lunes, octubre 25

Usar la imaginación


Octubre 2010.    Usar la imaginación

 

No hay nada como una buena cama para disfrutar del sueño, un buen baño, agua tibia, ropa limpia, un espacio tranquilo donde acomodar los huesos y tomar un café.

Nada como una reunión con las personas que estimo y soltar las palabras que me ahogan.

O que aquella persona que me fija la mirada, se coma mis ojos de  un bocado.

O una tarde sin ruidos, o una mañana sin despertador, o un terremoto en el área de trabajo que comparto con gente aburrida, que despierta un solo deseo: Que llegue el fin de semana para no verles.

Nada mejor que identificar el día por el color de ropa interior en el tendedero de la vecina, cuya vida me vale una tiznada: lunes, ropa blanca, martes, azul, miércoles, día de lencería negra, jueves, tutti frutti, viernes, blanco otra vez, sábado azul cielo y domingo, rosa pálido.  

Nada como una mañana de día festivo en la que no sé que se celebra, sólo que tengo descanso obligatorio.

Nada como andar por la casa, únicamente con ropa interior, con un café en la mano, sin ideas y sin remordimientos.

Nada como respirar y cerrar los ojos mientras los noticieros muestran al mundo como es.

Nada como desconectarse de la vida unos instantes y ver saltar borregos hasta       saturar el otro lado de la cerca.

Nada como descargar en el baño todo, borregos, vecinos, ropas interiores, vida, ambiciones, que den vueltas y vueltas hasta llegar a la cañería principal, para caer en el lago de las penitencias.

Nada como una invitación en un correo que no abro, para no comprometer un futuro que no me importa.

O una explicación que no quiero y por lo tanto, ignoro mientras pienso: ¿Quién querrá romperme el hígado o el corazón de un golpe seco?

No hay nada como abrirme la blusa para descubrir una bomba que estalla y acaba con el edificio en que vivo, la calle en que vivo y la vida que vivo.

Nada como descubrir que disfruto la música que amo, soñando acostada.

Nada como una buena cama para disfrutar del sueño, un buen baño, agua tibia, ropa limpia, un espacio tranquilo donde acomodar los huesos y tomar café.

No hay nada mejor que usar la imaginación de manera creativa en la vida.

Desde BC, mi rincón existencial, predominantemente espiritual, viviendo una experiencia humana. Andrea Guadalupe.


                                             

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