoanálisis, lo siniestro es el closet cerrado de la infancia, los temores que nos acechan desde la niñez: El monstruo debajo de la cama, los asquerosos gusanos con sus dosis de ponzoña, los fantasmas que hacían rechinar las bisagras de las puertas de nuestro cuarto.

Seres que responden a un miedo nacido del miedo a lo desconocido, a la amenaza siniestra que se revela como daño y locura, desgracia, dolor y silencio.  

El mundo externo como un misterio sin resolver, como un desafío letal.

Aunque lo macabro nace en nuestro interior, el fantasma y el monstruo, lo llevamos dentro.

Y más tarde, la adolescencia y sus hormonas sexuales al máximo, erotismo naciente, impulsivo, que da rienda suelta a sus demonios.

Lo reprimido y lo expuesto sin inhibiciones, la comezón de lo deseado, habitar la marginalidad, residir en un universo alterno, donde la locura reina incontenible.

De ahí nace lo macabro, que seduce, el sexo que atrae y apena al mismo tiempo.

El mundo moderno se encuentra en la situación de un hombre tragado por un monstruo que lucha en las tinieblas de su vientre, o está perdido en un laberinto, lo cual también simboliza el infierno: Angustiado, se cree ya muerto, o a punto de morir, y no ve a su alrededor ninguna salida, más que las tinieblas, la muerte y la nada.

El progreso, también es una pesadilla macabra, una orgia de muerte y destrucción.

El mal no sólo anida en casa, habita mundos distantes, lejanos, donde la oscuridad desquicia la razón.

Lo siniestro es también una locura por devorar el alma, comerse hasta el tuétano del espíritu.

Lo que nos conduce a mirar estas circunstancias, es la conciencia de que nada es real, de que lo único autentico, es el miedo que sentimos, la deliciosa sensación de un placer perverso.

El de horrorizarnos con una pesadilla, sólo que nunca tan peligrosa como un asalto a mano armada, un secuestro exprés, o un tiroteo entre narcos.

Lo macabro es socialmente aceptado mientras no abandone el mundo virtual, mientras no se tropiece con el horror de vivir en la realidad que vivimos, con la masacre que hoy es nuestro paso por el mundo.  

Lo macabro, ejerce una fascinación: el juego de la metamorfosis, el cruzar la frontera entre la vida y la muerte, el deseo de saber que hay más allá.

El atravesar el espejo y enfrentar los mitos que mantienen su presencia a través de los símbolos y ritos, tabúes, mística y sexualidad.

Lo macabro, que termina siendo cuestión de convencimiento, con su voyerismo, placer erótico en su pornográfica violencia.

Cultura del morbo compartido para un público que contempla estas imágenes como un video juego, y entra al espacio de las últimas noticias.

El horror ante el sufrimiento ajeno, ante la pesadilla real, ya no asusta.

Sólo provoca un morbo insaciable, que anestesia y aumenta el principio del asombro.

Lo monstruoso, es que los medios de comunicación masiva, presentan, el lado del oscuro de nosotros mismos sin que nos afecte realmente. Claro, excepto, cuando somos protagonistas, cuando es nuestro propio entorno, la prisión, la trampa, la muerte.

Desde BC, mi rincón existencial, donde al despertar, como un dinosaurio de juguete, como un demonio que lleva nuestro nombre, lo siniestro seguía ahí.

Andrea Guadalupe. 

                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 


lunes, marzo 21

Mar de dudas y no Andrea Guadalupe.

Marzo 2011.     Mar de dudas y no Andrea Guadalupe.  

 

 

La palabra no es plática, es una fuga.

La palabra impide que hable el silencio, ensordece, gasta el pensamiento, lo maltrata.

¿Sabes?, cuando escribo, no hay barreras, puedo desmenuzar sentimientos como si no fueran míos, puedo reír y llorar a través de las palabras y amar o perdonar con todo el corazón y sin resentimientos.

No hay nada imposible a la hora de crear escribiendo, de convertir lo imposible en algo probable, de asombrarme con el recuerdo de la caricia tibia de una mano sobre mi rostro o suspirar serenamente ante el aroma levemente perfumado de una flor.

Cuando escribo no me basta con escribir, así que también borro, escribo y borro.

Sin embargo, nunca estoy contenta con el resultado final, siempre estoy pensando en si fui capaz de plasmar en lo escrito lo que realmente quería expresar.

A veces, el mundo se me viene encima cuando los pensamientos no se filtran y las palabras desaparecen de mi mente o se quedan trabadas en algún rincón complicado y no se muestran.

Para mí, escribir con la verdad es absolutamente necesario, no significa necesariamente escribir hechos reales, sino hacer verdadero lo que describo, contarlo con el corazón y con el alma por delante.

Me angustia saber, si cuando escribo lo hago bien o mal; y a pesar de ello, escribo; escribo y escribo y borro y al final, me creo un poquito escritora; vanidad pura, lo sé.

Cada cual carga con sus propios demonios.

Hago uso de la palabra, porque a través de ella puedo expresar lo que surge en mi interior, lo que sueño, lo que invento, las dudas que me surgen en el vivir día a día.

Cuando las ideas fluyen, siento que logro plasmar, aunque sea en una mínima parte, todo lo que me preocupa, me deslumbra o me hace dudar; sin embargo, es la duda la que gana siempre, la que me hace temblar y angustiarme, en, si lo que vivo, lo que pienso, lo que escribo vale la pena, o es un triste duplicado de mi vida o de lo que quiero decir.

 

En la intimidad, en los juegos, la palabra ha sido otra cosa, porque entonces se porta conmigo como si no le importara en absoluto mis dificultades para escribir.

Algunas veces me trata bien y entonces, con su ayuda voy haciendo textos o cuentos que según yo, tienen algún mérito; en otras ocasiones, se larga de juerga y me abandona a mi suerte, dejándome con las ideas estáticas y la página en blanco, donde según ella es como mejor se expresa, en silencio.

Eres una hipócrita,  la sermoneo entonces, ¿cómo sin escribir voy a contar o a decir todas las inmensas dudas que me inquietan?

Si lo que vas a expresar son puras dudas, entonces no las escribas, primero ponlas en claro en tu cerebro, en tu corazón o donde quiera que puedas tenerlas y luego que sean certezas, entonces sí, trata de escribirlas y yo te ayudo.

La palabra es una desvergonzada, sabe muy bien que aunque me enoje y haga corajes, siempre tengo que volver a ella y a suplicarle su ayuda.

La única forma en que puedo comunicarme es por medio de ella.

Ya sé que hay muchas otras formas de expresión: la imagen, las señas, los gestos, los sonidos; la escultura, la música; sólo que pienso, que ahora, quiera ella o no, tiene que ayudarme y dejarse escribir de la mejor manera y en el contexto adecuado para que quien me lea, me comprenda.

¿Quién va a comprender lo que escribes?, me dice.

Me enojo ante sus comentarios, me contengo porque no le falta razón y por conveniencia, puede darse el caso de que se enfade de veras, y se largue definitivamente y me deje más desamparada que una perra callejera.

 

Cuando escribo me transformo y creo que formamos una aceptable pareja.

Se crea un diálogo animado entre ambas y lo escrito va apareciendo como de la nada, como algo mágico, divino.

Es el momento de soltar toda la suma de dudas, sentimientos, sueños, anhelos, como si de una carga insoportable se tratara y dejarlas ir.

Convertirlas en palabras, que quizás no digan nada; aunque que para mí, habrá significado deshacerme de su carga.

 

Las dudas en mi interior persisten.

Mi nombre en la vida, bien podría ser; Mar de dudas y no Andrea Guadalupe.  

Hay personas a las que no les cabe la menor duda.

Son personas tan sobradas de razones que no tienen sitio en su cerebro para albergar una duda, por muy pequeña que sea.

A ese tipo de personas las llevo rehuyendo desde mi infancia, en mi juventud me acomplejaban; ahora, me fastidian.

 Hace tiempo que llegué a la conclusión de que en esas personas nada cambia: defienden con furia lo que piensan y adoptan el mismo sarcasmo cruel hacia el contrario.

Al poseedor de la verdad, no le hace falta que sus ideas sean populares, incluso en ocasiones se deleita en sentirse perseguido o ninguneado.

El fanático necesita una dosis de paranoia.

El poseedor de la verdad lo que desea con pasión es que el mundo quede ordenado en su mente gracias a una idea iluminadora que lo abarque todo y barre las dudas.

Esa verdad puede estar contenida en una ideología, en una religión, en un grupo de presión o en una forma de vida.

Para alguien que, como yo, vive en guerra con sus entrañas, los poseedores de la verdad son, por abreviar, un auténtico asco.

Yo me encuentro entre esa corriente de cursilería exagerada que se entromete en la vida privada y esa brutalidad conservadora que deja a las criaturas a la intemperie.

Y cuando me encuentro con alguien que como yo vive en un mar de dudas experimento la alegría de sentirme acompañada.

¿Cómo saber si poner en papel mis dudas a través de la palabra, puede ayudarme en algo; puede hacerme alguien mejor?

¿Cómo saber si esto que escribo puede tener interés para alguien más que no sea yo misma?

 

Desde BC, mi rincón existencial, a pesar de las declaraciones, quiero a la palabra, me quedo con ella con todo y sus ligerezas.

¿Qué más puede hacer una aprendiz, que tratar de conocerla un poco más, para comprenderla y creer que no es indomable?

Andrea Guadalupe.