viernes, diciembre 27

Deseo para este próximo año

Dic. 2013.  Deseo para este próximo año
Aquí en México, nuestro país, como en cualquier otro, existimos seres humanos que por motivos que la ciencia no ha logrado aún explicar, nacemos con una orientación sexual y de género distinta a la de la mayoría de personas, y somos llamad@s: Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, además de que constituimos aproximadamente un 21% de la población mundial.
En el transcurso de los siglos, han existido episodios de discriminación, segregación y contracción de derechos determinados por el género, raza, religión, condición social y económica.
En la antigüedad, por ejemplo, las mujeres prácticamente carecían de derechos y nuestro suelo fue testigo mudo de la esclavitud a la que fueron sometidos nuestros hermanos originarios de África durante la conquista Europea y la discriminación que tuvieron que soportar hasta ya entrado el siglo XIX.
Sin embargo, el Apartheid Sudafricano no terminó sino un siglo después.
A pesar de esto, la humanidad es una escuela de errores y correcciones, así como también de luchas por las demandas; durante esta, han aparecido personajes que transcienden fechas y lugares, cuyo mensaje de igualdad, respeto y paz llegan aún a nuestros oídos.
Así por ejemplo, somos inspirados aún por el sueño de Martin Luther King, los deseos de paz de Mahatma Gandhi y el amor desinteresado y enérgico de la Madre Teresa de Calcuta.
Actualmente la discriminación racial está normalizada como un delito, también la discriminación de género; sin embargo, aún en nuestros días, luego de haber pasado ya la primera década del siglo XXI, podemos ver como siguen existiendo la discriminación y el machismo.
La lucha ha sido larga, sólo que aún no ha terminado. puede decirse que el siglo XX estuvo determinado por la lucha en favor de los derechos civiles de los afro descendientes y las mujeres y el siglo XXI estará definido por la lucha a favor de los derechos de las personas: Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales.
Desde el año 2000 se inició con Holanda, país pionero, una cascada de aprobación del matrimonio gay hasta el día de hoy, otras 19 naciones tienen reglas de uniones civiles o similares.
La Tierra cuenta 198 naciones, lo que indica que al finalizar el siglo XXI más del 50% del planeta habrá aceptado la unión legal gay.
En el resto del mundo la polémica sobre el tema está en debate hasta llegar al extremo en algunos países africanos, de Medio Oriente y Asia, cuya visión sobre la homosexualidad continúa considerándola delictiva.
Prevalecen diferencias que van desde un relativo amparo jurídico con limitados derechos hasta la condena legal bajo diferentes penalidades.
El colectivo LGBT se caracteriza por ser minoritario, diverso, englobándonos a personas de diferentes condiciones sociales, económicas, religiosas, raciales, y porque se enfrenta a diferentes posturas originadas por el prejuicio y por algunas religiones; estos conceptos, causan olas de violencia, odio e intolerancia hacia quienes integramos la comunidad LGBTI.
Este odio se conoce como: Homofobia; sin embargo, el término no es lo suficientemente claro, una fobia es un miedo irracional: En cambio, el homofóbico, muchas veces busca atacar de manera verbal, simbólica o física.
Olvidando quienes componemos la sociedad que, para el correcto ejercicio democrático es necesaria la diversidad de ideas y posturas, de la diversidad de pensamiento surge la reflexión y esta es la mejor receta para conseguir soluciones eficaces.
Extrapolando, en una sociedad es necesaria la diversidad, ya sea cultural, étnica, religiosa y  también sexual.
Diversidad Sexual que se entiende como las diferentes maneras en las que un ser humano, se observa a sí mism@ y también el tipo de personas con las que el individuo desee tener una relación sexo-afectiva; no es justo exigir que todas las personas ejerzamos una misma religión, que conservemos una misma cultura o que defendamos una misma postura en un debate; del mismo modo, no es justo tampoco exigir, que tod@s que seamos heterosexual, ni que nos comportemos de manera igual; siempre y cuando nuestras acciones no constituya una amenaza a la integridad de las personas que nos rodean; ser lesbiana, gay, bisexual o transexual, no daña a ninguna persona; la homofobia, sí.
Las personas LGBT no podemos ejercen todos los derechos que tenemos reconocidos en nuestra Constitución, debido a las contradicciones que existen entre la Carta Magna y el Código Civil de nuestros Estados; por ejemplo, las parejas gays que viven juntos desde hace años, al no poder casarse legalmente, no pueden solicitar una casa como lo hacen, las parejas heterosexuales que viven en concubinato, del mismo modo, tampoco tenemos derechos patrimoniales y al morir un miembro de la unión, la pareja, queda desprotegid@; ninguna ley censura explícitamente a ningún patrón que desee despedir a un trabajador o trabajadora por ser gay o lesbiana; la situación de nosotr@s, las personas transexuales es aún peor; pues no tenemos la garantía del derecho a la vida, prueba de ello es la cantidad de personas transexuales que son regularmente asesinados en nuestro país sin que el hecho llegue a mayores instancias; incluso tampoco tenemos derecho al libre desarrollo de nuestra personalidad o la identidad.
Somos minoría, aunque, no por eso somos menos importantes, menos humanos; tenemos tantos derechos e importancia como cualquier otra persona; sin embargo, a los ojos de las actuales leyes no es así.
Esconderse no es una alternativa, ser parte de la vida, acompañad@s permitirá que lo imposible sea posible, la aventura se convierta en realidad y los miedos en historia del pasado.

Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, tierra donde deseo para este próximo año, que la comunidad LGBTI, sea escuchada y tomada en cuenta por los elementos que forjan la vida política en el país.    Andrea Guadalupe.

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