domingo, mayo 10

Bodrio dia domingo.

Tijuana BC May/009.                      Bodrio día domingo

 

 

Hoy es un bodrio día domingo y además lacrimoso 10 de may, son 24 horas sin el encanto del sábado y con el anhelo al agridulce sabor que tiene el lunes.

Día domingo, le considero uno de esos apéndices inútiles que quien sabe porque conservamos los vertebrados.

Un capitulo de esta interminable tragedia que es mi vida, comenzó hoy cuando en mi domicilio personal, mh mh mh mh, aparte de de los reclusorios y los cementerios., ¿Habrá domicilios colectivos?

Disculpen, se me van las cabras al monte, solo que ya las volví al corral.

Sucede que no resisto la tentación de decir que mis pensamientos escritos no pretenden ser una novela, si una pequeña crónica de mi existencia y sus circunstancias, y es necesario, como dicen los políticos, fijar posición.

De ahora en adelante tengo pensado seriamente escribir acerca de lo que me de la gana.

Creo en verdad que es mi mejor manera de no perder la alegría de escribir.

Casi todo mundo sabe que para estar en la casa descansando, acostumbro vestir unas elegantes y cómodas garras de limosnera en decadencia.

Y así habría permanecido todo el día, solo que resulta que hoy tenía una reunión y no era cosa de presentarse con mis harapos.

Algún día ya cercano, lograre asistir en fachas a las convocatorias sin que nadie me ponga cara de ¡………inche loca!

Solo que la gente no esta preparada aún.

Un capitulo de mis interminables tragedias, comenzó cuando tras media hora de regadera, el jabón ejercía su acción y yo con entusiasmo cantaba; Padre Nuestro, de Los Fabulosos Cadillacs.

En la línea que dice; Cielo bonito devuelve mi alma, cielito yo te pido otra oportunidad

Cielo no me hundas, no me desmorones, cielito no me dejes sin saber la verdad………..

Ahí ceso el flujo de la regadera y mi alegría se transformo en desaliento.

Para mi, no hay estado mayor de orfandad que este de quedarme enjabonada bajo la ducha interrumpida.

Desde la altura de mis cielos mentales y como en una escena del Antiguo Testamento, un grave pensamiento en voz alta me anuncio: No hay agua.

Resultado, me encontré como Venus surgiendo de le espuma, como un cuadro virtual pintado a dos manos por Botticelli y Fernando Botero.

Mientras yo reaccionaba y analizaba la situación, el champú se me resecaba en la piel dándome un acabado Nefertiti.

Me enrolle una toalla y tuve que soplarme un garrafón de agua para terminar un ritual y comenzar otro.

La ceremonia de repartir crema con frascos y tubos que me aplico con fe conmovedora y con la seguridad de que desperecerán las estrías, al mismo tiempo que los tejidos recuperaran su brillo juvenil.

De tan creyente que soy, hasta en milagros sueño.

Mientras me aplico las cremas corporales, empleo la típica declaración de liberación femenina dominical, ¡Hoy es domingo y no tengo la menor voluntad de meterme a la cocina!

En la hora de la comida es cuando el domingo muestra su rostro más intolerable.

Si vamos a un restauran, sabemos lo que eso significa: niños, niños, y mas niños, ancianos y abuelitas de bastón, enfermeras y oxigeno detrás de ellos, superficie limitada y con estrechos pasillos donde se dan las encuentros entre criaturas fogosas y ancianos en sillas de ruedas.

Además los críos gritan, y suelen hacerse acompañar de unos juguetes todavía más ruidosos.

El dialogo comensal/mesero pierde nitidez.

Esta crónica es sumaria.

La proseguiré el próximo domingo.

Que les baste saber que hoy comí sola y fui feliz. Andrea Guadalupe.

 

 

 

 



                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 




Actualiza tu Perfil de Windows Live y cuéntale al mundo quién eres

No hay comentarios.: