Tijuana BC JUN/009. Las últimas líneas…………………………Las últimas.
Le tengo mucho miedo a las hojas en blanco, lo admito.
No me gustaría que llegara el día en que no tenga nada que contar.
Quienes amamos la narrativa regularmente llevamos nuestro mayor recelo en el bolso / mochila / lo que sea que llevamos colgado al hombro, por si la inspiración nos visita sin avisar, que resulta ser casi siempre.
No es que yo sea de las mejores en esto, claro que no, no es falsa modestia, es la verdad.
Y no lo soy porque no me da la gana, porque no hay tiempo para pasarse el día imaginando historias.
En mi infancia no me daba miedo no tener nada que decir
Ahora, hay veces que me paso horas sin escribir una sola línea.
Y eso me deprime, entonces, escribo.
No es lógico, ¿verdad?
Bueno, es una forma de vida tan válida como otra cualquiera.
Necesito seguir temiéndole a la hoja en blanco, es el único modo de seguir escribiendo, aunque no haga grandes cosas.
Necesito seguir intentándolo, aunque sea deprimiéndome, aunque nadie se pase a leer lo que en un momento dado escribí en un arrebato.
Angustia mortal, Fueron las primeras palabras me llegaron a la mente.
No entendí mucho el por qué de aquellas palabras, aunque tampoco necesite alguna explicación. Comencé a acariciarme el cabello hasta tomar la cabeza y trate de pensar… trate.
Tome rápidamente una hoja de la libreta que usaba solo para escribir, libreta que usaba continuamente, tomé lápiz y… escribo:
Angustia mortal, me habrás alcanzado por sorpresa una vez, sólo que dos, no.
Qué ligera llegaste aquella vez, me sedujiste y luego me hundiste, mas no se puede esperar otra cosa de ti.
Ahora estoy preparada, miro donde camino para no encontrarte y también cuido mi espalda, para que no me encuentres de sorpresa, es más, astuta, llevo un crucifijo en mi pecho, y las alegrías que me ha regalado la vida, ya no te temo, así que si vienes no creas que quedare inmóvil aguardando.
Deslizo la mano sobre el cabello, mientras aspiro el olor a tinta que brota de la hoja al escribir las últimas líneas…………………………Las últimas.
Sola, estoy sola, y la soledad es mi única compañía.
Bueno, al menos me hace sentir que estoy viva.
Pienso en esas personas que van de compras, nunca pensarán ahí en lo que es morir.
Yo tampoco lo hago, no voy al supermercado.
Es egoísta de mi parte que no le cuente a nadie lo que pasará.
Pienso que sería egoísta agobiar antes de tiempo.
Me alegra, sé que me entenderán.
Descubrí que la única manera de seguir viviendo, era durmiendo, sólo esta, encontré, era la forma más cercana que tenía para pasar inconciente la mayor parte del tiempo.
Vivir para dormir, dormir para seguir viviendo.
Así pude hacer reales mis sueños por una fracción de tiempo… y pensar que el tiempo se detuvo en unos años pasados, que tome buenas decisiones y que seguimos paseando por el templo y ex convento de Santo Domingo, riendo y soñando con nuestro mar y de alguien más.
Aquella presencia en mi vida ya no viaja a la Tierra de Don. Macedonio Alcalá, quien sustentó con música que Dios nunca muere, a la de tehuanas de piel canela, la de Mitla y Monte Alban, la de Sto. Domingo, prodigio en jaspe verde, capital de siete moles y mil mezcales, la bella, la señorial, la lánguida, la eterna, la adorable...Oaxaca.
Olvidó el aroma de las tlayudas y la cecina, de lo mucho que disfrutaba su compañía, ahora solo está en su mente el cálido smog capitalino.
Yo, a veces viajo, aunque sea en sueños, a ese mundo de la Princesa Donaji, que me hace recordar lo feliz que fui en esa fracción de tiempo… y lo estúpida que me sentí en los años siguientes. Andrea Guadalupe.
Andrea Guadalupe.
Desde mi rincón existencial, donde el sol nace al poniente.
Actualiza, comparte y gana con Perfil de Windows Live
No hay comentarios.:
Publicar un comentario