La red es un gran confesionario

Tijuana BC Marzo 008.     La red es un gran confesionario.

 

 

¡Eh! ¡Hola! ¡Aquí! ¡Soy yo! ¿Quién me lee?

Nadie, nadie me acompaña.

¿Me acompaña alguien?

Estoy frente a un monitor misterioso, y un teclado, su cómplice.

Y me han dicho que empiece a formar palabras dándole forma con ellas a mis pensamientos, escribiendo libremente.

"Eh, ………………..aquí, ………………….hola,…………………soy yo,………………..creo que nadie me acompaña, ………..nadie me interrumpe, ……………..nadie me responde,……………..

Seguiré escribiendo, sin embargo,………………………….

Soy una mujer desconfiada,…………………….solo que social y confiable también,…………….

No puedo admitir que alguien quisiera confundirme o engañarme.

Camino guiada por mis ideales como ciega.

Me sujeto a las costumbres y ritos de las comunidades donde convivo………………….y entro siempre con los ojos vendados por las puertas donde habitan mis amistades ,……………….y cualquier casa donde la alegría es sagrada.

"Este es el lugar,……………………describe tus emociones", me dice una amiga.

"Esta es la tribuna moderna, el estrado invisible"

Publicación de narraciones sin voz, sin rostro, atrapadas y dispersas en el aire.

Estas frente a la red, frente a ti, están quienes te leen.

¿Esto es la red?

¿El muro de los lamentos moderno, donde se cuelgan y encienden símbolos y metáforas, deseos, sueños e ilusiones?

Mi amiga me detiene para instruirme, y me dice: La red es un gran púlpito.

Yo no vengo a predicar.

También puede ser una cátedra.

No tengo nada que enseñar.

Puedes hablar de tus sueños.

¿Mis sueños? Ya he contado todos,……………………y todos han sido archivados.

Hoy no tengo sueños que contar.

Puedo decir avergonzada que naufrague en mi lucha por alcanzar algunas ilusiones.

Por que la mujer que sueña, se ha ido a clavar ataúdes y enterrar a sus muertos.

Entonces………………….me interrumpe mi amiga…………………….

¿De que sirve esta maravilla?

¿Para que se ha inventado esta autopista de información milagrosa que puede llevar la palabra del hombre hasta el corazón de los astros?

Tal vez para …………………….que el hombre se confiese.

A mi me parece que es un gran confesionario, un obsequio sagrado que nos han regalado los Dioses para que desde el anonimato, todos los hombres del mundo, cuentes sus crímenes y pecados.

No tengo nada que enseñar…………………………………. sobre púlpitos y cátedras.

Y todavía, no tengo nada que contar.

Mi criterio es que mientras no tenga yo el alma, pensamientos, y manos limpias, tendré afónicos los propósitos.

Podré contar, contar: calcular, no referir, enumerar, enunciar, una, dos, tres.

Una injusticia, dos injusticias, tres injusticias.

La injusticia política, la injusticia eclesiástica, la injusticia social.

Yo he venido aquí, como voy a todas partes, a confesarme honradamente con quienes me rodean.

Y después de saludar según las costumbres del mundo, me arrodillo,………….hago la señal de la cruz,………………..y rezo el yo pecador.

Así comienzo todo cuanto tengo que decir: Confesándome.

Y digo que cualquier tribuna hoy, no puede ser mas que un confesionario, ………………..y la red, es el mas grande de todos.

Un confesionario inmenso, ………………………….por que tenemos que contar nuestros pecados a los hombres, las piedras, las estrellas.

Y lo que voy a decir ahora,…………………….no sé si es una confesión ingenua y humana.

¿Dónde esta Dios?

Oh,……………………….Quien me diera el saber donde poder hallarlo.

¡Hoy nadie lo encuentra!              Andrea Gpe.

 

 

 

 

 

                           Andrea Guadalupe.

                              
                         Tijuana Baja California Norte. Mexico

                   DESDE MI RINCON EXISTENCIAL,

hesa540828@hotmail.com           agluna200@àyahoo.com.mmx
 
 

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