Desperté de una pesadilla, solo que el problema no era ella, si mi creencia en el destino, el creer que Dios me hablaba entre sueños .
Me levante e intente recordarla por completo.
Empezaba cuando tomábamos nuestras mochilas y nos disponíamos a viajar, pretendiendo aproximarnos mi hijo y yo.
Llegábamos a algún lugar y ............................... eso era lo único que recordaba, los detalles estaban fuera de mi memoria.
La obsesión empezó entonces, mi pensamiento se entrego a esta pesadilla y su relación con la cual pretendía reiniciar la relación con mi hijo.
Subimos a un auto bus y partimos con rumbo a nuestro destino, en el camino, recordé otro detalle, al final, alguien se suicidaba en el lugar donde nos encontrábamos, caía desde las alturas de un edificio y se destrozaba, conservando unos breves instantes la vida, durante los cuales me decía algo que no lograba recordar.
Así como tampoco lograba acordarme del rostro del suicida.
O su nombre.
Calme mi impaciencia y espere que Dios se manifestara.
El nerviosismo me dominaba, dedique mi tiempo a buscar señales celestiales, haciendo a un lado el plan de reencontrarme con mi hijo. El podía esperar unos días mas .
Un tiempo después de iniciar la persecución de mi pesadilla, encontré el lugar adecuado, el edificio era como debía ser, la puerta aquella, justo a la entrada donde caería el cuerpo inerte del suicida.
Pase horas en la sala de estar, haciendo antesala en aquella oficina, enfrente de la triste ventana , el morbo y yo éramos lo mismo.
Mi intención no era detener el curso de los acontecimientos, si presenciarlos y cumplir la voluntad de Dios.
Ya tarde, vi como una figura humana se asomaba por la ventana y caía.
Segundos después se impactaba contra el piso.
Me levante y corrí, pretendiendo enterarme de sus ultimas palabras,.
Mi sorpresa fue infinita, ante mis ojos estaba tirado y destrozado el cuerpo de mi hijo, a quien había abandonado.
Intente abrazarlo, los paramédicos lo evitaron.
Solo alcanzo a decir no hagas nada por mi............................ y falleció.
Murió dejando una vacante, heredando la nada a nadie.
Andrea Guadalupe.
DESDE MI RINCON EXISTENCIAL,
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