sábado, septiembre 4

Como una amante insatisfecha.

Sep.2010.                   Como una amante insatisfecha.

 

 

Con la puesta del sol, los cerros se rematan de luz rojiza al atardecer.

En sus cañadas, los barrios de los alrededores presienten que nace la oscuridad.

Drogado, el Teclas, lleva un neumático robado.

Apisonada por el abandono, la calle es polvo paralitico, ya no se levanta.

En esa nota de silencio, dos perros flacos escarban con sus hocicos, la basura acumulada.

Llegan en un carro sedan, no tiene más de quince o dieciséis años, son cinco y todos fuman la adrenalina de el vivir en riesgo.

Atraviesan la calle en abandono, es sus bolsas traseras, brillan desarmadores.

Van dispuestos a apuñalar y a ser apuñalados, a golpear o ser golpeados.

Otro grupo de adolescentes, trae en su rostro, dibujada la caricatura de la muerte.

Jóvenes alimentados con la disfunción familiar.

La vida se les hizo noche demasiado pronto.

Son hijos de alguna madre violada, o un padre alcohólico.

De un traficante de nervios, o de una mujer que lleva ya el profundo dolor de llorar sin lagrimas.

Todo sucede tan de prisa, que la realidad queda como una amante insatisfecha.

Entran, se apartan, se retiran.

Jadeantes, regresan por la calle que apenas antes recorrieron.

Algo ha salido mal.

Dentro del auto, las llaves en el encendido son una burla.

Desde BCN, mi rincón existencial, Andrea Guadalupe.

 

 

 

 



                                            



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