Enero 2014.
Que Dios los bendiga por…
Hola Señor: ¿Cómo estás?
Hace mucho tiempo que deseaba escribirte una carta, aunque,
por varias razones siempre la aplace, fundamentalmente por miedo, porque han
hecho de ti un ídolo al cual hay que tenerle miedo.
Y el miedo que te tenía no me permitió acercarme a ti, tratarte como a un amigo por el
terror al pensar que tú me mandarías al infierno por faltarte el respeto y no
temerte.
Sabes... Siento mucha pena por ti, me da una tristeza muy
profunda al imaginar la culpabilidad que sentirías, si vivieras ahora en el
planeta tierra.
En tu nombre se ha derramado más sangre que por cualquier
otra causa.
Por tu nombre casi la mitad de la población del planeta ha
vivido y vive en la esclavitud de la ignorancia.
Imagino lo fracasado que te debes sentir al ver lo que han
hecho con tu mensaje, que es simple y hermoso...amar a los demás como a nosotr@s
mism@s.
Contigo Señor, me han pasado cosas extrañas, he cambiado de opinión
acerca de lo que tú eres realmente, he ido desde que tú eras el hijo de Dios, y
hasta ahora, que creo que tú no eres ningún Dios o hijo de Dios, así como
tampoco, salvador del mundo, ahora creo que tú eres igual que yo: Un ser humano
que trato de ser feliz.
Hace ya un tiempo, te mande al diablo, me rebele de esa idea
común de ti, que lo único que causa es miedo y esclavitud, y entonces al creer
que lo importante es la vida, el ser humano y no los dioses...porque no existen,
empecé a darme cuenta de que eso es precisamente de lo que tú hablas: de la
libertad y del amor.
Tuve que liberarme de ti, rechazarte para poder llegar a
encontrarte como amigo, como ser humano, al cual al igual que yo le pasaron
muchas cosas y que trataste de destruir todo lo que esclaviza al ser.
Si te contara todo lo que se ha hecho en tu nombre...mejor
no lo hago porque temo que te deprimirías mucho.
Estoy segura de que si vivieras algunos meses en la tierra
ahora serias ateo.
Pienso que no podrías entender que por tu nombre haya grupos
terroristas.
Te imagino si vivieras ahora yendo un domingo a misa y te sientas
donde lo acostumbra la gente que van a lucir sus caras ropas o para
auto-publicitarse como hombres y mujeres de una profunda vida espiritual.
Bueno, te imagino en la mitad de la misa parándote, despacio
y en un momento de silencio, empiezas a hablar muy fuerte con palabras como
estas...Gente estúpida e ignorante, sobretodo ustedes los sacerdotes.
Yo soy Jesús el Cristo: ¿Por qué han hecho de mi vida algo
tan horrendo?
¿Por qué me hicieron un ídolo si precisamente mi vida la
dedique a destruir los que pude encontrar?
¿Por qué han hecho de mi vida, que la dedique por entero a
la causa de la libertad, un sinónimo de miseria y de esclavitud?
¿Por qué han hecho de mi nombre y de mi vida un sinónimo del
miedo y la culpa, cuando lo único que trate de hacer fue decirle a la gente que
dentro de un@ existe el poder para no temer y para vivir en paz y ser feliz?
Y en ese momento llega la policía y te saca de la iglesia y
llevan detenido algunos días, aunque después,
te sueltan creyendo que eras un borracho loco de la calle, un loco urbano más.
Y así, el sacerdote dice...Hay que rezar más porque como
ustedes ven, el diablo anda cerca.
Bueno, ahora sigamos con nuestra misa para honrar el nombre
de Jesús el Cristo, y vamos a demostrar a Él, el Dios, cuanto le amamos.
Y lo vamos a hacer dando una muy buena cantidad a las
personas que ahora van a pasar por sus asientos a pedir la colecta.
Demuéstrenle el amor que le tienen dando lo que más puedan
de dinero.
Que Dios los bendiga por sus gestos de amor y de
desprendimiento.
Te quiero mi amigo, siento mucho lo que paso con tu vida,
aunque te agradezco que alguna vez hayas existido porque fuiste un ejemplo de
coraje y de libertad.
Gracias, porque ahora, puedo entenderte y comprender que no
existen los dioses sino que lo que existe es la energía divina de la vida.
Un abrazo Señor.
Andrea Guadalupe.
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