miércoles, mayo 25

Ahí están...

Ahí están...
Miro por la ventana de la casa en silencio.
Afuera la indecisa mañana esta cargada de neblina.
El mundo parece dormido, apenas se adivinan las sombras de las casas y los cercanos arboles.
Me pesa la niebla sobre el animo como un vestido de metal, el mundo es un fantasma.
No se ve la tierra, no puedo hallar el cielo, solo puedo apoyarme en mi y ese...es muy pobre apoyo.
De pronto sopla el viento y los hilos de neblina se destejen, aparecen el azul del cielo y en él, la redondez del sol.
Y el mundo se levanta como uno de esos paisajes plegadizos de los libros para niños.
Veo la fila de casas, la gente, el camino.
Entonces se conforta el alma con una sencilla verdad que se olvida en las noches oscuras o en las mañanas nebulosas , los cielos y la tierra están ahí, ahí están ustedes y estarán siempre, aunque yo no los vea.
Andrea Guadalupe.

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