Tijuana BC Jun 008. Consigna para vivir.
Tu amor en mi vida fue festejo, el desamor, duelo.
Si todo se ha de ir, ¿Por qué llegaste?
Amor, don de Dios, me hicieron creer, y vivir la separación, es "Corazón en las espinas"
En estos días los casos de desamor se multiplican, la pareja falla, la pareja huye de si misma, la pareja hace malabares para subsistir.
Que triste paradoja, primero nos dedicamos a encontrar la persona deseada, y luego, tristemente a soportarla.
La amamos hasta casi rendirnos a ella, y luego, nos preguntamos qué le vimos cuándo cambió, por qué ya no sentimos las mariposas de antes, y solo escuchamos el bostezo y la queja cotidiana.
El amor tiene que ver con la vida, y por eso duele, por eso se encela, por eso se desilusiona, por eso se trasforma, por eso envejece y muere.
El amor se complica por que se hace aburrido, monótono, por que hay malos tratos, traiciones, gritos, sombrerazos, estrecheces económicas, dolor y llanto.
Amor que no termina felizmente, y es cuando la amargura se hace presente, y las palabras tiernas un remoto pasado.
"Yo la ame, y ella, a ratos también me quiso"
No importa el género, la desesperación y la tristeza son las mismas.
Angustiado amor, desdichado amor, desolado amor.
La desesperación del amor, y la separación de quienes se aman no es nueva bajo el sol.
En la alcoba profunda, podríamos andar meses una en busca de la otra sin hallarnos.
Las telenovelas y el macramé como terapias de género.
Ahora trabajamos doble jornada, somos capaces de subsistir a solas y de no necesitar pareja para ser.
Es el desamor moderno, el amor a una misma como respeto y como opción.
"El amor es la piedad que nos tenemos".
Tanto amor, ¿Para qué?
¿Que es lo que pasa, que nos hace que durmamos confiadas una noche, una noche cualquiera, protegidas, confiadas, seguras del amor, acompañadas, y despertemos mas tarde, solas, abandonadas, indefensas?
Durante un tiempo, creí más en el desamor que en el amor.
Tantos fracasos, tantos intentos, para qué.
Mejor la soledad, las caricias sin nombre que perdure, sin compromisos, sin reclamos, sin lealtades, sin amor.
Me protegí, me dije que nunca mas, y falle.
Así como llega el desamor, también aparece el amor.
La sensación de inmortalidad tras un beso, la necesidad de pertenencia a otro cuerpo, la alegría de descubrir un rostro que nos alegre el día, la idea de que ahora si es la persona buena, la que esperamos con ansia toda la vida.
Amar y malquerer, estar un tiempo con lo mejor y otro con lo peor de la pareja, celebrar la compañía de alguien extraordinaria, y guardarle luto por que no lo era, es el latido de los corazones íntegros y rotos.
La consigna para vivir y no morir en el intento es amar con locura y distanciarse con cordura.
Dejar ir cuando ya no se pueda. Andrea Guadalupe Luna Santana.
Desde Tijuana: La que abraza siempre al regreso, la que cobija entre latidos sumergidos en una búsqueda natural.
Andrea Guadalupe.
Tijuana Baja California Norte. Mexico
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