miércoles, junio 17

Si me preguntaras

Tijuana BC Jun/009.                Si me preguntaras

 

 

Normalmente, me levanto con las primeras horas del día, hago mis borradores en papel con lápiz, limpio la cocina, escucho algunas noticias, el pronostico del tiempo, algunas condiciones de la ciudad, y en su mayoría, asuntos que la involucran.

Hoy quise ver un poco más mi vida, mis cosas, y con ganas de escribir, quise revisar algunos aspectos que quiero reconocer en mi, y llegue a la increíble conclusión de que no conozco el por qué de muchas de mis actitudes, defectos o cualidades, a pesar de reconocer una a una de las personas que siempre han estado y están cerca de mi.

Si me preguntaras porqué soy tímida y nerviosa, creo que te diría que aún no lo tengo claro.  

Si me preguntaras por qué tengo una gran indiferencia hacia los deportes y prefiero escuchar música, leer un libro, o ver la televisión, o por qué prefiero pasarla en casa los fines de semana, no sabría responder.

Si me preguntaras, te diría que me gusta bailar, cocinar para mi hijo, que se me dificulta convivir con quien no conozco, la química y los instructivos de muchos dispositivos modernos.

Si me preguntaras, por qué creo en Dios, no en quien vive de predicar su palabra, o en las religiones, tendrías que preguntarle a la anciana que me crió, a mi mamá- abuela.

Si me preguntaras, por qué no beso bien, por qué no acaricio bien, por qué mis manos no saben mostrar sentimientos, tendrían que responderte quienes no me enseñaron a amar.

Si me preguntaras, por qué me consuelo en escribir, aunque de verdad soy tímida, te diría que un día lo hice bajo la identidad de AGLUNA, que son las iniciales de mis nombres y mi primer apellido, y que prácticamente, adquirí una nueva identidad.  

Bajo la frase: Desde mi rincón existencial, quiero mostrar lo que pienso de la vida, lo que me inquieta de lo que mí alrededor gira, o mejor, lo que entiendo cuando camino sobre este mundo que no se detiene.

Desde ese día, sólo hay cosas buenas por destacar, alegrías y lagrimas, un rescate de mi humana condición, un enorme agradecimiento con la vida, con las personas, con Dios.

Si me lo preguntaras, te diré que el escribir me hizo descubrir que estoy lista para morir, y de ninguna manera estoy exagerando.

La palabra escrita me llevo a reflexionar sobre el valor de lo que ahora tengo, y que a la vuelta de unos segundos, puedo perder, la vida misma.  

Y no tendré tiempo de pensar, analizar, porque para ese momento, estaré muerta y nada más que eso.

Descubrí que he dejado de hacer muchas cosas, sólo que igual me alegro de las que he hecho.

Me duelen los tiempos perdidos sin haberlos apreciado, sólo que igual me alegro de aquellos que le regale a mi vida.

Me duele el llanto que derrame mientras llenaban mi corazón de dolor o quizá de odio,  sólo que sonrió cuando recuerdo las lagrimas de felicidad en los momentos bellos de mi existencia.

Me duele que haya cerrado los ojos en tantos momentos, y no haya podido admirar la belleza de esta vida, que sólo admire cuando los tuve abiertos.

Y el tiempo que le pude robar a los entupidos compromisos adquiridos en mi vida, quisiera ahora dedicárselos a quienes me quieren.

No es que no quiera vivir, quiero vivir de la mejor manera posible, sólo que debo ser conciente de la cercanía que la muerte tiene en mi vida, y no hablo en una medida de tiempo, sino en una medida de probabilidad.

Si me lo preguntaras, te diré que estoy para morirme, porque la única condición para morir, es estar viva.  

No me inquieta el alud de pensamientos en mi mente y la poca congruencia de ellos con mis palabras, de las ideas que van y vienen, y no parecen apuntar hacia ningún lado.

Me basta con saber que son muestras de mí vida, de que mi cerebro esta funcionando, y por lo tanto, aún respiro.  

La idea de escribir no es descifrar lo que mi cerebro parece indicar, lo que mis palabras pretenden mostrar, son los pensamientos con que se alimenta, no vienen de fuera, esos mensajes no hay que buscarlos en una fuente extraña, porque se esconden en la sutil madeja que teje la trama de mi diario vivir, en el vasto y profundo océano del silencio que habita en mi mente.

Si me preguntaras, te diré que lo más importante no es saber todo sobre mis cosas, conocer uno a uno de mis defectos, para poder mejorarlos, o en listar cada una de mis cualidades para tenerlas como carta de presentación, o establecer el origen y significado de muchas de mis actividades.  

Creo que me basta con reconocer que sólo soy una obra donde han estado involucradas muchas personas.

Una obra siempre en construcción, obra que no depende sólo de mí, obra que por si sola no seria nada. Andrea Guadalupe.

 

 

 



                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 




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