domingo, junio 7

Un sueño que adquiere tu voz y define tu naturaleza


Tijuana BC Jun/009. Un sueño que adquiere tu voz y define tu naturaleza
Hoy te escribo aquí sentada y serena, formando parte del paisaje de esta ciudad, te escribo con el corazón en la mano tal y como me lo pides, y en la otra un lápiz pensando liberar con el, las letras que se decidieron a contar su verdad y no quise detener.
Hoy te escribo aquí sin la lógica y el orden, sin el molde de lo bueno, sin correcciones ni modelos, sin nada que decir con todo por sentir.
Sin reclamar nada, sin tener que pagar, sin tener que cobrar, sin esperar mas nada tan solo vivir, no puedo negar más, Jann, tu presencia en mi vida, no puedo negarme a ti, solamente estoy aquí.

Jann, te escribo por la razón de la sin razón, por lo irracional del sentir, por dejar de buscar razón por encontrar razones en ti.
Mañana no sé si te escriba y no me importa saberlo y por esta incertidumbre hoy te escribo.
Hoy lo hago recordando tus labios en su forma perfecta en la sonrisa expuesta en esa mágica fuerza que me provoca y me aleja a un mundo en silencio, desde un azul planeta, desde este silencio a veces tan mundano de pronto tan lejano, hoy te escribo aquí y me callo frente a ti, será por este miedo de decirte lo que siento, de mostrarte lo que siento.
Me encuentro en una confusión, en una alternativa interna de no saber si seguir pensando en ti, o escribirte estas líneas, y es que el sólo hecho de tenerte en mi mente, me desespera y hace que pierda la concentración, y difícilmente te puedo borrar, pues vuelves una y otra vez a aparecer, y poco a poco me conviertes en un ser lleno de agonía por saber que estas haciendo, por correr a tu lado.
Me vuelvo una loca encaprichada en su anhelo, que es un sueño que adquiere tu voz y define tu naturaleza, que me llena de emoción y hace que profundamente quiera morir,
¿Para qué?, para que al nacer de nueva cuenta sienta lo mismo, que inexplicablemente sólo tú puedes lograr.
Quiero poner mi cabeza en tu pecho y sentir tu respiración, que tú escuches los latidos de mi corazón antes ahogado, sólo que ahora vivo y estremecedor, creador de sentimientos de cariño que provocan un hervor en mi sangre, ¿me entiendes?, si no, no es necesario, siéntelo y comprenderás
Adore como me mirabas, y no sabes cuanto marcaste mi vida, eres tú ya parte de mí y sólo espero tomarte de las manos para llevarlas a mi rostro, deslizarlas por mis facciones y al tenerte de frente, mirándote a los ojos, me encuentre reflejada y sientas el amor, que tengo aún guardado.
Y si el fin del mundo llegará y pudiera escoger ser una cosa, no habría otra que ser una lágrima tuya, para nacer en tus ojos.
Ha pasado algo de tiempo, desde la última vez que te dije; Hola amor.
¿Lo recuerdas?, yo aún muy claro, y creo que no tuve en ese momento el valor de decirte tantas cosas que hubiese querido decir.
Desde esa vez comprendí que el amor y la amistad es algo mucho peor que el odio, pues en ese desprecio no te importa que pasará con quien detestas, mientras que en el amor y la amistad sufres momento a momento por lo que pueda suceder a quien quieres, puede que sea algo difícil de comprender, sólo que no de sentir.
Pasamos momentos únicos en Oaxaca, que no se repetirán otra vez, maravillosos, ocasiones que me hicieron pensar en lo fantástico y divertido que era vivir la vida y dejar que transcurriera el tiempo, como si fuera un abrir y cerrar de ojos, al mismo tiempo, me daba cuenta de que no debía de dejar pasar más tiempo, para algo inevitable...
Creo que nunca nos enojamos por algo serio, si no por tonterías que no eran más que una muestra de celos tontos, a la vez muy dulces, que nos alentaban a seguir siendo algo más...
Algunas veces no demuestro valores y sentimientos, olvido que en ocasiones guardarlos es malo, y el dejarlos ahí, me crea conflictos.
Y si Jann, en algún momento llegas a pensar que no te quise, desmiéntete, fuiste para mí lo más importante, y que el dolor llego, cuando no hubo más que lo inevitable.
Hoy quisiera que vuelvas a sentir mi cariño, como si disfrutáramos un sueño hermoso

Jann, estas líneas llevan impreso el deseo de saber como te encuentras, como van tus cosas, como transcurren tus días...
De mi te diré que me encuentro bien, intento ocupar lo más que puedo mi tiempo, para sobre llevar tu ausencia.
Desde que nos separamos, los días se hacen demasiado largos y las noches muy frías.
¡Te extraño tanto!

¡Sabes!, en ocasiones, durante mis horas de sueño vuelvo a caminar esas calles, que recorríamos.
Vuelvo a sentarme en el banco de la plazoleta de San Francisco Tutla y me bebo los recuerdos de esos días, si hasta llego a sentir mi cabeza recargada en tu hombro, como si el tiempo no hubiera pasado y volví a sentirme querida, nuevamente me supe tan tuya, como en aquel momento y me estremecí.
Casi sin darme cuenta asomó el rocío en mis ojos, como en aquella mañana cuando me hiciste sentir tan deseada como mujer.
Ves, a pesar del tiempo y la distancia te sigo amando como el primer día, con la misma pasión.
Sólo que ya ves, las cosas no fueron como las soñamos, equivocaciones, malos entendidos hicieron que nuestros caminos se separaran.
Muchas veces me pregunté ¿Porque? y no hallé respuestas.
Solo las lágrimas acudían a mis ojos, únicas compañeras inseparables de mis angustias, y a pesar de todo lo sucedido, te sigo amando.
Me contenta saber que aún te amo, porque he de guardar en mi corazón los bellos momentos compartidos, junto a tu sonrisa, el sonido de tu voz y la ternura de tu mirada.
Tal vez una mañana descubra que al recordarte ya no me dueles, será el preciso instante en que pases a ser un capitulo más en mi vida, ese que guardamos celosamente en el cofre del corazón y que cuando lo traemos a la memoria, nos dibuja la más bella sonrisa.
Solo me resta decirte que no me arrepiento del amor que vivimos y de todos los errores cometidos, necesité hacerlo para poder continuar.
Se feliz. Jann, por siempre estarás en mi corazón.
Andrea Guadalupe.


                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 




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