sábado, marzo 26

Lo que una puede pensar en tres segundos y en una hora….nada.

Marzo 2011.  Lo que una puede pensar en tres segundos y en una hora….nada. 

 No, no eres tú, soy yo, dijo sin ser capaz de mirarme a los ojos, roja, abochornada. Mientras yo me reclinaba en la cama a su lado, me lo dijo.

En los tres segundos siguientes simplemente pude pensar, solo pensar.

Me quedé callada, mirándola, pensando.

No, no eres tú, soy yo me dijo, o sea, hasta hace tres segundos creía que era yo, sólo que ahora resulta que no.

Soy yo, finalizó.

Si, ya se que es ella, es la que está poniendo en duda mi ser.

Aunque, si yo soy esa que suspiraba por un beso suyo, ¿No se acordará?

Soy aquella que se esmero para prepararle la cena a la que le invite, para entrar por primera vez en mi casa, y ya no salir de mi vida.

Soy esa, ¿se acordara?

Seguro que ahora vienen los sermones.

Y yo, callada, tal vez sea por la ropa interior colgada en la regadera, o por mi obsesión a dejar siempre limpia la cocina antes de dormir.

Sólo que claro, seguro que me engaña.

Buscó la solución más fácil.

¡Fácil como ella! Al final terminó, engañándome.

Y me lo ocultó.

Aunque esto no queda así, voy a llamar a la loca esa que dice ser su amiga y me guiñaba el ojo y me pedía mi teléfono.

Qué ciega e idiota fui.

Le voy a pagar con la misma moneda. ¡

¡Mentirosa! además me lo dice en la cama.

Podría habérmelo dicho antes de acostarme, me quiere ver sufrir.

La habíamos pasado bien, comimos entre risas y buen humor, y de repente, me sorprende con esa frase… Dios… ¡No eres tú, soy yo!

¿Por qué no buscó algo original al menos?

Y yo, fiel, abnegada, resignada, acá callada…

Primero todo bien y tras una cena, todo mal.

Que no soy yo, claro, seguro, no se ni qué contestar…

Qué olor que siento… Seguro que es lo que dijo que ahora apesta.

Es insoportable.

Casi no puedo respirar del asco que tengo.

Aunque olfateándolo mejor siento que viene de abajo de la sábana…

La miro, me mira y repite avergonzada: Perdóname, no eres tú, soy yo.

La comida me hizo daño.

Está bien, respondo avergonzada.

Hasta mañana, te quiero, dije sin ser capaz de mirarla a los ojos, avergonzada.

Apagó la luz, durante una hora me quedé pensando.

Lo que una puede pensar en tres segundos y en una hora….nada.  

Desde BC, mi rincón existencial, donde descubrí que más vale soportar un mal olor, que perder un amor. Andrea Guadalupe.



                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 


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