sábado, octubre 29

A MI MADRE

Tijuana BCN. Sábado 29 Octubre de 2005.

 

 

Hola madre, cuando te lleguen estas líneas, que con seguridad será en día domingo, yo estaré trabajando., quizá con el alma en Córdoba, deseando estar a el lado de mis hermanos y tuyo también.

Hoy es un día especial para ti, no por el número de años  que cumplas, eso es lo menos importante, si por el grandioso detalle de tener a tus hijos reunidos como en más de una ocasión habrás deseado.

Cierto muy cierto que te faltaran motivos (personas) para que tu felicidad sea completa, mas sin embargo, Dios nos da justo lo que necesitamos,  a ti el cariño de quienes te queremos y a mi el necesario trabajo para seguir adelante.

Se que estarás en la iglesia de La Inmaculada Concepción, en lo personal prefiero un templo mas pequeño e intimo como la capilla de Sn Antonio.

Sabes, en Oaxaca se venera a la virgen de la soledad, y en Córdoba también.

De una tumba (Ricardo. Q.E.P.D.) del cementerio tome hace un tiempo un crucifijo que me acompaña siempre, mismo que en Oaxaca tenia en la pared del comedor, y aquí en la puerta de la casa, lo mismo que una imagen de la Virgen de la Soledad.

Cada mañana antes de salir a trabajar les pido fuerzas para poder aceptar lo que este día me toque vivir, sin enojarme por no alcanzar a ver realizados mis antojos.

Me habría gustado no sabes cuanto estar unas horas a tu lado, solo que el costo de buscar un futuro inmediato me trajo a estos lugares, y entre las facturas que cobra el trabajo, están las distancias físicas que nos separan de las personas queridas.

En este momento, no te pongo fecha de cuando podré verte, si te prometo que lo haré en la primera oportunidad.

Quiero aprovechar la ocasión para darte las gracias por todo lo que me diste, y sigues dando, una vida, tu cariño, un nombre, un hogar, una familia.

Ahora se que diste solo lo que tu podías dar.

Gracias madre por los hermanos que tengo.

Tu como la tierra, diste a la vida tus frutos, todos diferentes, todos tus hijos cuyas raíces se nutrieron en ti, para que en nuestros actos se reflejen tus acciones y enseñazas.

Gracias por todo lo mucho y lo poco que me inculcaste.

Te quiero y deseo que en estas líneas encuentres un abrazo calido, lagrimas de emoción, cariño y besos para ti.

Que este día sea para ti de satisfacciones plenas en cuerpo y alma.

Que el Dios que tu nos inculcaste en la infancia, nos permita el próximo reencuentro en nuestra madurez, te quiero.

 

 




                           Andrea Guadalupe.

                   DESDE MI RINCON EXISTENCIAL,

hesa540828@hotmail.com           agluna200@àyahoo.com.mx

http://andreaguadalupe.blogspot.com

www.disforiadegenero.org

 

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