Octubre 2013. Felicidades Víctor Manuel Aguirre Espinoza y
Víctor Fernando Urías Amparo.
Una ley que desampara, es una ley que no respeta.
Felicidades, a la juez del Juzgado Décimo Segundo del
Estado, que resolvió emitir un amparo a favor de la pareja conformada por
Víctor Manuel Aguirre Espinoza y Víctor Fernando Urías Amparo, para poder
celebrar su unión civil.
Este es un paso muy
importante, es hora que los seres humanos aceptemos la diversidad, tod@s
tenemos derecho a ser felices, sin dañar a otra persona de la forma que más nos
guste.
Recordemos que ser gays no es una elección, como no la es el
ser heterosexual, eso se siente y no hay nada que cuestionar.
Que este acontecimiento sirva para que comprendamos que no
somos tod@s iguales, ya sea en la forma de pensar, de sentir, de vivir, y de
amar...
Cuando se discute sobre el matrimonio entre homosexuales
siempre se cae en una discusión religiosa, aunque, estamos equivocad@s, estamos
discutiendo sobre los derechos civiles que nada tienen que ver con la religión,
tod@s l@s individuos independientemente de su raza o condición sexual que vivimos
bajo las leyes, debemos tener los mismos derechos civiles.
Creo que un justo acercamiento al tema primero deber separar
lo religioso de lo civil, ya que, en cuanto a lo segundo, rechazar el
matrimonio a parejas homosexuales, y con ello los beneficios de los cuales
otros ciudadanos sí gozan, constituye un simple y llano caso de discriminación.
Implica negar igualdad de derechos y tratar a estas parejas
como ciudadanos de segunda, a pesar de que sus obligaciones siguen siendo las
de otros ciudadanos.
Me pregunto si los censores del matrimonio gay conocen
resultados científicos serios sobre los avances de los derechos de los gays.
El matrimonio homosexual ya se ha instaurado en algunos
lugares del mundo y estas sociedades no han empeorado y la moralidad no ha
disminuido ni aumentado.
Usemos nuestras energías y ganas de mejorar el mundo en
empresas más productivas. Enfoquémonos en males modernos que en verdad corroen
las bases de la sociedad y permitamos que las parejas gays obtengan los
derechos de cualquier ciudadano y alcancen su felicidad
El tema de que la religión no quiera otorgar a los
homosexuales el sacramento del matrimonio es otro asunto, otra discusión.
En una sociedad que pretende ser civilizada, los derechos de
las personas, bajo ningún punto de vista pueden otorgarse a partir de su
sexualidad, además, las bodas gay, no cambia la vida en nada a los
heterosexuales.
En mi opinión, la ley lo que hace es reflejar un cambio
social que ya existe en la sociedad de BC.
Por supuesto, este no es el final del camino.
Una vez más: Felicidades a Víctor Manuel Aguirre Espinoza y
Víctor Fernando Urías Amparo. Sigan por
más.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, lugar donde me alegro
de ser parte de una sociedad más abierta a la diversidad y más respetuosa de
los derechos y deseos de tod@s
Saludos. Andrea Guadalupe.
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