Tijuana BC Enero 2010. El clítoris tiene…
Hoy, por razones laborales, no ando con tiempo, así que aquí les dejo unas reflexiones que están adobadas con algo de la pareja, espero que les ayude.
Me imagino a mi misma como una mujer observadora, manera que no tiene nada que ver con voyer, palabra francesa que se utiliza para ofender a quien gusta de mirar a otros cuando hay relaciones sexuales, porque me gusta ver, tocar, oler, oír las que realizo.
Cuando puedo, claro, no todos los días son días de fiesta.
Voyer, es también lo que hacemos, no en vivo, cuando alquilamos una película porno.
Hablo de esto, porque me interesa el tema de la pareja.
La mitad de las parejas, papeles mediante, se separan a los 5 años.
Ni hablar de las de hecho, y menos de los amigos con derecho.
Y como soy buena observadora, veo que las parejas con más altas probabilidades de fracaso, son las integradas por personas que en el mercado de belleza negociada en la actualidad, por la moda, son consideradas hermosas, aunque el adjetivo debería ser deseables.
La belleza no existe, es un adjetivo sin cuantificaciones verdaderas, ideal es lo que me gusta a mí, como las personas deseables y deseadoras.
Con eso soy feliz, si me desean, por supuesto.
De lo contrario, no existen, no tienen sexo, son sólo almas.
Existe el tipo de niñas de sueño imposible, a ellas les gustan los hombres muy masculinos, con dinero o con poder, etc.
Este etcétera es interminable, más que tres infinitos juntos, puestos frente a espejos opuestos en posición paralela.
Niñas, ustedes sueñan con la perfección, y si no la encuentran, la inventan.
Quieren tener una pareja considerada admirable.
Y como el porcentaje de los mal llamados perfectos es bajo, la oferta es muchísimo menor que la demanda.
Por lo tanto, ni bien alguien ve a un prototipo que considera atractivo al máximo, realiza cualquier tipo de maniobra, incluso peligroso, ilegal o pecaminosa, con tal de atraer a ese ser alfa.
Si lo logra, mala suerte, ahora deberá luchar a capa y espada, contra tod@s l@s demás competidor@s que serán 9.999.999 o más.
Supongamos que ese espécimen tan codiciado, no es vanidoso, probabilidades 1 en 999.999 y que tampoco es ambicioso de conquistas eróticas, probabilidades 1 en 888.888 esta cifra es algo menor, porque siendo presumido y vanidoso, necesita confirmar su poder, todo lo posible.
Las probabilidades de éxito total, son muy bajas, aunque posibles.
Casi toda la representación del mundo entero, vive de amorío en amorío, si eso es digno de llamarse vida.
Podría decirse diversión, que no es fea palabra, si una se aguanta los abandonos y las traiciones, sobre todo si una hace lo mismo.
Y aquí viene mi súper poder de observación, a salvar a la parejita en apariencia débil, la perdedora, la antihéroe, y en realidad la vencedora.
Los mal considerados feos, los gordos, los muy saludables, los rostros poco armónicos, rasgos en algunos casos desproporcionados, con claros defectos físicos, etc., no mueren vírgenes.
Tienen sexo, hijos y forman parejas bastante estables.
Porque el terror a perder a su medio pomelo, es mínimo, casi ilimitado.
Para semejante candil, mejor quedarme a oscuras, dirán algunas.
Y tienen razón, debe ser mucho mejor ser cornúpeta, engañada, abandonada, y vivir de divorcio en divorcio.
Digo, no sé, yo, en lo personal tuve demasiada suerte, y veo como les va a las demás… pobres…
Quiero llegar a una conclusión, que lo dije, sin exagerar, 324.987 veces...
Quieran a quien les quiera, no amen, porque amar es poner en un pedestal a alguien.
Querer es comprender, y aceptar no sólo sus defectos, sino también darse cuenta que esos defectos, unen, porque la otra persona sabe que los tiene, y por eso acostumbra pagar el precio de aceptar los nuestros.
Y no dejes que nadie te suba a un pedestal, porque de ahí, una siempre se cae, y las caídas duelen…
Muestra tu rostro sin maquillar en los días femeninos.
Es una opinión, todas tenemos derecho a decir bobadas, estas pueden ser parte de las mías.
No sé, ya lo dije y todos los saben.
El clítoris tiene como diez veces más terminaciones nerviosas que el hermano gemelo, el pene.
Por eso, nosotras cuando besamos, cerramos los ojos, porque volamos, ustedes…no.
No me hagan caso.
Amén y amen, esto último duele, porque el dolor se siente con las mismas terminales nerviosas que las caricias, aunque tiene sus delicias, o ¿no? Andrea Guadalupe.
Andrea Guadalupe.
Desde mi rincón existencial, donde el sol nace al poniente.
Tus fotos, tus amigos y todo las fiestas de diciembre las tienes en Windows Live
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