Tijuana BC Agosto 008. Un féretro con sueños.
No hay escuelas para la vida, solo la vida misma.
¿Acaso no es una crueldad jugársela todo en una sola existencia?
Si pudiera enmendarla, corregirla, la vida misma seria perfecta.
Solo que……………………no lo es.
Al inconveniente de haber nacido, al desconcierto de saberme viva, se contradice el milagro de una existencia no pedida, y sin embargo valiosa, amada hasta el punto de asustarme y rehuir la tumba fría, al mas allá, si lo hay.
A la eternidad con que en mi juventud contemple mi paso por el mundo, en mi madurez se opone la brevedad, que es como una queja triste.
La vida es absurda, corta y sin sentido.
Tanta vida y nuestro destino es precipitarnos en el abismo de la muerte, en la angustia de algún día, dejar de ser.
No cuento con argumentos indiscutibles ante este hecho rotundo y falto de amorosa ternura, así como de la más elemental lógica.
Solo sobrevive una infinita angustia, una enorme protesta que se estrella contra el muro de lo absurdo, el coqueteo religioso que nunca me convence, la posibilidad siempre presente del suicidio como forma de rebeldía para no caer en la indiferencia.
Hay que aferrarse a algo, como si se tratara de un salva vidas confuso en el rutinario desastre de nuestra existencia.
Hay quien se mete a una iglesia y con eso tiene suficiente.
Hay quien encuentra consuelo e inmortalidad en cada hombre o mujer que seduce.
Hay quien toma cursos para reencarnar o se inventa un mundo lleno de Ángeles, de la celestial luz que se ve al final del túnel.
Hay quien busca la misericordia a través de los hijos.
Yo soy más simple, sencilla, común y corriente si se quiere.
Me aferro a algo muy particular y poco valorado.
Mi ser, soy única e irrepetible.
Nunca en todo el universo, nadie mas como yo.
Eso me hace más que frágil, breve, especial y distinta.
No sé si es la respuesta, solo sé que a mi me funciona.
Me digo sin pensar; Ya estoy aquí, a vivir.
Lo hago con la alegría de quien sabe que la vida es corta y no me importa.
Sé que la vida duele, solo que también sonríe, lloro, si, por que el llanto es parte de la vida cuando se vive.
También canto y bailo, procuro respirar la felicidad de amar, de contemplar una tardecer, de caminar descalza por la playa, de reconocerme viva en cada latido, en cada suspiro, en cada caricia, en cada parpadeo.
Mi mandato es aprovechar el día, hacer como si se tratara del último de mi existencia.
Ser curiosa, sentir, oler, disfrutar, conocer, gozar, no quedarme con las ganas de algo, antes de convertirme de nuevo en el polvo del que fui creada.
Lo dijo Borges; Comamos un poco mas de helado y menos habas.
Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima correría más riesgos, contemplaría mas atardeceres, nadaría mas ríos.
La vida es corta, me como primero el postre, lo dulce del mundo.
Se vive solamente una vez, lo demás son cuentos, farsas confusas con olor a incienso.
Solamente una vez………………….Que sea este el motor de mis actos, no para deslindarme, borrar o justificar mis errores y defectos.
Si para pulir hasta donde se pueda, la maravillosa y singular existencia.
Para dejar huella por lo que hice, no por lo que quise hacer.
Hay gente que aunque vive, no ha nacido nunca.
Tal vez me habría gustado ser de otra manera, solo que soy lo que me toco ser, y no hay mas.
Voy forjando mi existencia, una razón de vida, una felicidad furiosa.
Me aferro a estar en un mundo terrible, bello y mió, pésele a quien le pese.
Si cuando nací, el mundo sonrió, yo llore, que a la hora de mí despedida, que el mundo llore, y yo, me impulse con una sonrisa.
Seré un féretro con sueños, puño de tierra enamorada, una ridícula nada, si, solo que también, un momento único en el universo.
Una pasión inútil, un absurdo, una intensa casualidad convertida en milagro.
Andrea Guadalupe.
Andrea Guadalupe.
Tijuana Baja California Norte. Mexico
DESDE MI RINCON EXISTENCIAL, 
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