Tijuana BC Dic 008. Mudanzas Historias urbanas.
Para José Ángel, mi hijo, cambiar los muebles de la casa para otro lugar, le parece un experimento ocioso, propio de mujeres sin que hacer, donde los varones solo intervienen para cargar.
Cuando ese ir y venir de muebles ocurre, él protesta durante varios días, solo que de pronto, advierte que en esa alteración del espacio, se reinventan sensaciones tan inesperadas en la rutina de lo intimo.
Algo que se altera más allá de los movimientos mecánicos que se cumplen día con día sin variación alguna.
Ese simple movimiento que se mete en la pauta del pensamiento inicial de un amanecer o la inestable reflexión antes de caer rendida en la cama.
La única modificación que mi hijo no puede aceptar, es el tocar su cuarto.
Y en mi caso, que me cambien de almohadas.
No sé dormir sin abrazar una, para mi tener ese bulto de plumas entre los brazos, es tan importante como la vida misma.
Mi hijo cree en mi sensibilidad, acepta el reto de experimentar la teoría de que cuando las cosas se mueven, también se mueve algo desconocido de lo que somos, y de pronto, comprendemos otra visión mas luminosa para acercarnos a aquella idea que queríamos narrar.
Cuando me reprocha que cambiar los muebles de lugar, le altera la costumbre de encontrar las cosas habituales para él.
Solo le acaricio el cabello de la cabeza con una sonrisa y le digo que de su cuarto, no toque nada, además de que el control de la tv, sigue en el lugar de siempre.
Andrea Guadalupe.
Andrea Guadalupe.
Desde mi rincón existencial, donde el sol nace al poniente.
Obtén 5GB de almacenamiento completamente gratis, sólo ven a Skydrive
No hay comentarios.:
Publicar un comentario