TIJUANA BCN. DIC 05.
Doy todo mi esfuerzo para cambiar la oscuridad por la luz con la suficiente humildad que me de la serenidad para hacerle frente a los problemas y el dolor, solo con el objetivo profundo de vivir en paz conmigo misma y con las demás.
Admito que yo sola no puedo, es Dios quien dispone lo mejor para mi y lo acepto agradecida.
¿Acaso dispongo de otra opción?
Habrá otra formula para llegar a el camino de la aceptación de mis errores con la honradez necesaria.
Sinceramente no creo.
Debo reconocer que mi miedo a la vida daño a la gente que tuvo la mala fortuna de cruzar mi camino.
Con mi conducta desarrolle una incapacidad para crear vínculo afectivo y familiar, sumado a una neurosis, amando siempre con miedos, lo que seguramente trajo como consecuencias que la convivencia conmigo resultara difícil y en ocasiones insoportable.
Hoy solamente Dios puede darme la serenidad para observar los escombros de lo que el miedo hizo en mi vida, el desorden que queda y no fugarme en el alcohol o las drogas.
Ahora deseo reparar los daños, restablecer una relación sana con las demás personas.
Admito la confusión que cause por el tiempo que pase odiando el cuerpo en que me toco vivir.
Admito que deforme mis relaciones con mis hermanos.
Admito tener miedo a los comprometerme sentimentalmente por lo que solo mantenía relaciones apuntaladas en lo superficial.
Admito el gran enojo conmigo misma ya que por mucho tiempo me considere culpable de no ser como esperaban que fuera.
Admito el malestar y rechazo que me causa la figura masculina asociada a la autoridad machista.
Admito que mi relación antagonista con la vida, solo me trajo desdichas y frustración, me daño física, mental, emocionalmente y espiritualmente.
Y eso fue lo que regale, a quienes se acercaban a mi, mi enfermedad emocional.
Admito que he ofendido a la sociedad, a mi trabajo, a las instituciones, a el clero, con mis actitudes.
Admito que deseo tener una vida útil y feliz.
Admito que deseo perdonarme.
Ahora que escribo esto, caigo en cuenta de que tengo un gran resentimiento hacia quienes me hicieron sentir mal desde mi infancia, por adivinarme °diferente°.
Admito que el día de hoy, tengo confusión, por lo que solamente siento la necesidad de escribir.
Ahora que estoy en esta edad, y después de experimentar dolor e incertidumbre, quiero platicarte que estoy haciendo un alto en mi camino, para decirte que estoy enojada por que me sentí obligada a usar mascaras que no se ajustaban a mi realidad con la única finalidad de ser aceptada por ti, y lograr migajas de tu cariño.
He inventado mil suposiciones para justificarte, ya no puedo, no deseo seguir disculpándote.
Durante años, no tuve el valor para decir que este vació que siento en mi vida es por que siento necesidad de ustedes.
Estoy triste por que me indujeron a cultivar sentimientos de inmoralidad, perversidad, fracaso .
Si tú no me quisiste a tu lado.
¿Quien me querría?
No me considero un ser humano digno de amar, de ser abrazada, porque algo muy malo debí hacer para ser señalada, rechazada.
Ahora que he crecido me doy cuenta de que es necesario saldar esa cuenta contigo, por que no se cuales fueron tus razones, para hacerlo solo que…………..yo necesitaba dejar de sentir tu ausencia en mi corazón.
Me da miedo reconocer que he odiado, y que este sentimiento me ha acarreado soledad, frustración, y resentimiento.
Y a pesar de todo, existe una parte sana en mí, que hace años, esta luchando por vivir.
Muchas veces me he preguntado, Por que tengo que luchar por vivir.
Quiero decirte que ya me sentí muerta, solo que ahora que soy adulta, te digo que elijo vivir, y que poco a poco, he dejado de rechazarme por creer que fui una aberración inmoral por mis inclinaciones de niña desde mi infancia.
Ahora se que fue una falsa creencia .y por fin he rescatado a la niña que no quisiste de ese fondo de confusión en el que quedo sumergida sin motivos o razón alguna.
No murió, no morí, esta en mi, estoy aquí, ¡Vivo gracias a Dios!
No se lo que tengo que aprender de esta mala experiencia, lo único que si se, es que estoy sintiendo la vida, el aire, la naturaleza.
Me doy cuenta que soy capaz de sentir la belleza por que no soy mala, he descubierto que no es malo que yo este en este mundo.
Yo quiero perdonarte, no se como, no se como empezar, astas ahí, en algún lugar, y ya no tengo ninguna razón para acudir a ti.
De que o como podría empezar a hablar contigo.
Siento que tengo que perdonarme a mi misma, por que tú, solo conseguiste que me odiara a mi misma.
Voy a hacer lo que sea hasta lograrlo.
Por lo pronto le pido a Dios que nos ilumine y nos lleve por el mejor camino.
se que no es suficiente estar dispuesta a acercarme a mis seres queridos, y pedir perdón, siento que la prueba de que quiero tener una mejor relación con cada uno, es ser el ejemplo, ser yo la que con buena voluntad ponga todo el empeño por encontrar la forma de vivir en armonía con la vida.
Estar siempre alerta para darme cuenta en el momento en que estoy a punto de repetir mis hábitos negativos y corregirlos de inmediato.
Esta puerta que se abre me descubre con muchas carencias, debilidades, dolores, solo que…
Siento que es precisamente esto lo que me impulsa a seguir adelante.
Tal vez no sea agradable darme cuenta de las consecuencias de mis actos pasados, por eso debo tener presente que el valor y la fuerza, que necesito me los proporciona Dios, siempre que acuda a el pidiendo ayuda.
Solo así podré caminar hacia una vida nueva.
Hoy reconozco que tengo menos cosas que resolver que cuando vivía en la completa inconciencia, sin imaginar que llevaba guardados todos estos temores y odios.
En alguna parte leí que: La autentica religión no te enseña a adorar, La autentica religión, te enseña a descubrir el autentico Dios que hay en ti.
Desde el momento que hice mía esta verdad, el camino se ha hecho mas fácil de andar, de una forma cada vez mas intima, abriendo una puerta hacia lo divino.
Solamente haciendo a un lado falsas creencias, tanto religiosas, como sociales, puedo formar mi propio criterio.
Ahora que siento paz en mi corazón, recuerdo estas palabras: Los ciegos ven, los sordos escuchan, los cojos andan.
Después de este tiempo de no beber alcohol o drogarme, ahora no puedo ni quiero ocultar mi verdadera esencia, mi identidad genérica, la cual esta muy lejos de necesitar adornos.
Lo único que puedo interpretar de todo esto, es que ha sido Dios el que ha colocado cada una de las piezas para armar este rompecabezas de mi vida,
Coloco tanto las personas, como circunstancias para que logre el propósito de mi vida,
APRENDER A VIVIR.
