sábado, enero 23

Misterio de los misterios.


Tijuana Enero /2010    Misterio de los misterios.

 

 

 

El temor es una sensación que sin explicación, todos experimentamos de una u otra forma.

Ya quien grita, quien suda frío, quien pierde el control de sus esfínteres, tiembla, se desmaya o corre.

Se puede tener miedo de muchas cosas, y se puede tener miedo de muchas razones.

Este surge cuando se pierde la seguridad sobre la que se apoya la vida.

También se pude tener miedo a lo desconocido, a pisar terrenos que no dominamos, a enfrentar realidades que nos cuesta soportar.

Así mismo, es fácil tener pánico al vació, a la soledad en un lugar oscuro.

Somos parte de una sociedad que teme al silencio, y por eso nos hemos llenado de ruidos.

Nos da miedo el encierro, la incomunicación, y puede llegar a dar miedo asomarse al hueco y deshabitado interior que vivimos.

Y por supuesto que tenemos miedo a la muerte.

Día a día se escucha hablar de muertos, atentados, accidentes, homicidios, que son parte de una larga lista.

Ahora, hasta la hemos hecho parte de la simulación, jugamos con ella en los videos, nos entretenemos viéndola como parte de la trama en las películas.

Aunque son pocos quienes la confrontan como una posibilidad real y cercana.

Aún cuando vivimos con la certeza de que algún día moriremos.

Sin embargo, cuando la muerte toca nuestra puerta, cuando nos lanza avisos, es cuando reaccionamos y lo hacemos sacudiendo a un Dios que teníamos dormido, exigiéndole que actué, que haga algo.

Levantamos nuestra mirada a Dios, y le pedimos explicaciones, porque no hemos tenido el valor de buscar a la luz de la fe, el sentido de esa hora en nuestras vidas.

La muerte es el misterio de los misterios, es nuestra materia pendiente en la universidad de la vida.

La existencia no deja de ser un reconocimiento, un gozo pasajero que me permite prepararme para aceptar la vida eterna después del trámite que es la muerte: Renacer al plano que abandone al llegar aquí.

Del resultado de esta reflexión, para mi, depende el caer o no en los brazos del miedo.

Este 23 de Enero, se cumple inexorablemente un aniversario más de la muerte de mi padre.

Entre las reflexiones a que me orillan esta fecha, es confrontar el tema de la muerte.

En la muerte no he pensado muchas veces.

No me la he planteado como un problema que me afecte directamente, soy una persona que ama la vida y la quiero vivir.

La muerte no me asusta en los momentos en que soy conciente.

Creo en la vida eterna por dos razones.

La primera, porque no me conformo con vivir tan sólo en esta vida, creo en eso que cada persona tiene en su interior, no puede acabar en la nada.

La segunda, es por respeto a mis creencias.

Creencias que he recibido a través de mi educación, y enfrento la muerte desde este punto de vista.

Pienso en la muerte como un complemento de la vida, como en un paso que no tiene porque inspirar miedo.

Si estoy viviendo, es para dar algo de mí a quienes conforman mi torno y entorno.

En el momento en que yo deje de hacer algo por quienes me rodean, creo que ya no valdrá la pena seguir viviendo.

Andrea Guadalupe.

 

 

  

 


                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 




Tus fotos, tus amigos y todo las fiestas de diciembre las tienes en Windows Live

No hay comentarios.: