Enero 2014. Y yo... sin nada que decir que no sea:
Gracias.
Hoy, como cada
mañana, he abierto las ventanas de la casa para que se renueve el aire y mis
fantasmas… Qué triste el día que amanece con el cielo cubierto de nubes y vacío
de esperanza.
Cuando una tiene
algo, al compartir, se multiplica por dos, aunque, no, no esto no es otro
intento de conseguir que aceptes que probemos un trío.
No hay dos sin
tres, ley básica de una orgía.
Cuando te vi,
supe que eras la mujer de mis sueños, al abrir los ojos lo confirme: Ya no
estabas.
En el fondo sé que
me quiere, lo malo es que ella nunca quiere profundizar.
Lo importante de
tus silencios no es lo que callas sino lo que gimes.
No aguanto cuando
me gimes mentiras al oído.
No hay pregunta
más capciosa que: ¿Tienes un minuto?
Rompe tu
hipocresía y pregunta: ¿Puedes compartir un minuto conmigo?
Estaba decidida a
contarte mi secreto más oculto, sólo que: No fui capaz de encontrarlo.
Últimamente, al
poner el punto final a mis textos, y mirarlo con distancia descubro dibujada mi
vida: ¿Seré mi propio personaje?
Desde Tijuana BC,
mi rincón existencial, lugar donde descubro que, es una gran responsabilidad
que haya personas leyendo esto y yo... sin nada que decir que no sea: Gracias.
Andrea Guadalupe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario