domingo, febrero 24

Es imposible consumirse si no se esta ardiendo.


Febrero 2013.             Es imposible consumirse si no se esta ardiendo.

Primera trompeta.

La tierra tiembla, el cielo se acongoja, la luna se vuelve roja, un ángel baja, las iglesias se derrumban.

 Pentagramas en las montañas, el animal toma vida, empieza la batalla

En el mar empieza a librarse una batalla épica, truenos y relámpagos empiezan a volar tratando de dar en el objetivo.

Una de las alas de un ángel explota, dando muerte al primero de muchos, la razón muere, empieza el miedo, el sol se apaga, todo se libra a la luz de la luna.

Sale fuego, empieza a abrirse el sello y unas garras se asoman por él.

Cuando todo está en la oscuridad, una luz infernal lo ilumina y deja visible la cara de un macho cabrío que empieza a subir a la superficie para finalizar la comenzada guerra.

La tierra llevaba muchos años pidiendo que el momento llegara y lo consiguió.

El sello se rompe y Lucifer sube completamente y deja que todos lo vean.

La tierra arde en llamas, muchos mueren al instante, el Cristo acude de emergencia cuando todo parece perdido.

Una ola de fuego lo ataca, aunque, implorando a su padre, logra que se detenga.

Empieza a fallar, la gente ya no cree en él y su poder es débil.

En un momento crítico, una persona reza en nombre del demonio y Jesús el Cristo, siente como su piel se quema.

Los demás reaccionan y piden por el Salvador, Lucifer siente como su corazón muerto empieza a quemarse, debe apurarse y terminar antes de que todo se haya perdido.

Unos Ángeles bajan en socorro del Cristo y lanzan rayos de luz al demonio para vencer, sólo que, este con una mirada los deja fuera.

Inmediatamente Miguel y Uriel acuden para poner fin a esto y son simplemente quemados por las brasas infernales que Lilith ha mandado hacia ellos.

Empieza una batalla cuando Adán resucita junto con Eva y empiezan a orar por el Salvador.

Este ve el esfuerzo de sus hijos por protegerlo, y empieza a ganar poder.

Inmediatamente lanza rayos fulminantes al demonio para eliminarlo de la faz de la tierra. Trata con todas sus fuerzas de hacer que caiga, aunque, sin crueldad en su corazón.

Sabe que la más mínima muestra de odio puede ser aprovechada por él.

Sabe que toda la vida depende de un hilo, los mares se vuelven sangre, las montañas caen destruyendo todo, la gente pierde la fe en El, y alaban al cabrío.

Dios ve lo que está pasando, y todos sus ángeles bajan a hacer justicia y salvar a su hijo, uno de entre muchos.

Desde el cielo, empieza a hilar el destino de todos los que alabaron a su favor y contra.

 Los seguidores, saben lo que les depara, aunque igual siguen como empezaron.

El demonio se levanta y destroza el pecho de Cristo, su inmaculado corazón queda al descubierto y no deja de sangrar, sólo que, no es de él, sino de ella.

María acudió a tiempo a rescatar a su hijo a un gran precio.

El hijo ha visto a su madre caer frente a sus ojos, su furia es incontrolable y empieza a fulminar al macho cabrío.

Ya nada tiene salvación, el demonio ha logrado su cometido y el odio ha entrado en el corazón de nuestro Salvador, Dios actúa rápido y sale de su morada.

Todos quedan asombrados, El Padre, El hijo y el Espíritu Santo se han reunido para acabar finalmente con Satán.

Este no se queda quieto y llama a Caín y Lilith, quienes acuden inmediatamente.

Se entabla una batalla grandiosa y nunca antes predicha por nadie.

Michel de Nôtre-Dame desde su tumba ve lo única que no pudo advertir.

Jesús no tiene fuerzas,  su padre se unifica con él al igual que el Espíritu Santo, formando a La Luz absoluta.

Esta ataca por completo a toda la legión de demonios, exterminándolos por siempre.

Satán se resiste a morir, y daña gravemente a La Luz, los pocos mortales vivos ponen toda su fe en La Luz.

Esta adquiere un poder inimaginable, un poder infinito y que no puede ser superado por nada en el Cosmos.

El demonio grita ante su derrota y su muerte, aunque ríe por la caída de sus rivales también, su labor se cumplió, al igual que su temor, finalmente ambas partes lo logaron, vencieron al enemigo, al rival, al opuesto, al distinto

Ahora los humanos deberán arreglárselas solos…Querían el Juicio Final, llegó para todos.

Miles de años pasarán antes de regresar a donde estaban antes.

La civilización estará en su Ultimátum, ya no puede sobrevivir más.

Los padres devoran a sus hijos y las madres no dan leche, los animales son flácidos y las plantas secas.

La tierra se ha muerto y el agua se ha secado por completo.

Todos los días son noches, las noches son muertes, las muertes el descaso, el descanso una despedida, una despedida que desaparece al son del viento y no vuelve jamás.

Pidieron tanto y lo obtuvieron, el Final, Apocalipsis, Armagedón.

No hay ningún lugar habitable, sólo desiertos y rocas, arena y polvo.

Un suspiro será la despedida de todos y cada uno de los terrestres sobrevivientes.

Ninguno podrá escapar, como una rata en las alcantarillas, simplemente navegarán buscando nada y algo, buscando Luz y Sombra.

Ya nada de eso es posible, ellos mismos los destruyeron, con una mirada al cielo se puede leer la historia completa escrita en el aire.

El humo levantado nunca baja, intoxicando a todos y nadie, las bacterias finalmente han desaparecido, igualmente los alimentos y bebidas.

Provocaron el final y ahora desean un nuevo comienzo, siempre una segunda oportunidad.

Finalmente solo quedan cinco personas, cuatro, tres, dos, una.

Un último suspiro al viento.

Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, donde mi alma está atrapada entre el cielo y el infierno, aunque,  lo cierto es… Que es imposible consumirse si no se esta ardiendo.

Andrea Guadalupe. 

                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 

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