martes, abril 1

Morir frente a la taza del baño.

Tijuana BC Marzo 008.     Morir frente a la taza del baño. Editorial

 

 

 

 

 

Con atención, estudio las imágenes que me presentan, me resulta absurdo y contradictorio.

 

Era una joven mujer, alta, hermosa, esbelta, aparecía sonriendo en cada foto que vi de ella.

 

Muy joven todavía para morir.

 

Era bulímica, un tiempo después, anoréxica, enferma de no comer.

 

Hoy ya no es nada, solo una estadística mas, una de las pobres ilusas que piensan que comer bien engorda, y estar gorda es peor que morirse.

 

Es un caso triste, indignante.

 

Al leer la nota de su muerte, sentí una especie de lastima mal entendida hacia la madre de la jovencita.

 

¿Cuánta tristeza habría en su alma por haber perdido a su hija?

 

Quedarse sin un hijo, por la causa que sea, debe ser un dolor que no tiene fin, sin medida, es mas me resulta inimaginable, por que si pierdes tu marido, eres viuda, si pierdes a tus padres, eres huérfana, solo que perder un hijo……………………….es algo que no tiene nombre.

 

Instantes después, me detuve en medio de mi actitud compasiva y considere que sinceramente, nadie tiene la culpa de lo ocurrido, solo la joven recién fallecida.

 

Su madre, aunque dolida, y en medio de su luto, no debe sentir culpa alguna.

Me explico: Por principio de cuentas, es difícil definir que es gordura.

¿Cuánto debe marcar la bascula para considerarse gorda?

¿De que época debo tomar la referencia de lo que se considera un cuerpo sano y hermoso?

¿La belleza esta asociada en forma tajante al tamaño de las curvas que poseo?

Todos estos términos, gordura, esbeltez, belleza, son tan subjetivos como la definición de la felicidad misma.

Si hablamos de el momento que vivimos, la joven que mencione antes, era el prototipo de la belleza, una cara bonita, un cuerpo delgado, casi sin curvas, casi en huesos, según su grupo de amistades, ninguna que no sea talla dos, o inferior, puede aspirar a ser admirada por las mujeres, deseada por los hombres, gozar del reconocimiento social, en fin, de lo que casi todas deseamos y apenas nos atrevemos a soñar.

En la época de oro del cine mexicano, las divas: Libertad Lamarque, Maria Félix, las rumberas Ninon Sevilla, Rosa Carmina, y varias mas, todas ellas fueron mujeres sensuales, llenas de curvas.

En ese momento, ser flaca, era el equivalente de estar enferma, desnutrida, sin gracia, y por lo tanto, poco atractiva a los ojos del sexo opuesto.

En aquel tiempo, esas mujeres, consideradas las mas bellas, también gozaron de fama y fortuna.

Dudo mucho que se encerraran en el baño del tocador a vomitar lo recién comido.

Eso si, algunas actrices tenían los mismos vicios que ahora, alcohol, drogas, sexo, y otros excesos.

Eso no lo discuto, solo que el tema que me ocupa ahora es otro.

¿Por qué esa maldita obsesión con nuestro peso?

¿Por qué creemos que si no somos talla dos, cualquier prenda se nos ve horrenda?

¿Por qué estamos peleadas con las curvas naturales de nuestro cuerpo?

¿Por qué odiamos nuestras carnes?

Si están ahí, abundantes, escasas, es por que las hemos dejado llegar a ese punto, nada más.  

Si estamos inconformes con lo que vemos en el espejo, entonces hagamos algo.

Algo que no implique vomitar la comida, estoy hablando de hacer algo por nosotras mismas dentro de los límites de la sensatez y la salud.

Si eres gordita y te quieres ver como Kate Moss, por que la viste posando en alguna revista de modas, ¡Olvídalo!

Esa niña nació delgada, y se va a morir así, sin mencionar que sus genes son distintos, otra cultura, y otras costumbres.

Además de su supuesta bulimia y anorexia.

Sus alimentos, si es que se alimenta, no son tacos de barbacoa por la mañana, ni burritos de harina al medio día.  

Si piensas en hacer ejercicio, y me refiero a hacerlo en forma constante, y no solo  con pagar el gimnasio para ir un día no y el siguiente tampoco, pues anímate y hazlo por ti, por salud, por diversión, y hazlo por un buen tiempo.

De esta forma, podrás comparar resultados, decidir si es el estilote vida este es para ti.

Solo por favor no te quejes de que no puedes mas con la lonja si te subes 10 minutos a la caminadora, y al otro día te subes a la báscula y ya quieres ver resultados.

Nuestro cuerpo es noble, nos deja caminar, correr, agacharnos, jugar, hacer el amor sin calambres, y sin fatigarnos a medio show.

Nuestro cuerpo no nos importa por que creemos que aguanta todo lo que sea sin protestar.

Si tu cuerpo vive en un estado de sedentarismo, de alimentación excesiva, o nula, si le metes alcohol, drogas, grasas, o no duermes lo suficiente, no esperes que tu cuerpo sea el de una conejita de play Boy.

Si, ya sé que esas niñas solo viven para su imagen, y que además están llenas de silicón.

Si hoy no somos tan bellas como deseamos, es valido hacer algo.

Tan malo es comer en exceso, como no comer en lo absoluto.

Se vale hacer dietas, ir al gimnasio, comprar la caminadora, que no solo sirve para colgar toallas, salir a caminar por las mañanas, hay ejercicios para todos los gustos y necesidades.

El punto es: ¿Qué tan férrea es nuestra voluntad?

Esa que nos falta cuando nos ponen frente a un pedazo de pastel que chorrea chocolate, y espera que le hundamos el tenedor.

Esa que le hizo falta a la chica, una y mil veces que se vació el estomago en forma artificial, violenta frente a la taza del baño.

Su cuerpo le cobro la falta de alimento, la falta de amor propio, y la falta de voluntad para aceptar que su enfermedad no podía prolongarse eternamente.  Andrea Gpe.

 

 

 

 

 

 

 

 


 

                           Andrea Guadalupe.

                              
                         Tijuana Baja California Norte. Mexico

                   DESDE MI RINCON EXISTENCIAL,

hesa540828@hotmail.com           agluna200@àyahoo.com.mmx
 
 


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