Tijuana BC Jun/009. Macabra generosidad.
Después de la muerte de los niños en Hermosillo Son, a cerrar guarderías, a revisar el marco jurídico que regula las estancias infantiles, a revisar las leyes de Protección Civil, a revisar los reglamentos, los decretos, los ordenamientos, la normatividad.
Después de la tragedia, hay que investigar, deslindar responsabilidades, realizar peritajes.
Hay que buscar culpables, decretar tres días de luto, escuchar las justificaciones de los funcionarios, responsables de la masacre.
Después de que se quemaron las criaturas de entre 11 meses y cuatro años de edad, hay que investigar si se violaron sus derechos humanos, indagar el trato que recibían en la estancia infantil, una más de los cientos de guarderías del Seguro Social.
Después de la muerte de las criaturas, hay que revisar el tipo de construcción de la bodega, hay que revisar el inicio de la combustión fatal, la causa de las llamas y determinar los motivos por los cuales el fuego "entro de manera atípica por el techo, quemando los plafones" Dixit: Ernesto Gandara, alcalde de de Hermosillo.
Hay que apostarle a la amnesia, al olvido, a la cristiana resignación, hay que callar que en una galera de 50x30 mts, se tenían a más de 200 niños, mientras sus padres trabajaban.
Hay que seguir presumiendo las guarderías infantiles comunitarias de Seguro Social.
Las de calidad y cuidados ínfimos, y los centros de resguardo infantil que permiten a las madres solteras ir a trabajar de sol a sol en las maquiladoras.
Después, hay que agradecerle al Presidente su visita a Hermosillo, hay que darle las gracias al director del Seguro Social, por pagar los servicios funerarios, por regalar el pedazo de tierra en el panteón, por su macabra generosidad.
Al callar el ultimo de los gritos de los niños muertos, hay que dar un carpetazo, hay que confiar en la amnesia social, hay que pasar por alto que las autoridades del Municipio de Hermosillo y el Seguro Social autorizaron una guardería en ese ambiente.
Hay que pasar inadvertido que permitieron el funcionamiento de una bodega que no estaba diseñada para atender a 200 niños.
Después del genocidio, hay que permitir que sigan operando impunemente este tipo de trampas mortales, que son supervisadas cada mes para que realicen su labor con "eficiencia y transparencia"
Hay que seguir presumiendo los albergues infantiles del Seguro Social, los de costos accesibles, los que apoyan a las madres trabajadoras.
Después de enterrar a los inocentes, hay que pasar por alto que la inseguridad esta en las calles, en las casas, salones para fiestas, escuelas improvisadas, antros y fraccionamientos que se construyeron sin que se revisen sus proyectos y construcción.
Andrea Guadalupe.
Andrea Guadalupe.
Desde mi rincón existencial, donde el sol nace al poniente.
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