Tijuana BC Nov 007. Carta sin destinatario.
No pretendo tomarlo a la ligera: en verdad me intriga y me duele.
Para no reconocer los mitos y prejuicios con que etiquetan a la comunidad de la diversidad sexual, hay que ser usuario de una incubadora en algún hospital gineco_obstetrico.
Quienes la integramos, somos seres humanos con los mismos defectos y virtudes de quienes formamos la sociedad.
Aunque a veces podemos crear la impresión de que somos personas que no estamos a la moda o no sabemos combinar.
Somos como cualquiera, humanas hasta el heroísmo y el erotismo.
A las personas que yo ansió ver, las cobija la invisibilidad, y les rodea el silencio.
Elegí un estilo de vida equivocado, es su percepción y no la respeto.
Yo que ellos, lo pensaría de nuevo.
Me pongo a pensar que no todo en la vida es preferencias sexuales, porque en mi vida hay otros amaneceres, otras tristezas, otros versos y verbos, otros horizontes y otras arenas de otras playas, otras risas, otros amores, otro sol, otra luna, otras estrellas, otras locuras, otras melancolías, otros quereres, otras grupas y otros grupos, otros fuegos, y otros hielos, otros ángeles.
No puedo reducirlo todo a la pequeñez del: No puedo aceptarte así.
Vi una foto tomada desde el espacio, se ve a la tierra en medio de la galaxia, y nuestro planeta es una cosa pequeñita en medio de otros planetas, lunas, meteoros, y polvo sideral.
Y me puse a pensar: Yo soy una minúscula nada en algún punto perdido de ese grano que es la tierra en el espacio.
¿Por qué clavarse entonces en eso de que no hay vida más allá del rechazo?
Más allá de los prejuicios y el descontón emocional.
Todos los fundamentos de verdades únicas son en principio intolerantes.
Dios nos salve de los redentores. Andrea Gpe
Tijuana Baja California Norte. Mexico
DESDE MI RINCON EXISTENCIAL, 
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