Tijuana BC Dic 007. Blog de un mundo sin vida.
La vida no es muy seria, y para muestra esta la mía.
Sigo sola en casa, me preparo cada comida, leo poco, escribo y corrijo un poco mas, ceno y me desvelo mirando televisión.
Empecé a cocinar mientras me preguntaba sobre que podría escribir.
Hablar sobre cocina siempre ha sido un gran tema, solo que desconozco mucho de los elementos necesarios para escribir al respecto.
Entonces me pregunte, ¿Por qué no escribir sobre cualquier tema?
Decidí pasar este día sin escribir, descansando, mirando el techo para seguir con las divagaciones donde una idea te lleva a otra, y dejarme arrastrar por las imágenes que la nostalgia evoca.
Por las sugerencias que traen los recuerdos.
Quizá abra el cuaderno y logre algo interesante.
Seria lindo que pasara así.
Para muchas, lo peor de vivir solas es llegar a casa y tener que hacer comida solo para ti.
Para otras, lo peor es llegar y que solo el silencio te reciba, que nadie te pregunte como te fue.
Otras dicen que lo peor es que no haya nadie en tu cama y te diga…….. ¡Buenos días!
Para mí, lo peor de estar sola es no poder compartir la satisfacción de estar sola.
Al estar sola, conecto la cafetera, pongo música, verifico que las llaves del gas estén cerradas, pongo seguro en la puerta, y con luz tenue, me siento libre a escribir.
Me veo sola, y miro mi alrededor, veo la luz de la cocina, del comedor, la sala, y un adorno que esta en el frente de la puerta.
Imagino que más allá, donde circula el mundo, están los carros que transitan en la avenida que lleva a el boulevard y conecta a la presa Rodríguez en un punto, y al crucero 5 y 10, en otro, caminos que avanzan con algunas curvas, señalamientos que conducen a parques, estadios, y al aeropuerto internacional. Calles que nacen en la orilla de la ciudad, donde nadie vive, excepto cerros mudos en medio de tierras desérticas.
Entonces me doy cuenta que estoy doblemente sola.
Le había dicho que me encantaba su modo de ser, lo buena amiga, su sonrisa de conejo, su voz.
Ella giraba un poco su rostro apenada, y me decía que le atraía mi forma de ser, lo positivo que en ocasiones sentía de mi manera de pensar, y lo bien que se sentía cuando la escuchaba.
Solo que…………………. ¿Que habría sido de nosotras sin esas escenas?
Una noche me pregunto lo inevitable…………¿Qué no te gusta de mi?
Sentí que no podía responder.
Tenia que decirle la verdad para sobre vivir a ese momento.
Nunca como esas horas fue tan terrible el decir que la falta de libertad me ahoga.
¿Nos vemos mas tarde? me dijo
¿Crees que aquí acabo todo?, ¡Claro que nos vemos mas tarde!
Tengo que verte mas tarde, abrazarte, insistir, insistir hasta que me mires como yo deseo.
Si tan solo lo pensaras un momento, lo verías claramente.
Me duele estar lejos de tus manos, fuera de tu mirada, de tus ojos, sentirme por completo ajena a ti.
Hoy te vi, y no te salude, me quede sin moverme, de lejos te veía, no te perdía de vista.
Siento miedo de pararme frente a ti, a invitarte a caminar y platicar sobre nosotras.
No pude hacerlo, preferí continuar como si no te haya visto.
Además no andaba vestida para la ocasión, traía ropa de trabajo, pantalón y no falda, una sudadera y abajo la blusa, sin estar arreglada, con el cabello alborotado.
¿Crees que esta imagen es la que me habría gustado que tuvieras de mí?
Claro que no, no creo que recuerdes cuando tropezaba contigo
Estoy segura que para ti sigo siendo nadie.
Si me va bien, una cara conocida, solo eso.
Una cara que se recuerda haber visto en algún lado, solo que no se recuerda bien.
Cada día me arreglo por las tardes, me planto mis faldas amplias y largas, me cuelgo hasta el molcajete, me miro al espejo y decido salir.
Veo que la gente camina y me pregunto si tendremos los mismos motivos que yo para salir de sus casas.
No lo creo.
Yo lo hago por que estar en casa es como no estar.
Y salgo para ver si encuentro algo de aquella que fui.
Camino hacia el parque, me siento en la misma banca, espero a que pase algo. Miro la gente, pasa como si nada haya ocurrido.
Entonces me imagino a mi misma, sentada en la banca, dentro de ese parque, en el interior de una ciudad, de un país, de un mundo, en un todo que ya no es el mismo todo que conocía.
De inmediato regreso a casa, aun no estoy preparada.
Si alguna vez amor, nos llegamos a encontrar en una ciudad extraña, en medio de un mar de gente y nos miramos sin creer que el azar nos este haciendo esto, por que una situación así nunca esta prevista, mucho menos si sucede después de haberla deseado tanto y vuelto a desear, cada día, cada noche, hasta el cansancio, una y otra vez, y creer que jamás nos volveríamos a ver, por que lo que sucedió, no podía pasarnos a nosotras, que estamos tan lejos, y que nos hace falta sentirnos una a el lado de la otra.
Como ese momento donde nos miramos sin creer que todo ha valido la pena.
Por que habría sido bueno dejarnos llevar por las circunstancias, por el momento, por la gente que nos habría arrastrado hasta el lugar donde compartiríamos el mismo piso, sin darnos cuenta hasta que algo hizo que volteáramos al lugar justo donde caminábamos, solas, tu con el cabello suelto, mirando los anuncios de la calle, pensativa y despreocupada.
Y de pronto, sucede que no sabemos como actuar, a pesar de estarlo esperando tanto tiempo.
Estamos en una ciudad extraña, tal vez en un paisaje ajeno, con unos años encima de más, con tantas cosas sin decir, con miles de secretos, con experiencias pasadas, con lágrimas, con risas.
Quizá somos otras que no tendrán nada de que hablar, completamente otras.
Personas distintas que pasaríamos de largo después de mirarnos, y no sentimos nada pues el mundo ha cambiado con nosotras, y nada le importa ya, si te vas, si me regreso, si nos topamos nuevamente.
Solo que no, también existe la posibilidad de gritar nuestros nombres, de correr, de alborotar a nuestros sentimientos.
De abrazarnos, de saber que la otra realmente existe como la hemos imaginado cada noche.
Y que andas haciendo?
¿A dónde vas? ¿Cuándo regresas?
Déjame abrazarte de nuevo, sentir que realmente eres tú, vamos a caminar.
Prométeme que nunca dejaras de sonreírme, por que me falta tu luz, y tu, pídeme lo que quieras, que ahora la suerte esta con nosotras, antes de que desaparezca, antes de que nos arroje de nuevo al mundo.
Antes de que volvamos a tener la sonrisa sin vida, el caminar sin vida, el despertar sin vida, y sobre todo, antes de que la vida, pobre de ella, vuelva a estar sin nosotras.
Andrea Gpe.
Tijuana Baja California Norte. Mexico
DESDE MI RINCON EXISTENCIAL, 
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