Desde mi rincón existencial: tristezas que deambulan por mi cabeza : Por ti,........sí.

Tijuana BC Abril/009. Por ti,........sí.

No te hace falta decir que me conoces: lo gritas en silencio a cada paso que das.
Sabes que las cosas no siempre salen bien, que hasta el momento más esperado está sujeto a las leyes de Murphy… y que eso me inquieta mucho.
Por eso, como sabías que aquél iba a ser un día importante para mí, decidiste permanecer cerca… por lo que pudiera pasar.
Llegó el momento, y Murphy no se equivocó: en un segundo, el mundo entero se me vino encima. Miles de voces gritaron en mi cabeza: todas aquellas voces que predijeron el resultado final, recordándome sus palabras, sus gestos, sus ojos compasivos…
Todas acabaron gritando el maldito" te lo dije" con el cual se llevaron las fuerzas de mi cuerpo, dejándolo en el suelo.
Creo que tan sólo era mi cuerpo reposando en el suelo la única parte de mi ser que se encontraba en la tierra en esos momentos.
Sin embargo, es imposible permanecer inalterable ante una voz gritando tu nombre… y más aún cuando esa voz sale de alguien como tú.
Bastó girar la cara y encontrar tus ojos; entonces, las voces, los gestos y el resto de miradas desapareció.
Bastó un segundo para entender lo qué me estabas diciendo con aquella mirada, y un segundo más para dejar salir en forma de lágrimas y llanto todo el dolor que había alojado durante todo ese tiempo… y que, sin embargo, tardaría toda una vida en desaparecer.
También sabías que mi mente había volado a cualquier otra parte, y que era allí donde debías llevarme.
No hizo falta decir una sola palabra: simplemente me besaste la frente como sólo tú sabes hacerlo, dándole forma a la ternura y a ese amor que sólo unos pocos encuentran en esta vida; me cogiste de las manos y echaste a andar…
Sólo recuerdo claros de luz y oscuridad, voces ajenas diciendo palabras sin sentido, frío y calor intensos mezclados en mi cuerpo, destruyéndolo… "Metralla de aire" me apedreaba.
De repente, mis pies desnudos comenzaron a deslizarse sobre lo que parecían ser campos de algodón, y la metralla de aire pasaron a convertirse en una brisa de aire fresco que me inundó y al mismo tiempo me quemó como si de oxígeno en estado puro se tratase.
¿Dónde estoy?
Debieron pasar varias horas cuando, por fin, volví a abrir los ojos.
Volví a encontrarme en la misma realidad hostil de la que tan sólo un segundo antes creí haber dejado atrás.
Sin embargo, algo era distinto: miré al frente y vi, por primera vez, el infinito ante mis ojos: mar y cielo se fundían en uno como lo hicieran el sol y la luna en tiempos pasados.
Con el silencio como testigo y las estrellas como un manto adornando la paz del momento, gasté mis últimas fuerzas para gritar, en silencio, que quería quedarme por siempre en este lugar. Fue entonces cuando volví a sentir tu presencia, sintiendo esa mano que en todo ese tiempo no me había soltado…
… y fue entonces cuando volví a encontrarme con tus ojos y con tu voz diciendo mi nombre y sentenciando: "por ti, ........sí".
Tus palabras alteraron la calma y arrancaron una última lágrima de mis ojos.
Andrea Guadalupe.