Enero
2014. Me invade el sentimiento de que he defraudado a alguien.
Hace
tiempo que tengo tanto que contar... que no cuento nada, escribo por no gritar,
eso molesta más aunque tiene más audiencia, aunque… En realidad, escribo por
discreción.
Siempre
quise dedicarle a ella un poema de amor, es fácil, me explico un amigo poeta,
basta con que digas lo que sientas, ese fue el problema.
Hubo
un tiempo donde justificaba mis decisiones, ahora me basta con compartirlas.
Hoy
para desayunar sólo quiero un beso, ayer cené demasiado.
Él
amor se cansó de unirlas y se fue en busca de otra pareja, aunque, ellas…No lo
notaron preocupadas cada una por lo suyo y siguieron juntas muchos años.
Me
gusta invadir tu espacio, nadar en tu cuerpo, a veces, disfrutar de tu ausencia
pensando en el abrazo de vuelta.
Me
gusta que a veces no estés, sólo que, no me gusta que te vayas.
He
tomado una decisión que me ayudará a salir del profundo pozo en el que vivo
sumergida, he decidido mudarme…aunque, ahora llega la segunda parte que sobrelleva
la decisión, de definir si lo haré de casa, de pareja o de ropa interior.
Les
pedí completa sinceridad a mis amigos y desde entonces han dejado de llamarme.
El
día que decretemos el dinero como idioma oficial del mundo, dejará de existir
hipocresía.
Para
perder peso no hay nada mejor que decir la verdad, una pierde kilos de opresión
y a veces, alguna amiga.
Entre
en la política cansada de que no me contaran la verdad, salí de la política en
cuanto la conocí.
Caminando
por las calles pequeñas me gusta recorrer este barrio de la ciudad que está a
medio iluminar.
Si,
da un poco de miedo, aunque aquí siempre huele a comida casera recién hecha,
incluso a bufanda recién tejida
Aquí,
las abuelas salen a la puerta y comentan que sus nietos no las van a ver nunca.
La
calle suele estar vacía sólo que es muy agradable, ahí se ubica el asilo donde
quedo mi abuela.
Hoy
es domingo y llueve amor en la calle, sólo que la gente no se da por enterada.
Desde
Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde cada vez que percibo que, han
dejado de leerme, me invade el sentimiento de que he defraudado a alguien.
Andrea
Guadalupe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario