Tijuana BC Jul 008. Un sostenido silencio.
Voy a ti ansiosa de otros mares, con afán de otras aguas.
Voy a ti radiante, nueva, como si toda esta temporada de no verte hubiera acumulado todas mis sonrisas para ti.
Voy y siempre estoy yendo hacia ti en pensamiento y en palabra.
¿Qué es la palabra más que el orgasmo de la idea?
Y tú estás allá, tus brazos que son más que raíces, tu boca que es más que nectarina mordida en mis labios.
Quiero ir y llenarte. Quiero ir y que te quedes aquí, conmigo, sin ninguna palabra que rompa la corte del silencio.
Voy, siempre voy a ti deseosa de otros mares, con sed de tus aguas.
Y estás ahí siempre, amasada en silencio.
Tus ojos guían el cántico secreto de nuestras pieles, lo animan, lo sorprenden.
Ven a este abrazo que te tiendo, voy con este abrazo que cobija.
Como un aliento animal somos, como un sorprenderse siempre en este momento que llego.
A veces veo a la gente anciana.
Veo sus canas, su aire de vetusto cansancio que les mantiene.
Sus ojos descubren con tardanza la calle y es como si fueran acorralados por una multitud de recuerdos a cada paso.
Andan con sus bastones y sus arrugas cansadas y cuando pasan delante de mí sólo me heredan su silencio.
Y pienso entonces en mi vejez, imagino mis canas aún escondidas en la mata de los cabellos, imagino los dolores que vendrán a cercar mis huesos.
Me pregunto entonces si conservaré con alegría esta vejez que pronto estará aquí reuniéndome con concierto de recuerdos y dolores.
Y me digo que no importa, pues aún de vieja se mantendrá intacta en mi piel, escondidas en mis arrugas, esa victoria imborrable que me dejó tus besos y tus besos entonces serán como un siempre sobrevenir de una juventud perfecta.
Soy totalmente imperfecta.
Tengo ese aire desapercibido y siniestro de quien lo piensa todo.
Me pregunto qué dirá la gente cuando muera.
Le faltó esto, no alcanzó lo otro.
Su lenguaje fue sin sorpresas.
Vivió en la soledad demasiado tiempo, tanto que perdió la noción del amor y del andar entre hombres.
Sé que alguien dirá junto a mi ataúd mi lista de incuestionables fracasos.
Qué anormal. ¿Y yo qué diré? Solo un sostenido silencio.
Andrea Guadalupe Luna Santana.
Andrea Guadalupe.
Tijuana Baja California Norte. Mexico
DESDE MI RINCON EXISTENCIAL, 
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