sábado, junio 5

Soy una oruga.

 

 

Tijuana BC Jun. / 2010.      Soy una oruga.

 

 

Desde lejos me contemplo y mientras acorto distancias, veo el reflejo de mí ser, de toda mi existencia, como dicen que ocurre instantes antes de morir, en una sola lágrima.

Esa lágrima que puede evaporarse en cualquier momento, contiene mis emociones, mis silencios, mis ausencias, mis miedos secretos, mis lamentos, mis gritos, mi dolor, mi locura, mis sueños rotos, la miro, me miro y una profunda tristeza me envuelve, me siento sola, tan sola, que al tocarme soy capaz de tocar mi soledad.

Me abraza.

Siento unas ganas enormes de correr, de despojarme de todo lo que me sobra, de repente giro sobre mis pasos y corro, corro, en dirección contraria, sigo corriendo mientras  voy despojándome de mi ropa, me gusta como empiezo a sentirme, la ropa queda desparramada por el suelo, no me detengo a recogerla.

A lo lejos me contemplo y mientras acorto distancias, veo el reflejo de mí ser, de toda mi existencia, como dicen que ocurre instantes antes de morir, en una sola sonrisa.

Esa sonrisa que puede evaporarse en cualquier momento, contiene mis emociones, mis silencios, mi valor secreto, mis risas, mi placer, mi locura, mis sueños cumplidos, la miro, me miro y una profunda alegría me envuelve, me siento sola, aunque está vez no siento miedo de la soledad, al tocarla conecto conmigo, me abrazo y empiezo a hablarme.

Mi otra mitad está llegando, ha seguido mis pasos, estoy entre mis dos yo, ambos avanzan hacía mí, como si quisieran tragarme y lo hacen, tras unos minutos, consigo dominar mi pánico, abro los ojos, la oscuridad cesa y me encuentro, yo, conmigo misma, y me doy cuenta de que formo parte de un mundo paralelo de seres invisibles.

He quedado atrapada entre dos mundos, entre dos vidas.

 Soy una oruga y a pesar de que mi paisaje interior desentone aún mucho de la mariposa que quiero llegar a ser, a pesar de que a veces visualizo mis alas como si ya pudiera volar, a pesar de que en algún momento mi ego me traiciona y consigo verme con esos hermosos colores que me hacen sentir un ser especial, aunque solo sea en potencia.

Sé que aun soy una oruga.

Sólo que ahora me doy cuenta de mi gran contradicción, lo único que tenemos en común una oruga y yo es que al final con un poco de suerte las dos seremos mariposas.

Yo puedo pensar, sentir, decidir, como, cuando, con quien y para que, ella no.

En mi vida necesito algunos cambios, periódicamente los necesito, el hecho de que no sean demasiado grandes, evita que sienta demasiado miedo a llevarlos a cabo, aunque muchos pequeños cambios, hacen que mi vida me resulte un espacio donde me siento llena, donde siento que voy evolucionando paso a paso, y aunque a veces me detengo a descansar, no permito que mi fuerza se estanque, y si alguna vez me despisto, mi equipo de vida me lo recuerda.

Hablar de mí, es hablar de tristeza...

Es hablar de la alegría, del sol, de la esperanza, de la ternura, del beso, de las lágrimas.

Es hablar del verano, del frío, del mar, de la turbulencia, de la quietud, del temblor, del miedo..

Es hablar del los barcos hechos en los cafés con una servilleta de papel...

Es hablar de la sed de los labios resecos y un golpe de calor en la nuca.

Es hablar de la sed y de otra sed que no nace en el cuerpo sino en los ángulos del alma..

Hablar de mí es hablar de una pregunta, de un gran interrogante suspendido en mi cabeza, es hablar de unos ojos que se alargan como dos brazos hacia adelante tratando de palpar en el futuro...

Tratando de saber donde está el límite que habrá de herirme, que habrá de separarme de mi aliento, del verano, del mar, del frío, del hambre, de la certeza...

Hablar de mí, es hablar de ti.

Porque tú y yo somos algo muy parecido, con la misma respiración , el mismo cansancio, las mismas ganas de vivir , de ser felices, de encontrar un oasis bañado de verde y de ternura en medio del desierto que a veces nos aguarda..

Es hablar de una larga serpentina de miel envolviéndose en tus amores.

Es hablar de una queja que se quedo en el silencio, y de un silencio que te arrancó una queja, una queja tenue y pequeña que apenas araño el aire y se deshizo.

Porque tú y yo nos parecemos mucho...

Al verdadero dolor, al verdadero llanto lo escondemos con pudor, con recato...y quizás hasta con un poco de avaricia, con un poco de temor a que lo vean...que lo toquen, se metan en él...

Se apoderen de su sal y su hiel...

Apretamos los puños, nos mordemos los labios, gritamos tonterías golpeamos paredes...

Y lo principal queda sepultado bajo una fina ceniza celeste de silencio.

Porque yo puedo pedir pan para mi hambre, yo puedo pedir agua para mi sed...

Sólo que:¿Con qué palabras… y dejando de lado qué cuota de vergüenza, puedo pedir amor, puedo dar vuelta la manivela del olvido para que vuelva atrás, para que lo de antes se haga hoy, para que se abra un cielo de violetas sobre aquel beso suyo?

Hablar de mí...hablar de ti...Palabras...Aventuras de la voz...

Mariposas que corren como un reguero de arco iris...y se desbordan como un rio desbocado...

Palabras

Mariposas...

Pájaros de vidrio que cantan igual que las campanas...

Andrea Guadalupe.



                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 




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