jueves, agosto 28

El dinero toma ellugar de Dios.

Tijuana BC Agosto 008.   El dinero toma el lugar de Dios.

 

 

Dos realidades incompatibles en todas las tradiciones se volvieron uno.

El dinero se ha vuelto un semidiós en la leyenda que aparece en cada dólar americano.

Reunión donde God, es Dios, y Gold, oro, se unen.  

Realidades distintas e incompatibles que solo podrían excluirse, Dios, lo trascendente, no sabría convivir con una materia tan superficial.

Para saberlo, basta la sentencia de Cristo,"No se puede servir a Dios y el dinero".

Hoy sin embargo, el dinero se ha encumbrado.

Se le busca, se le desea, incluida la iglesia, su mas dura censuradora en el pasado, hoy se le arrodilla.

Por el dinero se destruye el campo, el medio ambiente, se discute, se corrompe, se explota, se asesina, se miente, se engaña, se especula, se prostituye.

Nadie escapa a su influjo.

El dinero dirige la conducta de los hombres.

El fenómeno de la filosofía del dinero viene de lo que hoy en día es una de las formas más insignificantes de la conducta humana, el valor.

El valor, como fruto de la cultura, que vuelve valioso lo que no es.

La sexualidad por ejemplo, un proceso biológico ajeno a cualquier valor, se vuelve un suceso valioso en el amor.

Lo que antes eran principios, virtudes, realidades de orden espiritual, se convirtieron en costos, realidades medidas por el mercantilismo, en donde el dinero se vuelve el valor de los valores.

El dinero, originalmente una cosa material, contraria a la vida espiritual, se convirtió en símbolo real de todos los bienes, es decir de todos los valores.

Así el dinero, toma el lugar de Dios.

Es capaz de crear una expresión de precio para cosas diferentes como una Biblia y una botella de ron, un sacramento y una prostituta.

Es la unidad de todos los contrarios.

Gold, se convierte en God, realidad que muestra la confianza en su superioridad.

Indefinición que genera en sus consecuencias no la unidad o el bien, si el individualismo, el egoísmo, las desigualdades y la explotación.

¿Cómo evitar su autoridad?

Creo yo, que habría que volver a pensar no en función de costos y bienes, si en virtudes cuya fuerza radica en la búsqueda de lo que es bueno y bello en si mismo.  

Adecuado a lo humano, y que por si mismo, genera no el intercambio de bienes, si la unión y la comunión con el bien.

Habría que volver a pensar a Dios no como un éxtasis, si como una realidad reproducida en el prójimo y en los límites de la naturaleza.  

Es decir, como una realidad gratuita que pide la misma gratitud y la misma generosidad para con EL en la diversidad de sus rostros.

Cuando esto haya vuelto a entrar en la historia, podremos recuperar a Dios en lo humano, y arrojar al dinero en el compartimiento de lo inhumano.

 

 



                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  sumergidos en una busqueda natural.

 Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 


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