Desde mi rincón existencial: tristezas que deambulan por mi cabeza : Un remedio...............

Tijuana BC Jul 007. Un remedio……………….

Muy lejos de la ciudad, entre los montes, barrancos y cañadas que por mi trabajo he recorrido, lejos del bienestar, vive una curandera maravillosa…

¿Que cómo llegué ahí? …

Pues, ¡no sé!, podría decir que……….Por causas de trabajo………….

La verdad es que andaba buscando el centro de mi equilibrio emocional, solo que las lagrimas, penas, enojos y desilusiones no me dejaba ver bien, no sé dónde perdí el rumbo y …

¡No! … No encontré las respuestas que buscaba, solo que la chaman me encontró a mí.

Me platicó que tiene la virtud de rehacer corazones heridos y que conoce los secretos de la naturaleza humana.

Cuando descubrió la tristeza en mis ojos, me hizo suspirar, y con una ramita que tomo de entre las plantas que llevaba, midió la profundidad de mis penas.

Puso una pelotita de barro en mi mano izquierda y me dijo que la oprimiera con fuerza, para que se dibujaran las huellas de mi dolor.

¿Que cuál fue el diagnóstico? …

Me dijo que la inclemencia del repudio ha lastimado mi espíritu; que mi buena voluntad se ha debilitado, porque en la mayoría de los casos, la piedad no es bien correspondida.

¿Acertada? …

¡Sí! Totalmente. La desconfianza y el rechazo me han causado una herida tan profunda, que a veces, me arrepiento de haber sido tan sentimental con quien no lo merecía.

Le confesé mi decepción a la curandera, y ella me dijo que la memoria de los ingratos es débil y caprichosa, y sin embargo, los efectos de una acción noble y generosa siempre perduran, a pesar de la indiferencia y el olvido.

Me dijo que ella conoce muy bien el daño que causa un corazón olvidado, pues muchos enfermos y desventurados, humildemente han pedido su ayuda y sus consejos; solo que en cuanto recuperan la salud y la fortuna, la soberbia les impide reconocer la bondad que han recibido.

¡Sí! …

La miseria y la ventaja se disfrazan de amistad… Cuando ya no hay intereses de por medio: se acaba el cariño y una se queda con la amarga sensación de haber sido manipulada.

… ¡Oiga! ¡Tiene razón!

Todos los aprovechados usan un anotador muy distorsionado. Si crees que alguno de ellos te debe un favor… ¡olvídalo! Con el simple lapso del tiempo, serás quien salga debiendo, porque a fin de cuentas, ellos te brindaron el invaluable privilegio de ayudar…

¡Ya sé! ¡Ya sé!

Así es la condición humana…

¡Ah! Una cosa sí digo: lo peor que puede sucederle a todos los desagradecidos, es que sigan siendo exactamente como son: extraños, volubles, egoístas y…

… ¡No! …

Yo ya estoy bien. Para quitarme el espanto, la chaman me dio un remedio.

Me dio una vela de esperanza y me dijo que la encendiera en una noche de Luna Menguante, para que su flama se llevara todos mis desengaños.

Para sanar mis heridas, me dio unas varitas de incienso y me dijo que las encendiera en las noches de Luna Creciente.

Y mira: cuando se extinguió la llama de la vela, trascendí mi desconfianza; y cada vez que respiro el incienso, se fortalece mi buena voluntad.

Desde entonces, cuando tengo que enfrentarme al repudio, recuerdo los consejos de la curandera y ya no me lastima la desconfianza.

… ¡Ay! … fíjate que no sé cómo se llama la curandera… y tampoco sé dónde encontrarla.

Tú podrías preguntar por ella entre comunidades perdidas, alejadas de la cómoda civilización, como los pueblos donde se dibuja la paz y tranquilidad

Solo que lo mas seguro, es que ella te encontrara a ti. Andrea Gpe.