Dic. 2013. Ecos
lejanos.
El vidrio frío condensa a la niebla sin alterarse.
Roza el viento robándole el calor al cuerpo tibio.
Mi mano quieta recorre de memoria tu imagen.
Se fue la noche, el olor de tu cuerpo regresa a mi….
Busco tu calor y me quemo el alma con los pies fríos.
La lluvia corre sobre el rostro como lágrimas.
Nubes rasantes bordan el horizonte.
De luz a sombras sin preguntar a nadie, el día cambia.
Llegan difusos a través de la brisa, ecos lejanos.
Andrea Guadalupe.
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