domingo, agosto 30

Busco amante…

Tijuana BC Agosto/009.   Busco amante…

 

 

Con Cariño y atención a Carlos Andrés, amigo cordial.

 

 

 

Le dije que no podía imaginar cuánto la amaba.

Se lo repetí varias veces, sólo que esta vez suspirando.

Por fin, guarde un dolido silencio.

Ella me miraba distante, con gesto de extrañeza.

Después contestó muy despacio que, en efecto, era incapaz de imaginarlo.

 

A veces creo que tener amante es lo mejor que puede pasar.

Algunas  personas tienen ya y muchas también quisieran tenerle.
También puede ser que yo no lo tenga porque no quiero, o lo he  tenido y lo perdí o decidí perderlo.
Quizá sea parte de esos grupos que vagan por las calles con aspecto triste y que si nos preguntas  respondemos que tenemos nerviosismo, falta de ánimo, pesimismo o crisis de ansiedad o llanto. También diría que la vida es monótona o que no tengo expectativas.

En definitiva, que estoy  desesperanzada y que tengo  todos los síntomas de estar deprimida.
Sin dudarlo, lo que necesito es…un amante.
Seguramente sería increíble ver la expresión de sus ojos cuando me oigan decirles eso.

Sólo que si se quedaran a escuchar les explicaría mejor y les diría que un amante es en realidad cualquier cosa que apasione.
Algo que ocupe mi pensamiento antes de acostarme o que no me deje dormir.

Un amante que me vuelva distraída frente al ambiente y que me dé sentido y motivación.
Claro que puede ser también la pareja u otra persona ajena.
Puedo encontrar a mi amante en cualquier sitio: en la literatura, en la música, en el crecimiento espiritual, en los amigos de verdad o en un hobby.
En fin, puede ser alguien o algo que me dibuje una sonrisa y que me aparte del triste destino de sobrevivir.
Sobrevivir es anhelar cómo viven los demás, es guardar rencores, es no querer ser bondadoso, es no estar en paz con una misma.
Así que viviré.

Buscare un amante o algo.

No me limitare a sobrevivir.

Aprenderé y seré grande con las frustraciones.

Respirare hondo y viviré en paz.

 

Escucha Satanás, hagamos un trato, me parece desproporcionada tu idea de que te venda mi alma por toda la eternidad.

Es un precio demasiado alto para las cuatro o cinco cosas que quiero pedirte.

Así que negociemos.

¿Qué te parecería si a cambio de éxito literario y sentimental te alquilo mi alma durante tres mil años?

Después de ese tiempo la dejas libre, me juzgan como Dios manda y tendrías un 50% de posibilidades de que mi alma volviera otra vez contigo al infierno.

¿Te parece bien?

Bueno, ahora déjame que te ofrezca el alquiler de algunas almas que conozco.

 

 

 

 

 

Las dos sabemos perfectamente que es mentira.

Que ni te ahogarías en mis ojos, o que no me falta el aire cuando no estás.

Tampoco es cierto que te morirás sin mi amor ni que eres mi primer pensamiento al despertar.
Sentémonos y hablemos sobre laberintos con Minotauros; recordemos aquella vez que la vida nos encerró en la torre; soñemos, tú con las habitantes de la isla de Lesbos, yo con sus poemas; inventemos soluciones para nuestra soledad de portarretratos vacíos.
Sentémonos y cedamos a nuestro deseo de creernos.
Porque qué bonito es mirarnos a la cara y pactarnos juntas contra el miedo a perder, aunque sea con mentiras piadosas, aunque sea a base de poemas improvisados.
Caminemos juntas gritando que para ser poeta sólo hace falta enamorase y ganar, enamorarse y fracasar.

Vivir.

 

 

¡Aquel se equivocó al no querer que esa mujer le leyera la mano!

 Con un gesto de odio, la gitana lo maldijo con estas palabras: "Escucha tu castigo por no haber querido perder un minuto conmigo... ¡Que desaparezcan tus alegrías habituales!

A partir de ahora tus cafés se enfriarán en segundos, la cerveza que te sirvan estará caliente y los bocados  cualquiera te sabrán amargos; llegarás a la parada del colectivo cuando el tuyo se haya  marchado y el siguiente tardará el triple de lo normal en llegar; perderás todos los taxis por segundos; no recordarás el nombre de tus amigos cuando tengas que presentárselos a alguien; entrarás siempre tarde en cines, teatros y fiestas; toserás violentamente cada vez que te rías, nunca se te volverá a ocurrir algún pretexto; la PC  se  colgará en los momentos más impropios; las máquinas expendedoras nunca te devolverán cambio ni funcionarán correctamente para ti; mancharás tu ropa varias veces en cada comida; la gente que se cite contigo llegará siempre tarde y se equivocará de sitio; sudarás como un maloliente al mínimo intento de calor y te resfriarás con la más leve corriente de aire...

No hacen falta grandes maldiciones para destrozarte la vida, como pronto empezarás a comprobar...  Andrea Guadalupe.

 



                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 




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