viernes, febrero 19

Un grito de libertad, de independencia, de liberación.

Tijuana BC Feb/2010.     Un grito de libertad, de independencia, de liberación.

 

 

Existen muchos santos merecedores de adoración, entre otros, como San Cayetano, a quien se le pide trabajo, o San Antonio, que se le pide novio, sólo que ellos tienen una falla… No siempre conceden lo que les ruegan sus fervientes fieles.  

Aunque para mí, existe uno que los supera a todos y perdón por mi tal vez blasfemia infiel, por mi apostasía y quizá palabrota, sólo que como el Bienaventurado Onán, no hay otro igual.

Como el Buda, tiene mil nombres y como Buda, nadie acostumbra nombrarlo, aunque todos sus acólitos le manifiestan reverencias.

A él no se le pide nada, sólo se lo recuerda, sin siquiera nombrarlo, y siempre acompañado por una imagen, para sus fieles, adorada al infinito, que es a quién o quienes les dedicamos nuestro homenaje, por lo general personas muy favorecidas y codiciados en lo erótico, del género contrario, cuando no del mismo…

Hay de todo en la viña del Señor, y tod@s tenemos  derecho de hacer de nuestro c… un papalote y empinarlo como mejor nos agrade.

Implorarle al Bendito Onán, es… un rito, un grito de libertad, de independencia, de liberación, de descargo, de antojo.

Es un glorioso canto a la vida, al amor, al placer, al erotismo, a la sensualidad sana, e incluso a la sensualidad desenfrenada.

Como también puede ser un síntoma de castidad absoluta.

Es muy adorado en los conventos, incluidos en los de otras religiones.

Y ese homenaje al bendecido y muy reverenciado Venerable Onán, salva a tantas almas inquietas, aunque de ánimo corto, de las perversidades que producen la timidez, la mal considerada fealdad, la indiferencia de algunos seres, que rivalizando con Narciso, sólo se aman a si mismos, y no bajan sus ojos, a quienes creen seres inferiores, por no poseer sus supuestos dotes de belleza, armonía, gallardía y galanura.

Es, no como muchos creen, tan solo el protector de los solitarios…

No sólo es quien da una mano, y qué mano, como ningún otro la da, a quien sobrelleva la ausencia del amor, sin que nadie le otorgue los favores de su compañía…

Bendito Onán, también admirado por quien desea repetir un instante maravilloso, apenas muy nuevo, porque por el momento no puede revivirlo en toda la intensidad del hecho anterior.

Esto es muy común incluso entre damas, amantes esposas de caballeros agotados por el duro ocuparse de la vida, y que por lo mismo, apenas, no siempre responden al número uno, y con dificultad al número dos, y ni hablemos del tres o sucesivos.

Somos personas adultas y  saben a qué me estoy refiriendo

¿Qué habría sido de Robinsón Crusoe, si no invocaba al bienamado Onán?

Se habría suicidado a los tres meses, en esa isla espantosa de soledad infernal.

La literatura y sus creyentes, no conoceríamos un personaje único, inolvidable y extraordinario.

Daniel Defoe renuncia a referirnos esos pasajes, que están en una transcripción guardada en la biblioteca secreta del Vaticano.

Esto es debido a sus sacerdotes que permitieron que la juventud gozara ese recordado libro, aunque con las típicas censuras bíblicas.

Ellos no quieren hacer del Bendito Onán, santo de la Santa Iglesia Romana, por algunas contradicciones de esos pasajes, con el antiguo y nuevo testamento.

Ignoro el motivo por el que no se ha canonizado o santificado a Onán, ese singular y gran bienhechor de la humanidad, ese amigo de cada quién y cada cual, ese que siempre nos tiende su mano donde y cuando más falta nos hace.

 Sólo que no, no, vienen a darnos con el pecado y el infierno en la cabeza, con que si te quedas ciego, o no creces, esto último parece fruto de la confusión por similitud gráfica y fonética de onanismo con el enanismo.

Hoy en día no sé que dirán a estas nuevas generaciones.

En realidad esas amenazas sólo se aplicaban a los varones, pues las mujeres carecíamos, entre otras cosas, de sexualidad a los ojos de guardianes pastorales del rebaño.

Sólo de vez en cuando consideradas objeto de deseo y, como tal objeto, pecaminosas.

 

Ay Onán, Onán bienamado, Onán y onanismo.

El tal Onán aparece como segundo hijo de, Judah.

De esta gente se habla, y no muy bien dado los lapsos, lagunas e intereses fundamentalistas en la traducción, en la Biblia y más concretamente en el libro del Génesis.

Se dice que casado con la viuda de su hermano Er., Tamar no quedó encinta de Onán, pues éste desparramaba su semilla por los suelos, de ahí parece haber surgido el coitus interruptus más que el onanismo.

El hijo que tuvo Tamar según las cuentas debía ser de Er., así que vayan  a saber entre cuentas familiaridades y otras cuantas confusiones más, lo que en realidad sucedió

Remedando a Jesús el Cristo, diría que quien no le ha rendido culto al Justo Onán, que arroje la primera piedra, con su mano más hábil.

Amén y amen.   Andrea Guadalupe.



                                              Andrea Guadalupe.

                Tijuana BC. México. Tierra que abraza siempre al regreso, que cobija entre latidos  
                                            sumergidos en una busqueda natural.

                   Desde mi rincón existencial, donde el  sol nace al poniente.      

 
 




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