Enero 2014.
Lo importante de tu saludo…
Me suscribí a tus post por Internet para recibir cada día un
e-mail y poder saber de ti.
Ahora me he dado cuenta de que sigues lejos: Sólo sabía lo
que querías contar, y eso, ¡Nunca es suficiente!
Créeme, recién me acabo de dar cuenta... llevamos media hora
sentadas tomando café y ahora que miro con detenimiento… me acabo de dar cuenta
que... no te soporto.
Cuando te fuiste, olvidaste unas pantaletas bajo la cama, un
par de aretes en la mesa de noche, tu cepillo dental en el baño y la voluntad
de volver a buscarme.
Esta mañana al arreglarme frente al espejo no me vi, sólo veía
los azulejos a mi espalda, la cortina al fondo, aunque… no a mí. ¿Será que
estoy vacía?
Yo lo intento, créame que de verdad lo intento, aunque, no
puedo tragar a todo el mundo.
Así declaró el antropófago ante las críticas por ser
selectivo.
De nuestra relación, quedaron días inolvidables, después
todo acabó, sólo nos quedó una sensación de satisfacción completa, aunque… Sin
un solo recuerdo.
El destino, más que un cruce de caminos, es un cruce de
miradas.
Esta madrugada ha vuelto a pasar, cuando me acosté, minutos después,
quedé profundamente dormida y horas después sucedió: sonó el timbre.
Salí corriendo a abrir la puerta, aunque cuando llegue ya no
estaba: Otra vez más se había escapado mi suerte.
Este maldito insomnio, me mata mis sueños.
Cuando tengo sueño me tomo un café y se me pasa, ¿Por qué
ahora que me he tomado diez sigo con mis sueños?
Sentada delante del papel en blanco me doy cuenta de que no
tengo nada que contar, me levanto y tomo un libro cualquiera.
Empiezo a leer y descubro que no soy la única que no tiene
nada que contar.
Quiero llamarte por el placer de oír tu voz, no deseo contarte
nada, tampoco que me cuentes nada, simplemente descuelga el teléfono y respira:
Busco un lugar donde esconderme de tu ausencia.
Sonó el teléfono, lo descolgó el despertador: era la hora.
Siempre has sido sincera conmigo... Me has contado tus
movidas, tus broncas, inquietudes, tu ideología, tus gustos.....Siempre has
sido sincera conmigo, aunque lo de hoy es demasiado: Hoy me has contado que ya
no me quieres.
Volver no es sólo regresar, es cuestión de dar la vuelta,
encarar miradas, remover recuerdos, reencontrar viejas caras, sorprenderse con
rostros nuevos.
Volver es reencontrarse, aunque sean sólo palabras.
Andrea Guadalupe.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde lo
importante de tu saludo no es su contenido, sino su existencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario