La evaluación

Hace muuuchos, pero muuuchos años, mi ser, reprobó el genero y no encontró mejor manera de negociar esta adversidad que declararlo inexistente y extraviarse en el laberinto de su soledad. Hasta allá tuve que ir a buscarlo para que juntas encontráramos una salida. No sólo reprobaste tú, le dije, reprobó también la vida, que no encontró la manera de motivarte, de hacerte entender y de conducirte (eso quiere decir educar), por razones que luego entenderás; y te diré algo peor,, yo también reprobé junto contigo por desatención e inasistencia. Frente a este triple fracaso, podemos ocultar las cosas, culparnos unos a otras, maldecir al destino y hacer otra bola de ociosidades; de cualquier manera, seguiremos reprobadas. También podemos inaugurar el cerebro y buscar la manera de que salgamos de esta ridícula situación: y comenzó la operación rescate que llegó con aceptable éxito. Desde entonces y hasta hoy, en todos los terrenos del vivir cotidiano, somos la reina de la segunda vuelta. Mi vidas no es ejemplar, solo que poseo esa característica de las chicas francesas: Apretamos al final.
Antes de que la comadre me envíe un correo electrónico preguntando que fume hoy,, quiero poner en evidencia que esta vieja historia no la conté nomás así , sino que consideré que era aplicable al desmelenado drama que hoy estamos viviendo a causa de los nada gratos resultados de la evaluación que hizo una chica con respecto a la desgracia de nacer trans.................. Ya pusimos el grito en el cielo , ya maldijimos de todas las maneras posibles , ya concluimos, sin rubor de por medio, que nuestras vidas son ............de un sexo biológico en discordancia con el genero . Después de todas estas................................. ternuras, la realidad ahí sigue y exige de nosotras un poquito más de inteligencia.
A mí me parece un alentador acto de madurez participar voluntariamente en una comunidad que nos indique cómo estamos en relación con otras personas. No me sorprende que seamos infelices. Nos dedicamos por mucho a obtener aplicadamente la lastima. La conseguimos. De las mejores somos las peores. Es importante saberlo, mirarlo de frente y no disiparnos en escándalos y maldiciones. Lo cierto es que estamos reprobadas. Hoy sabemos que lo nuestro es parte de la naturaleza y es posible ser nosotr@s.. Hay tres remedios: a) fingir demencia; b) exterminarnos c) asumir nuestra parte de responsabilidad, beneficiarnos de lo que han hecho otras en nuestras mismas circunstancias y todas juntos ponernos a trabajar, a recuperar el tiempo y a tirar la nube de demagogia que es como el smog moral.