Tijuana BC Jul./2010. Pensándolo bien….Qué bueno que haya terminado.
Con el final de un mundial no sólo se acaba el fútbol: Se acaba el mundial y junto a él se diluyen los sueños de casi todo el universo futbolero, menos del de los españoles, claro..
Es bueno saberlo: un mundial es maravilloso, aunque también lleva consigo una serie de elementos tan estrafalarios como el tamaño de su magia.
Gracias a la finalización del mundial se acabaron:
Los aburridos sonidos de las vuvuzelas.
El insufrible Waka-Waka de Shakira y las transmisiones de TV que lo utilizaban hasta para dar el pronóstico del tiempo.
Los que viven asegurando que cualquier nación extranjera es superior a la suya, sólo que mientras dura el mundial se creen los más patriotas porque apoyan a su selección enfundados con una camiseta, una bandera y una vuvuzelas con los colores de su país.
El Waka-Waka interpretado por una orquesta de vuvuzelas.
Quienes nunca ven fútbol, entre ellas yo, y sin embargo mientras duró el mundial fueron capaces de discutir hasta de historia del deporte en cuestión, sin saber siquiera si un lateral se sacaba con la mano o con la rodilla.
Cualquier suvenir con la cara de la mascota del mundial de Sudáfrica.
Las mascotas que sacaron a la luz para contrarrestar inútilmente los seguros augurios del pulpo Paul.
Los futbolistas que responsabilizaron a las vuvuzelas por sus errores en la cancha.
Las publicidades de bancos, tarjetas de créditos y teléfonos celulares que invocaron a la pasión, la euforia y el sentimiento del apasionado para convencernos de que todos juntos -y en especial- adquiriendo sus productos, ganaríamos: Ellos nuestro dinero y nosotros deudas con sus empresas.
Quienes prometieron desnudarse si su equipo llegaba a la semifinal o se consagraban campeones.
Los que llamaban por teléfono en medio de un encuentro significativo y lo primero que preguntaban era: ¡¿No me digas que estás viendo el partido?!
Las promociones que no tuvieron ningún beneficio, y sin embargo eran "mundialistas".
Los que trataron de superficiales a los seguidores apasionados por "no ver la dura realidad de África, ofuscados por la pelota", y al mismo tiempo, en su país, les vendían, a través de publicidades que invocaban al sentimiento, celulares, tarjetas de créditos y deudas bancarias a sus paisanos más necesitados.
Un mundial es maravilloso, aunque… Pensándolo bien….Qué bueno que haya terminado.
Andrea Guadalupe.
Andrea Guadalupe.
Desde mi rincón existencial, donde el sol nace al poniente.
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