Tijuana BC Enero/2010. Se parte la península de BC.
Las lluvias llegaron y nos volvieron a recordar nuestras deficiencias.
Tijuana, siempre la más golpeada por las lluvias, las mismas colonias, los mismos cañones, las mismas calles y avenidas que se inundan.
Murieron personas, se perdieron propiedades con todo y lo que había en ellas.
Las lluvias nos recordaron lo que no se ha realizado, las autoridades no lo captan, porque seria tanto como reconocer el olvido.
Enero del 2010 esta siendo un recordatorio de que nuestras vidas dependen en mucho de la fuerza de la naturaleza y el azar.
Un memorando que cuando menos a mi, me hace buscar con humildad, el punto de fe de que hay que tratar de vivir con el poder del ahora, porque no sé si mañana estaré aquí.
Dios, la vida, la naturaleza, me están recordando al inicio de este año que las clases sociales, estamos por igual, indefensas frente a las fuerzas del destino.
Con estas tormentas odiosas y odiables, hubo quienes tuvieron una cita final con el reconocimiento de lo vulnerables que resultamos los seres humanos, incluso albergados en nuestras construcciones que simbolizan el poder frente a las inclemencias del tiempo.
Existe quien piensa que el destino es irreversible, otros, como yo, que lo duda basada en la libre determinación, ante la contundencia de la muerte sin sentido, empiezo a dudarlo.
La crudeza del invierno, azotados por temperaturas menores a cero grados centígrados, una de las peores oleadas de frío en las últimas décadas, la neblina, tormentosas lluvias, noches cerradas que congelan el corazón.
Aspecto que me recuerda que hace muy poco se dudaba del impacto del cambio climático en nuestras vidas, o como parece, en nuestras muertes.
Si como sostienen las teorías del caos y la complejidad: Todo tiene que ver con todo.
Me pregunto y lanzo la pregunta con humildad, si estamos haciendo lo suficiente para entender la fuerza de la sobré vivencia, sea esta de manera literal, es decir física, o metafórica.
¿Cómo nos estamos preparando para lo peor?
¡Ah, las lluvias! Nos recuerdan lo frágil que somos y lo frágil que son las obras que se construyen.
El temporal partió en dos la península, la caída de un puente incomunica a BC Norte con BC Sur, por la carretera transpeninsular, mientras que en la Rumorosa, las nevadas originaron el cierre de la carretera.
La lluvia quita el maquillaje de las ciudades y muestra el verdadero rostro.
El rostro de la ineficiencia, la corrupción y el olvido.
Andrea Gpe.
Andrea Guadalupe.
Desde mi rincón existencial, donde el sol nace al poniente.
Windows 7 te la pone aún más fácil a ti, que eres estudiante
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