sábado, abril 1

SALIENDO DEL CLOSET


SALIENDO DEL CLOSET

Por Andrea Guadalupe.

Tod@ fuimos entrenados como si fuéramos heterosexuales.

 Nadie nos preguntó si estábamos conformes con nuestro género, ni se esperaron a conocer nuestra orientación sexual.

De repente nos hacemos conscientes de que nacimos en un país que tiene leyes para proteger los proyectos de vida heterosexual que emprendamos, que cuenta con iglesias que condenan todo lo que no sea el matrimonio, donde existen familias intolerantes y carentes de una formación mínima elemental sobre la sexualidad humana.

Si eres heterosexual, si te gustan las personas del otro sexo, puede ser que no te des cuenta de esto que te comento.

Nuestra cultura actual no nos prepara para entender positivamente las diferencias.

 Hemos sido educad@s para interpretar cualquier diferencia como si fuera un defecto. Y no solamente no respetamos las diferencias, sino que muchas veces, en nuestro entrenamiento social, está bien visto rechazar, agredir, y temer a quienes clasificamos como diferentes.

Nacimos en una sociedad en la que se pretende que la heterosexualidad sea obligatoria para todos.

 Darse cuenta de que un@ es diferente puede ser una experiencia aterradora en muchas situaciones. Imagínate: desde la mas tierna infancia te advirtieron que tuvieras cuidado con esos seres sucios, pervertidos, degenerados y enfermos que dedicaban su vida a incomodar a la sociedad decente. Si uno de ellos pasaba por ahí, te enseñaban a agredirlo y a burlarte de su turbador defecto.

Vas descubriendo a una edad que puede variar de los 4 a los 100 años, que para ti es indispensable en la vida lo que las personas que más quieres, y las que más te quieren, consideran malo, asqueroso, inaceptable y pecaminoso.

 No es sencillo asumir que una parte esencial de ti, es lo que todos dicen odiar más que nada en el mundo.

Ante un conflicto de esta dimensión, cada persona reaccionara de una manera diferente.

 Los familiares, conocidos y amigos lo enfrentarán de la manera en que quieran y puedan hacerlo.

Permanecer en el closet puede ayudar a pasar desapercibido, pero todo tiene un límite.

 En muchas ocasiones, llevar una doble vida puede resultar terriblemente desgastante y aburrido.

 El riesgo mayor del closet es que te hace completamente vulnerable.

Todos los refugios pueden ser buenos por un tiempo, un refugio no es una solución definitiva. Hay ocasiones en que usamos a l@s demás como pretexto para no ocupar lo que debemos asumir.

El amor y la felicidad tienen la virtud maravillosa de que siempre se multiplican.

 Los cambios en nuestra sociedad avanzan en tolerancia y aceptación, mientras retroceden el odio y la irracionalidad.

Cada quien debe aprender a valorar su propia circunstancia.

 

                           Andrea Guadalupe.

                               TEL.. 01- 664-50-27-457.

                         Tijuana Baja California Norte. Mexico

                   DESDE MI RINCON EXISTENCIAL,

hesa540828@hotmail.com           agluna200@àyahoo.com.mmx

http://andreaguadalupe.blogspot.com

www.disforiadegenero.org

 

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