Tijuana BC/ Dic 009. Lo fácil seduce, sólo que detiene.
El universo, contrario a lo que se piensa, no está hecho al azar, opera bajo una ley de causa y efecto que los orientales conocen como "La ley del Karma"
Está ley fue formulada por Jesús el Cristo, cuando dijo que cada hombre cosecha lo que ha sembrado.
En oriente parten del mismo principio, según el cual, cada pensamiento, cada palabra, cada acción, produce una reacción que con el tiempo vuelve a nosotros.
Sea cual sea la cultura, todo se basa en una misma raíz, compuesta de amor y perdón.
A través de una vida desprovista de egoísmos, nuestro destino encuentra su senda correcta.
Lo fácil seduce, sólo que detiene.
Por eso, para avanzar realmente y lograr nuestras metas, avancemos por el camino estrecho con esfuerzos, dedicación y sacrificio.
Así llegaremos a la cumbre donde reside la vida.
Debemos despertar nuestra creatividad, aprendiendo del asombro, el atrevimiento, la imaginación.
Con inocencia y pasión que tienen las criaturas, apliquemos este arte creador y visualicemos que actuamos con sabiduría y que llenamos nuestros vacíos con amor, ejerciendo nuestra voluntad como hacen los verdaderos maestros.
Vivir en un mundo de paz y esperanza es lo que sugiere el tiempo que estamos sufriendo todos los seres humanos, porque se enfrentan los colores de la piel, riñen las ideologías, pelean las economías, tratan de imponerse los más fuertes, y casi nadie hace propio la sugerencia de Jesús el Cristo, que recomienda que nos amemos unos a otros, para que haya tolerancia, respeto y perdón.
Para que sea posible una existencia fecunda y exitosa.
Un mundo de paz y esperanza en el que quepamos todos sin limitaciones que agravian al que todo necesita, al que todo le hace falta, y como suele suceder, hace más rico al que ya es rico y por esto, nada necesita.
Andrea Guadalupe.
Desde mi rincón existencial, donde el sol nace al poniente.
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